A-a-asfelumbra, Daeva.

¿Q-q-q-q-queréis saber cómo vin-vin-vine hasta aquí? Historia di-di-di-divertida...

Tenía guardia en Pandemónium, como nor-nor-nor-normalmente sobre la med-med-medianoche y me dormí detrás de una ca-ca-caja...

¡El comandante se en-en-enteró y me metió en una caja rum-rum-rumbo a Balaurea! Así que me desperté aquí y me que-que-que-quedé.

El co-co-co-comandante creía que no vol-vol-volvería a dormirme con los elios acechando por doquier... Y tenía razón... ¡Lle-lle-llevo una semana sin dormir!

No me extraña que tartamudeéis así.