Hace mucho tiempo recibí una carta.

Era de uno de mis amigos y tenía escrito vuestro nombre, [%username].

En la carta se decía que algún día vendríais a Resanta. Ese día yo debía descubrirme y enviaros a ver al autor de la carta.

¿Quién escribió la carta?

(Mira a su alrededor y os habla en voz baja). Soy Escoda.

Alguien me ha pedido que os enviase hasta él cuando fueseis lo bastante fuerte como para venir a Resanta.

Id a ver a [%dic:STR_DIC_N_Muninn] a Isalguen. Parece que se trata de algo importante. Será mejor que os pongáis en marcha ya.

No hace falta que os diga que esta conversación debe quedar entre nosotros[f:"nosotras"].

No es bueno que se sepa que una suma sacerdotisa es amiga del proscrito Munin.

(Os teleportáis junto a Munin).

Supongo que os habéis encontrado a Escoda... y eso significa que habéis llegado a Resanta. ¡Resanta!

El éter que fluye por vuestro cuerpo es distinto al de la última vez que nos vimos. Habéis evolucionado bien, [%username].

Pero la juventud, la segunda infancia, ya ha pasado. Es el momento de modificar vuestro futuro.

¿Mi futuro?

Sí... Para alterar el resultado de vuestro futuro enfrentamiento con Helión. Debo mover ciertos hilos del destino que están fuera de mi alcance.

Fuera de mi alcance... y de mi poder. Pero hay alguien más que os puede ayudar.

¿Habéis oído en vuestros viajes las leyendas de los Leibos?

¿Leibos? ¿Quiénes son?

En realidad deberíais decir "qué" son, y no "quiénes". Nunca los he visto en persona, pero se encuentran en algún lugar de Resanta.

Los Leibos cuentan con un Artefacto del comienzo con el que se puede ver el futuro lejano e influir en él.

Id a ver a [%dic:STR_DIC_N_Kasir] a la biblioteca secreta del Templo de la Sabiduría de Pandemónium. Si alguien sabe dónde encontrar a los Leibos, es él.

Conseguid también una Gema de activación de artefacto. Podéis fabricarla vos utilizando la alquimia o podéis comprar una, eso no importa. Pero sin ella no podéis utilizar el artefacto.

Haré lo que me decís.

Venís a verme... y veo la desesperación en vuestros ojos.

No os preocupéis, no sois el[f:"la"] primero[f:"primera"]. Podéis confiar tanto en mi sabiduría como en mi discreción.

Munin y yo estamos buscando a los Leibos.

Si Munin os ha enviado a mí, debe de ser importante. No debería excederse en sus privilegios, ni siquiera de forma indirecta.

Sé cómo se siente, mi entorno se reduce básicamente a la biblioteca secreta. La única diferencia es que yo no tengo prohibido el contacto con mi pueblo.

En cuanto a los Leibos, sé que hay una Isla de Leibo en algún lugar de Resanta. Todo lo demás son especulaciones.

Cualquier indicación que me podáis dar me será útil.

Buscad a [%dic:STR_DIC_N_Shugo_DC1_12] en el aeropuerto y preguntadle por los Leibos.

Al parecer, conoce Resanta como la palma de su mano, así que debe de saber algo sobre la Isla de Leibo.

La mayoría de los Sugos hacen todo lo posible por tenernos satisfechos. Pero si os parece que Lieanener se reserva algo, recordadle las deudas que tiene con Casir.

Ya estoy en camino.

¿Preguntáis por Isla de Leibo?

¿Por qué preguntáis algo así? ¡No es más que leyenda! ¡Yang, yang!

Solo soy simple trabajadora de aeropuerto. No sé nada sobre Resanta. Ni siquiera conozco leyendas.

Pues os voy a contar una: "Casir y las deudas...".

¿Estáis amenazando? Yang, yang. ¡De acuerdo, pero no digáis a nadie!

Isla de Leibo encuentra en nivel inferior de Resanta, cerca de centro. No sé con exactitud dónde... ¡de verdad!

Cabecilla... o chamán o que sea... llama [%dic:STR_DIC_N_Ab1_NPC_LugBug]... o algo así.

Os lo agradezco.

¡Esperad! ¿Qué os ha traído aquí, Daeva?

Lo puedo notar en vos.

Estáis aquí para averiguar vuestro futuro.

Exacto.

¡Haced algo! Activad el Artefacto del comienzo.

Hacedlo y vuestro futuro se abrirá ante vuestros ojos.

Así lo haré.

¡Contad! ¿Habéis visto lo que queríais ver?

He visto a Helión en vuestro futuro.

Está ahí para poner a prueba vuestro destino, Daeva.

Sí, lo he visto.

¡Pensadlo bien! No podéis hacer nada contra Helión.

Pero podéis perfeccionaros vos. ¡No os dobleguéis ni os rindáis nunca!

Vuestro destino podría ser el destino de Atreia.

Sabias palabras...

Habéis vuelto, [%username].

Habéis visto a Munin... en secreto, espero.

¿Os ha concedido su sabiduría?

He podido echar un vistazo a mi futuro.

Incluso para los más sabios de nosotros, juguetear con el futuro puede ser muy peligroso. Pero espero que hayáis visto lo que debíais ver.

Tomad esto. Es un regalo que significa mucho para nosotros, los amigos secretos de Munin.

Que la sombra de Asfel os ampare, [%username]. O mejor, la sombra de Munin...

Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Scoda]

Viajar a Isalguen y hablar con [%dic:STR_DIC_N_Muninn]

Viajar a Pandemónium y hablar con [%dic:STR_DIC_N_Kasir]

Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Shugo_DC1_12]

Viajar a Resanta y encontrar a [%dic:STR_DIC_N_Ab1_NPC_LugBug]

Activar el [%dic:STR_DIC_OBJ_AB1_Artifact_Q1074]

Hablar de nuevo con [%dic:STR_DIC_N_Ab1_NPC_LugBug]

Comunicar el resultado a [%dic:STR_DIC_N_Scoda]

Orden: la oráculo Escoda os busca en secreto. Encontraos con ella en la Fortaleza de Prímum.

Os enterasteis de que Escoda, la suma sacerdotisa de la Fortaleza de Prímum, os estaba buscando. Cuando fuisteis a verla, os contó que Munin os quería ver.

Así que os dirigisteis a Isalguen en su busca. Os dijo que para poder influir en vuestro destino, debíais conocerlo con exactitud. Después os recomendó pedir ayuda a los misteriosos Leibos.

Con ayuda de Casir y Lieanener, llegasteis hasta Lugbug, en la Isla de Leibo, y este os mostró vuestro futuro utilizando el Artefacto del comienzo.

Cuando regresasteis a ver a Escoda y la informasteis de lo ocurrido, os dio un regalo y os dijo que habíais encontrado la sabiduría que buscabais.

Orden: [%questname] Progreso: [%questname]