¿Qué tal os va?

No puedo más, imposible.

Marun no deja de darme golpes y después sale corriendo.

Es así día tras día.

Pero cuando hay adultos delante, Marun se comporta de una forma completamente diferente: ¡siempre se hace el bueno! Así que cada vez me enfado más porque yo me chivo, pero nunca lo castigan.

¡Hasta pronto!