¿Qué estáis buscando aquí?

No es tan fácil como parece. Se necesita una profunda concentración.

La transformación no es una disciplina sencilla. La mayoría de los Daevas apenas saben sobre ella y nadie la domina lo suficientemente bien como para que se le otorgue el título de experto. Al menos no por ahora.

La constancia es crucial. La mayoría se da por vencido en un par de semanas. "Es demasiado duro", dicen. "No merece la pena". No todos son capaces de ver lo útil que puede llegar a ser el poder convertirse en un Porgo o en un Brajo.

¡Si lo supieran!

Contadme más cosas acerca de la transformación. Yo tampoco acabo de verlo.

Con la transformación, uno puede servirse directamente de los poderes concentrados del soberano empiriano Lord Cáisinel. Seré el primero en dominar esta técnica. Cuando se me reconozca como maestro, podréis aprenderla de mi mano.

No obstante, podéis ayudarme con mis estudios incluso ahora mismo. He descodificado un conjuro que transforma al sujeto en cierto anfibio diminuto. ¿Puedo probarlo con vos?

¡Por supuesto! Mejor no. Esto... Tengo que continuar mi camino.

Bien, no os mováis...

¡Lord Cáisinel, dadme la fuerza que emana de la carne y los huesos! ¡La lámpara de éter os transforma, [%username], seréis diminuto[f:"diminuta"], membranoso[f:"membranosa"] y húmedo[f:"húmeda"]!

Pff... Tendría que haber funcionado. Es posible que haya una alteración en la corriente de éter. Deberíamos intentarlo más tarde.

Tal vez sí y tal vez no.

¿Pero qué pasa? ¿No creéis en la transformación? ¿O es que acaso dudáis de mis habilidades?

Ah, ya entiendo. Estoy acostumbrado a que individuos ignorantes me traten con cinismo. Cuando controle el arte de la transformación, ¡lamentaréis no haberme prestado ayuda!

Entonces todos harán cola para poder ser mi pupilo, pero si me lo pedís amablemente, os pondré en la lista. Eso sí, al final.

Sois muy generoso.