¿Qué ocurre?
Me han enviado aquí por orden de la legión.
Soy de Vérteron. Tengo dos hijos, pero tuve que separarme de ellos para cumplir con la orden.
Mis pequeños todavía son mortales.
Si no ascienden a Daevas, tendré tiempo suficiente de disfrutarlos durante su corta vida mortal.
De lo contrario, seguirán para siempre el mismo camino con igual vocación.
Sea cual sea el caso, consideré que era correcto cumplir mi deber como Daeva en la legión.
No obstante, me falta algo de moral.