¡Arieluma!

Es difícil creer que estamos en Balaurea cuando uno contempla la pureza del mar de la Playa de Acarón.

La situación actual de Balaurea es crítica, pero ¿no creéis vos también que este lugar es un resquicio de paz? A mí por lo menos me da consuelo este paisaje.

Poder disfrutar de algo tan bello en medio de los campos de batalla me permite cumplir con mi peligrosa labor.

(Termináis la conversación).