Me preocupa que la situación empeore.
Ayer, el centurión Menelao suspiró y le pregunté si había algo que lo intranquilizara. Me contestó que en las zonas de ocupación asmodiana se había multiplicado el número de tropas.
Después vi las lágrimas en sus ojos cuando me dijo que ya no teníamos ninguna oportunidad de conquistar la fortaleza.
Hoy he visto por primera vez al centurión comportarse así. Quería decirle que no debe preocuparse, pero no he podido.
La verdad es que eliminar a los Claus sí que nos está resultando difícil, porque no tenemos suficientes soldados.
[%username], he oído hablar de vuestras magníficas habilidades.
Por favor, ¿podríais acabar con algunos [%dic:STR_DIC_E_1221_guard_Da_fi]?
Os lo suplico.
¡Muchas gracias! ¡Os lo agradezco mucho!
El centurión Menelao también se alegrará.
Lo más urgente es impedir que los asmodianos sigan ejerciendo su influencia en Resanta. Comenzad el ataque en cuanto los asmodianos conquisten la fortaleza.
Cuando se pueda conquistar, atacad. Eliminad a los [%dic:STR_DIC_E_1221_guard_Da_fi] y traedme las [plur][%dic:STR_DIC_I_QUEST_1859a].
Id con cautela.
No os preocupéis, ya lo sospechaba.
Esta misión es difícil para los Guardas, e imagino que tampoco sería sencilla para vos, [%username].
Os entiendo. Olvidad lo que os he pedido.
Recuperad el aliento.
Estáis sudando a mares. No hay duda de que ha sido una batalla dura.
Quizá os pedí algo demasiado difícil.
Confiamos en vos, [%username]. Ya le he dicho a Menelao que nos ayudaréis.
El centurión quiere pruebas de vuestro éxito.
Por favor, traedme las [plur][%dic:STR_DIC_I_QUEST_1859a].
Pediros ayuda fue una sabia elección, [%username]. Sois un tesoro para los elios.
Aceptad esto, por favor. No tengo nada más que ofreceros.
Espero que os guste esta pequeña recompensa.
Ahora debo informar al centurión sobre vuestro éxito.
Eliminar a los [%dic:STR_DIC_E_1221_guard_Da_fi], reunir pruebas y llevárselas a [%dic:STR_DIC_N_Mors]
[%collectitem]Acabad con los Guardianes asmodianos de Crotan en cuanto los asmodianos conquisten el Refugio de Crotan, reunid las Banderas de Arconte y llevádselas a Mors.
Mors os dijo que el centurión Menelao lamentaba la fuerza creciente de los asmodianos en Resanta. Os pidió que acabarais con los Guardianes de Crotan asmodianos para levantar el ánimo del centurión.
Acabasteis con ellos y les quitasteis sus banderas. Luego se las llevasteis a Mors, que se alegró y quiso enseñárselas enseguida al centurión.