Si no tenéis nada concreto que hacer aquí, largaos. Si estáis rondando por aquí, solo vais a conseguir distraernos y eso es algo que no nos podemos permitir.

Cumplimos una función importante y honorable, aunque sea extremadamente aburrida. ¿Quién estaría lo suficientemente loco como para atacar el templo de un soberano empiriano, aunque este no se encuentre en él?

Si alguien lo atacase, eso significaría que han caído las puertas de Pandemónium. Y en ese caso, de buen agrado sacrificaría mi vida para defender el honor de Lord Marchután.

A eso estaríamos todos dispuestos.