Debo vigilar a Motgar, pero la verdad es que no hace gran cosa. Así que tengo mucho tiempo para pensar.
Nunca imaginé que pasaría el tiempo vagando por el bosque y pensando. Siempre he querido ser granjero, como mi padre.
En aquella época tenía una novia en el pueblo. Ademia y yo crecimos juntos y, justo después de la cosecha, queríamos casarnos y tener hijos.
Y un buen día, de repente, todo cambió.
Ademia... ascendió...
Lo sé, lo sé, tendría que alegrarme por ella, ¿no? Los Daevas son los mejores y los más inteligentes de Asmodia. Sé que es lo mejor para nuestro pueblo, pero para mí fue terrible. Dijo que tenía que ir a Pandemónium para asistir a su ceremonia de ascensión... Dijo que sería temporal.
Me dio la alianza de su madre para que se la guardara. Dijo que cuando regresara, podría ponérsela a ella.
Pero nunca regresó. En un momento dado, regalé mi casa y me fui de la granja. Durante todo un año vagué por Asmodia metiéndome en un montón de líos.
Una mañana me desperté y Tobu y un par de bandidos más estaban de pie ante mí. Me sacaron a flote y, cuando la tropa de Ulgorn llegó aquí, me uní a ellos...
¿Por qué? Pensadlo bien. Ademia había ascendido, era inmortal. En lugar de trabajar en el campo, ahora defiende la existencia del pueblo asmodiano. No tendría tiempo para perderlo conmigo. Incluso aunque me siguiera queriendo, acabaría viéndome envejecer y morir.
Su anillo era lo único que llevaba conmigo en todo momento. Pero la semana pasada iba por el bosque y, de repente, me enfurecí por toda esta maldita situación. Saqué el anillo del bolsillo y lo arrojé a la maleza. Si no íbamos a volver a estar juntos, ¿para qué guardar su anillo?
Ahora me arrepiento, claro. No quiero ni pensar qué pasaría si Ademia un día regresara para casarse conmigo y yo hubiese perdido... tirado su anillo. De modo que retrocedí sobre mis pasos y vi un rebaño de [plur][%dic:STR_DIC_M_merdionD_4_n] junto a la maleza en la que había tirado mi anillo.
¿Me ayudaríais a encontrarlo? No puedo volver a abandonar mi puesto o Motgar dejará de trabajar.
Gracias, [%username].
Podríais buscar de nuevo en el suelo del [%dic:STR_DIC_W_DF1_4], [%username], pero temo que tendréis que ir matando [plur][%dic:STR_DIC_M_merdionD_4_n] hasta dar con el que se ha zampado el anillo. Estos bichos se tragan todo lo que brilla.
Encontrad el anillo, por favor. Me arrepiento mucho de haberlo tirado.
Banalidades. Sí, seguro que tenéis razón.
Por extraño que parezca, de alguna forma me siento liberado al no tener nada tangible que me recuerde a Ademia. Tal vez ahora pueda empezar por fin una nueva vida. Y si lo hago, quizá ayude a Ademia... a terminar por completo su contacto con los mortales... como yo.
Gracias por haberme escuchado, [%username]. Nunca le había hablado a nadie de Ademia. Tal vez desprenderme del anillo me ayude a desprenderme también de Ademia.
¿Ya habéis vuelto? ¿Lo habéis encontrado?
Por favor, decidme que sí...
Intento no arrepentirme de nada en la vida, como buen asmodiano... Pero esto es distinto.
No, es un anillo de plata, un legado familiar... La alianza que me dio Ademia, ¿recordáis?
Por favor, encontradla...
¡La habéis encontrado!
¡Gracias, [%username]! Casi había perdido toda esperanza de encontrarlo. Y aunque la hayáis encontrado... en un sitio así... ni siquiera parece que se haya estropeado.
Es muy poco probable que vuelva a ver a Ademia, pero si ocurre, me ocuparé de que vuelva a aceptar el anillo, sea como alianza o como legado familiar, como recuerdo de los humanos que la han criado y amado.
Encontrad el anillo que se ha tragado un [%dic:STR_DIC_M_merdionD_4_n] y llevárselo a [%dic:STR_DIC_N_Davi].
[%collectitem]Dabi os ha contado que ha visto cómo un Husmeador acorazado se ha tragado un anillo que le había regalado su novia. Matad al husmeador y buscad entre sus restos para encontrar el anillo.
La historia de Dabis es triste: su amada se despertó como Daeva.
Un Husmeador acorazado se tragó el anillo de plata que le había dado como signo de su amor.
Así que matasteis al husmeador acorazado en el Bosque de Munihele, encontrasteis el anillo y se lo devolvisteis a Dabi.