¡Por mí como si de verdad se le hubiera aparecido el decimotercer soberano empiriano!
Una charla tan herética solo servirá para encolerizar a las personas en Beluslan y, si los rumores llegan a Pandemónium, también despertarán el interés del Tribunal de las Sombras.
Hay que hacer callar a ese anciano.
¡Oh, no! ¡No siempre es necesario matar para solucionar un problema!
Quizá el viejo loco ya haya seguido su camino y podemos estar tranquilos, pero si no...
O bien se va a otro distrito, o bien deja de hablar sobre el decimotercer soberano empiriano. Eso sería lo mejor para su salud. ¿Se lo podéis decir?
Gracias. Sí Bigvir continúa arriba en la Casa del Acantilado, advertidle que no vuelva a mencionar jamás al decimotercer soberano empiriano.
Eso sería lo mejor para nosotros y también para él.
Y es que, si el Juez sombrío visita al anciano... Pse, las visitas de los Jueces sombríos nunca son motivo de alegría.
En fin, no le deseo al viejo que sus habladurías sobre el decimotercer soberano empiriano lleguen a oídos del Tribunal de las Sombras.
El Tribunal no se apiada de nadie. Ni siquiera suavizarían el castigo a un anciano loco.
Pero yo no puedo subir hasta allí.
Ya nos conocemos. Vos sois...
Esperad, ¿qué os ha traído hasta aquí?
¿Hablar sobre el decimotercer soberano empiriano? ¿Creéis que no lo sé?
Pero no puedo evitar su aparición divina. Al igual que un Croaqui no podría evitar que el sol salga en Elísea.
Vos y ese Arconte del ocaso no deberíais preocuparos. Yo soy el responsable de mi destino. Como todos.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Byggvir]
Convenced a Bigvir para que no hable más sobre el decimotercer soberano empiriano.
Nalin dijo que incluso para un anciano loco como Bigvir era peligroso ir contando cosas sobre el decimotercer soberano empiriano.
Os pidió que fuerais a la Casa del Acantilado y convencierais a Bigvir de que no volviera a mencionar jamás al decimotercer soberano empiriano. Fuisteis a ver a Bigvir que, sin embargo, dijo que asumía la responsabilidad de sus actos y que no os preocuparais.