Arieluma, [%username]. ¿Qué tal os ha ido últimamente?
¡La clave para ganar esta guerra es la movilidad! Y lamentablemente, movilidad no es que tengamos mucha.
Las dragagiones balaúres están buscando nuestra Fortaleza ilusoria... pero nuestros acorazados aún no están listos. ¡Y quién sabe cuándo estarán!
Por eso las tropas expedicionarias deben utilizar las corrientes de viento para llegar a sus destinos. Los fuertes vientos de la zona pueden ayudar, pero no son muy fiables.
Fue uno de nuestros leales soldados de mantenimiento de etereonaves quien descubrió este maravilloso medio de transporte... y gracias a eso, nos salvó el pálido pellejo.
Tenéis que verlo con vuestros propios ojos. Simplemente, impresionante. Hablad con Laocón; él os lo explicará todo.
Son especialmente apropiadas para atacar por sorpresa ya que el enemigo no puede verlas ni oírlas.
Todos los Daevas aquí presentes deben saber cómo funcionan y dónde se encuentran. Laocón puede explicároslo todo.
Parece que ya sabéis algo sobre las corrientes de viento, Daeva. Bien, bien.
¿Ya les habéis encontrado una utilidad? Oh, impresionante. Simplemente, impresionante. Es como si la mismísima Lady Ariel os llevara por los cielos.
En cualquier caso, hay que acostumbrarse.
¿Qué sabéis de ello?
Entonces os diré lo que me ha enseñado la experiencia. Estas corrientes de viento (el nombre es cosa mía) permiten ir planeando de un lugar a otro.
Cuando conozcáis las corrientes de viento, podréis llegar por vuestros propios medios a los lugares más lejanos. Pero también deberéis saber cuándo salir de ellas...
Puede que aterricéis en un lugar donde nunca habíais estado... o que choquéis contra algún obstáculo. Probad... pero mantened siempre los ojos bien abiertos.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Laokoon] para entender mejor las corrientes de viento
Preguntad a Laocón por las corrientes de viento de las que os habló Caceo.
Caceo os informó de que para avanzar por Balaurea lo mejor son las corrientes de viento.
Para saber más sobre el tema, fuisteis en busca de Laocón, que había descubierto las corrientes de viento.