¿Y qué tal os va?
Mi madre se oponía estrictamente a que me hiciera pastor.
Ella dice que los niños deben criarse con sus padres.
Sin embargo, el sacerdote tiene otra opinión.
Él piensa que los niños deben abandonar el hogar paterno cuanto antes para conseguir su independencia.
Yo he seguido el consejo del sacerdote: me hice pastor y ahora mi madre espera a que regrese.
Pero no puedo volver a casa, porque entonces nadie cuidará de los animales.