Demasiado calor... sin aire... sin agua.
Ya podría arder... convertirme en cenizas... y poner fin a este dolor... la maldita llama... no se apaga nunca.
Temo mi destino... Voy a ser un monstruo... a perder mi... naturaleza de Elim.
Los Basiliscos llameantes... hijos de Balaúr... alimentan el fuego. Alimentan... mi tormento... y mi odio.
¡Daeva de Elísea... os lo ruego... ayudadme!
Los [plur][%dic:STR_DIC_M_BasiliskDLF2A_23_An]... se pasean por Calcinia.
No tengáis piedad... matadlos... y que se pudran.
Su muerte... será mi salvación.
Ningún elio honrado... niega ayuda a un Elim que sufre.
Si no hacéis nada... tiene que ser por... obra de Asfel.
Que padezcáis... mi destino...
Me muero de sed... me marchito.
Los Basiliscos llameantes... huyen de vos.
¿Los habéis... reducido?
Que Ariel os bendiga... hijo[f:"hija"] de la luz.
Mi agradecimiento... es más ardiente... que la Llama de Fregion.
Tomad esto... amigo[f:"amiga"] de los Elims.
Acabar con los [plur][%dic:STR_DIC_M_BasiliskDLF2A_23_An] ([%2]/6)
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_NPC_Agrint_Tartagan]
Acabad con los Basiliscos llameantes que causan sufrimiento a Tártagan.
Tártagan os contó que los Basiliscos llameantes alimentaban el fuego en Calcinia.
Como la muerte de los Basiliscos llameantes alivió los dolores de Tártagan, os entregó un regalo.