Tecor:
Disculpad mi letra. El hambre no me matará, pero hace que mis manos tiemblen. La vigilancia del observatorio requiere fuerzas y yo estoy demasiado débil para otras ocupaciones.
Es cierto que quería reducir mi talla, pero no me esperaba esto. Lo único bueno es que quizá la atractiva Daeva del Muelle Exterior acepte mi oferta de brindarle algo de compañía.
Por favor, enviadme los cereales como prometisteis. Si tenéis demasiadas cosas que hacer como para suministrarlos, enviaré a un Arconte para que los traiga él.
Tir, protector del campo etéreo