Esos alados caradeporgos y estrechos de miras simplemente han perdido la perspectiva. Como vuelva a oírles murmurar una sola disculpa...

Eh... Me disculpe... hola.

¿Por qué Sánctum nunca me hace caso? Tolbas necesita provisiones con urgencia, ¡pero tengo que abastecer el arsenal porque, si no, pronto no quedará pueblo al que alimentar! Mi presupuesto no alcanza para las dos cosas y las dos son imprescindibles.

No sé cómo podríamos salir adelante sin más Quinas. Hay que equipar a los soldados y las armaduras no crecen en los árboles.

Parece que en Sánctum no entienden lo precaria que es nuestra situación. Solo hablan conmigo para negarnos el dinero que les solicito. Ya sé que no dan abasto con la guerra en el Abismo, pero...

Seguro que Sánctum ayudará. Lealtad y armas.

Sí, es cierto. Todos los Guardas son Daevas de Sánctum. Su convicción es incuestionable: realmente parece que la luz de Ariel fluye por sus venas.

La gente se dirige a ellos esperando protección y no queda decepcionada. Hasta he oído que llaman a los Guardas "los escudos de Elísea". No se me ocurre un nombre más acertado.

¡Lealtad y armas!

Lealtad y armas.