Corre cierto rumor por toda Sánctum: se dice que un[f:"una"] Daeva ha conseguido dominar las enseñanzas de los sabios en muy poco tiempo. Creo que ese[f:"esa"] joven Daeva está aquí ante mí...
... por una conversación que tendría que haberse producido hace mucho tiempo. Hace ya algún tiempo que los templarios de la Sagrada Orden de Miraju se han fijado en vos, [%username].
Creemos que tenéis talento para ser templario[f:"templaria"] de Miraju, [%username].
Sin embargo, para mitigarlo: Todo lo que habéis hecho hasta ahora no ha sido más que el principio: ahora empieza lo bueno. Los costes serán altos... en el sentido más estricto de la palabra.
Pero pensad en la recompensa: si los elios somos un pueblo elegido, ¿podríais imaginaros lo que sería ser la élite elegida de un pueblo elegido?
Entonces os explicaré la siguiente prueba.
Si queréis convertiros en templario[f:"templaria"] de Miraju, necesitáis la aprobación de 6 maestros. Si tan solo uno de ellos se niega, no podréis conseguirlo.
Reunid las firmas de [%dic:STR_DIC_N_Boreas], [%dic:STR_DIC_LA47], [%dic:STR_DIC_N_Hecate], [%dic:STR_DIC_N_Thrasymedes], [%dic:STR_DIC_N_LC1_Anyte_M] y [%dic:STR_DIC_N_LC1_Dion_M] en esta carta de recomendación. Si habéis cumplido a conciencia con vuestros encargos como uno[f:"una"] más de los [plur][%userclass], no será difícil.
Adquirid una [%dic:STR_DIC_I_relic_01] en la tienda de accesorios valiosos de la [%dic:STR_DIC_FLA37] e id a ver al sumo sacerdote [%dic:STR_DIC_N_Jucleas] cuando tengáis todas las firmas.
Cuando le deis la Piedra del juramento y le pidáis que celebre una ceremonia sagrada, él se ocupará del resto.
Quizá no me haya expresado con la suficiente claridad. La Sagrada Orden de Miraju no es una orden común.
Somos proverbialmente la prolongación del brazo del comandante en jefe de Sánctum y también somos responsables del Templo de la Luz y del Pabellón de los Defensores.
Lógicamente, algunos Daevas tropiezan durante el proceso, pero hasta ahora casi nadie nos ha rechazado. Si cambiáis de opinión, ya sabéis dónde podéis encontrarnos... En el centro de todo.
Imaginaba que volveríais a verme, pero no esperaba que tan pronto.
¿Es urgente?
Decidme, ¿de qué se trata? Haré lo que pueda.
La Sagrada Orden de Miraju es... el sueño de todos los Daevas.
Yo mismo quise ser una vez un templario de la Sagrada Orden. Sin embargo, tuve que abandonar en mitad del proceso de puro agotamiento.
Veo determinación en vuestros ojos. Eso es bueno: la necesitaréis.
Dejadme adivinar: queréis convertiros en un[f:"una"] templario[f:"templaria"] de la Sagrada Orden de Miraju.
No es ninguna sorpresa. No habría llegado tan lejos si no tuviera olfato para estas cosas.
E incluso si no fuera así... la voz de Lavirintos es muy retumbante: he escuchado todo el discurso que os ha dado.
Aquí tenéis. Si conseguís ingresar en la Sagrada Orden de Miraju, quizá algún día os pida vuestra firma.
Sed fuerte en los próximos días y semanas. Unirse a la Sagrada Orden es una gran tarea.
A juzgar por vuestra expresión, buscáis a alguien con quien platicar.
Siempre es agradable conversar con Daevas desconocidos.
¿De qué queréis hablar conmigo?
La firmaré, pero primero... tendréis que escuchar educadamente mi consejo. Hay dos tipos de Daevas que quieren unirse a la Sagrada Orden de Miraju. Unos son los que harán prácticamente todo por llevar el ostentoso uniforme de los templarios.
Los otros están dispuestos a todo por demostrarse a sí mismos y a los demás que son los mejores entre los mejores. ¿De qué tipo sois vos, [%username]?
Creo que lo averiguaremos durante los próximos días. Aquí tenéis la firma.
¿Tenéis que resolver algo más?
A veces hay gente como vos, Daeva, que se queda brazos cruzados.
Seguid contando.
¡Tenéis con vos la carta de recomendación!
Se me alegra el corazón al ver esa recomendación de la Sagrada Orden de Miraju.
Sois una persona formal y superaréis todas las pruebas, [%username].
Espero que también obtengáis un buen resultado en los demás exámenes y que lleguéis a ser un[f:"una"] templario[f:"templaria"] de Miraju.
Me pregunto qué es lo que lleváis en la mano.
Os he visto venir. ¿Tenéis algo que queráis darme?
Dejadme echarle un vistazo.
Tenéis una carta de recomendación.
No se puede entrar a los templarios de Miraju sin habilidades y perseverancia.
Hay muchos Daevas que abandonan a medio camino, pero vos, [%username], no parecéis de esos.
Demostradme que he tomado la decisión acertada.
[%username], os estaba esperando.
Creí que me visitaríais a mí primero, pero lo habéis dejado para el final.
Pero no importa.
Lo importante es que hayáis evolucionado lo suficiente como para poder presentaros a la prueba de cualificación de los templarios de Miraju.
Bien, enseñadme la recomendación.
Por suerte los cinco han firmado.
(Firma la carta de recomendación). Con esto habéis pasado el segundo nivel.
Ahora id al [%dic:STR_DIC_FLA33] y participad en una ceremonia sagrada. Después, regresad junto a Lavirintos.
Ah, sí, ¿habéis podido conseguir la [%dic:STR_DIC_I_relic_01]? Si no queréis tener que ir dos veces, no olvidéis llevarla con vos.
Hasta la próxima.
El Liceo es el lugar donde se venera a los cinco soberanos empirianos y se sirve a los Daevas.
Venid siempre que queráis rogar a los soberanos.
Ellos hicieron este sitio accesible para todo el mundo.
En vista de la petición de la convicción sagrada, parece estar preparándose para la prueba de los templarios de Miraju.
Ya me había preocupado por las habilidades de Lavirintos, menuda suerte.
Como me ocupo de preparar la convicción sagrada, entregadme la Piedra del juramento.
Grabaré en ella el juramento de fidelidad a la Sagrada Orden de Miraju.
Vaya, ¿no tenéis la Piedra del juramento?
Siempre hay algún Daeva que olvida la suya.
Están demasiado nerviosos por la prueba de admisión de los templarios de la Sagrada Orden de Miraju.
Han llegado todas las cartas de recomendación, así que os podéis tranquilizar. Marchaos y traedme la [%dic:STR_DIC_I_relic_01], os espero.
Intuyo por vuestra cara que todo ha ido bien.
Mostradme la carta de recomendación.
Vamos a comprobar si los seis maestros os han reconocido.
Os felicito.
Habéis dado el primer paso. Como símbolo de ello os ruego que aceptéis estas botas.
Que os guíen durante el largo camino que tenéis ante vos: un camino que os llevará a la incorporación a la Sagrada Orden y a convertiros en lo mejor que tiene que ofrecer Elísea.
Pedir a [%dic:STR_DIC_N_Boreas] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Pedir a [%dic:STR_DIC_LA47] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Pedir a [%dic:STR_DIC_N_Hecate] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Pedir a [%dic:STR_DIC_N_Thrasymedes] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Pedir a [%dic:STR_DIC_N_LC1_Anyte_M] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Pedir a [%dic:STR_DIC_N_LC1_Dion_M] que os firme la carta de recomendación para los templarios de Miraju
Hacerse con la [%dic:STR_DIC_I_relic_01] e ir a ver al sumo sacerdote [%dic:STR_DIC_N_Jucleas]. Pedirle que celebre el ritual de admisión
Informar a [%dic:STR_DIC_LA80]
Para ser templario[f:"templaria"] de Miraju, los seis preceptores de clases deben estar de acuerdo. Id a ver a Boreas, Jumentis, Hécate, Trasímedes, Anite y Dion y pedidles que firmen la carta de recomendación. Luego solicitadle a Jucleas que celebre la ceremonia sagrada.
Lavirintos os preguntó si realmente os habían despertado las enseñanzas de los sabios y si no queríais ingresar en la Sagrada Orden de Miraju.
Os dijo que ya os habían despertado las enseñanzas de los sabios, lo que supone el primer nivel y que, por tanto, podía comenzar el segundo paso, para lo cual necesitáis la aprobación de seis maestros de profesión.
Os reunisteis con Boreas, Jumentis, Hécate, Trasímedes, Anite y Dion, conseguisteis la firma de cada uno de ellos en la carta de recomendación y fuisteis a ver a Jucleas, que celebró una ceremonia sagrada.
Después que terminase todo y regresar, os dieron la enhorabuena por superar la segunda prueba y obtuvisteis un equipamiento que utiliza la Sagrada Orden de Miraju.