Las heridas físicas se pueden curar del todo al cabo de algún tiempo, pero las del alma son distintas.
Ese tipo de cicatrices, aunque parezca que se han curado, pueden reabrirse y provocar daños.
Por tanto, os aconsejo que acudáis a tiempo a un sanador con experiencia para que os trate las heridas del alma.
Que la paz de la oscuridad sea con vos.