¡Arieluma!

Los jóvenes sois muy curiosos. Ningún camino conduce hasta aquí. ¿Cómo habéis llegado?

Yo fui por la ruta incorrecta y acabé en el Poblado Calidón. Conseguí huir y corrí hasta desplomarme. Cuando me desperté, estaba aquí.

Decidí quedarme y disfrutar de las hermosas vistas. Vos también podéis quedaros si queréis.

Tal vez luego.