Asfelumbra, Daeva. ¿Sabíais que no es posible sanar un alma si el cuerpo fue destruido?
¿No es extraño? Podemos sanar almas, pero no sin sus cuerpos.
Naturalmente, los sanadores de almas conocen el motivo. Nuestro cuerpo y nuestra alma forman parte de un todo, no son elementos separados.
Sobre el Faro de Anair flota un pobre Espíritu.
Es un Arconte llamado Valboner cuyo cometido era vigilar el faro.
Incluso después de muerto no ha podido dejar su obligación y descansar en paz. Alguien debe convencerlo de que regrese a la Corriente de Éter.
Qué cierto, Daeva, qué cierto. Por favor, convenced a Valboner de que cese sus preocupaciones de mortal.
Decidle que ya no hay razón para que vigile el faro, puesto que el puerto se ha congelado. Decidle que ahora puede descansar.
Hay muchos que ya han intentado convencer a [%dic:STR_DIC_N_Valboner]. Pero él se aferra a su obligación como un Sugo a una moneda brillante.
Cuanto más tiempo pasa, más miserable se vuelve su alma. Un alma sin cuerpo se atrofia y sufre.
Por favor, intentad convencerle de que regrese a la Corriente de Éter, Daeva.
Es una lástima que rechacéis esta tarea. Cierto, no es sencilla, pero no os he elegido sin motivo.
Si enviara a otro, seguramente todo acabaría en una confrontación.
Muy bien, [%userclass]. Buscaré a otro.
Oh, genial. Otro mortal que quiere enviarme a la bendita eternidad.
¿Se os ha pasado por la cabeza que no hago esto por mi salud, por decirlo así? He entregado mi vida a la custodia de este faro.
No puedo irme solo porque me siente mal. Para mí el honor significa mucho más, Daeva.
No deseo regresar a la Corriente de Éter... No voy a irme y a dejar este lugar sin vigilancia.
Carabe se entromete continuamente... Decidle que no se preocupe. El sentido de la obligación que me ata a este lugar también me mantiene limpio.
Os habéis esforzado mucho para venir a visitarme, pero aun así... ¡DESAPARECED!
Convencer a [%dic:STR_DIC_N_Valboner]
Convenced al farero Valboner de que regrese a la Corriente de Éter.
El sanador de almas Carabe os informó de que el farero Valboner continuaba vigilando el faro incluso después de muerto. Os pidió que lo convencierais de que regresara a la Corriente de Éter.
Lo intentasteis, pero se negó elocuente e impetuosamente.