¡Ajá!
¡En vuestra mirada de fuego arde la providencia, [%userclass]! Acercaos y ved lo que os deparan los adivinos, no, el DESTINO, este día maravilloso.
¡El negocio florece! ¡Pinta bien... pero que muy bien!
Bien, esto funciona de la siguiente forma: decidles que pica y se rascarán. Es el truco más viejo del mundo.
Decidme, ¿qué tal vos? ¿No queréis averiguar qué tienen los Cinco reservado para vos? Iluminad vuestro destino y quizá podáis cambiarlo, al menos eso es lo que se dice.