Me gusta acopiar existencias con antelación. Así consigo credibilidad frente a mis clientes.
Los clientes quieren disponer de los artículos de inmediato, no en un futuro poco concreto.
Así que he encargado unos Frutos de trípode mucho antes de que se me terminen.
Pero la fecha de entrega ya ha pasado y apenas me quedan existencias. Si se me acaban los frutos... bueno, no quiero ni imaginarme las consecuencias.
O mejor dicho: me las imagino demasiado bien. Clientes insatisfechos que se niegan a comprar aquí... que acuden a los comerciantes sugos...
En otras palabras, una catástrofe.
Pero no sería un problema si encuentro alguien que recoja los Frutos de trípode en Alsigia, en Morfugio, y me la traiga.
Yo no puedo ir: no tengo a nadie que me pueda vigilar la tienda. Además, cuando uno no puede volar, el viaje se alarga mucho, lógicamente.
Y bien, ¿qué decís? También os pagaré...
[%dic:STR_DIC_N_Tekor] casi siempre está en su granja en Alsigia. Normalmente es tan concienzudo que hasta me preocupa un poco que no haya enviado el pedido.
Pero si no recibo la mercancía esta vez, a lo mejor tengo que buscarme otro proveedor.
En fin, vale. Es que no todos los Daevas están preparados para aceptar encargos de mensajería para los comerciantes.
Pero deberíais saber que no ha sido fácil reunir el valor suficiente para pedíroslo.
Tengo que decir que desde que Balom gobierna el pueblo, se vive mejor. Yo, por ejemplo, ya no necesito trabajar para ganarme la vida.
Pero por algún motivo, me parece más agotador aguantar el mal humor de Balom que ocuparme de mis tierras.
¿Pero qué os trae por aquí, Daeva? Seguro que no habéis venido a escuchar las quejas de un granjero.
Sí, sí, se puso muy impaciente con el pedido. Seguramente teme que los Sugos le quiten los clientes.
Sea como sea, ahora es [%dic:STR_DIC_N_Virashak] quien se ocupa de los pedidos. Yo me concentro en administrar la granja.
Virasac siempre pedía trabajo a Balom y ahora tiene el mío.
Antes me quejaba constantemente de que no tenía nada que hacer, ¿sabéis? Ahora que sí tengo algo que hacer, desearía no tener nada.
Tecor siempre me da la tabarra para que envíe los pedidos a tiempo, pero es imposible.
Vos no venís a darme también la tabarra, ¿no?
Sí, lo sé. Lapión también da la tabarra constantemente.
Pero si Balom me invita a un trago, en fin; ya sabéis cómo va esto, Daeva. Tener una buena relación con el hombre que ostenta el poder es más importante que enviar una insolada caja de frutos.
Me alegro de que estéis aquí: de este modo me resulta más fácil enviar el pedido de [%dic:STR_DIC_N_Lapion]. Así que he hecho mi trabajo, ¿veis?
¿Os gusta mi vestimenta, [%username]? Una Daeva de la prosperidad me dijo una vez lo importante que es vestirse bien para los comerciantes –sobre todo para los que no queremos que los Sugos nos roben la clientela.
Espero que hayáis vuelto porque tenéis mis Frutos de trípode.
¡Oh, magnífico! Están justo en su punto de madurez y perfectamente empaquetados.
¿Cómo pueden encargarse tan bien de los frutos y haber descuidado tanto mi pedido?
Sea como sea, os habéis esforzado mucho para conseguirme los Frutos de trípode, [%username]. Tomad esto. No es mucho, pero demuestra mi agradecimiento.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Tekor]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Virashak]
Llevarle los Frutos de trípode a [%dic:STR_DIC_N_Lapion]
Id al pueblo de Alsigia y recoged los Frutos de trípode para Lapión.
Lapión se quejó de que no le había llegado los Frutos de trípode que había encargado y os pidió que fueseis a recogerla directamente a Alsigia.
Cuando fuisteis a buscar a Tecor, os dijo que ya no vendía frutos de Trípode y os remitió a Virasac.
Virasac dijo que se había retrasado por un asunto importante y os entregó los Frutos de trípode.
Lapión se quejó por el retraso de la entrega, pero se alegró mucho de la excelente calidad de la mercancía.