¡Me alegro de veros, [%username]!
El viento muerde hoy con dientes helados.
Tenéis ante vos a una de las mejores gladiadoras que haya honrado nunca esta Arena con su presencia, [%username]. Oh sí, ya sé quién sois. Cuando alguien lucha como vos, su reputación le precede.
Pero el reconocimiento no me corresponde solo a mí. Mi madre lideraba una compañía de intrépidos mercenarios y se puede decir que crecí en el campo de batalla. Me acostumbré desde la más tierna infancia al batir de las espadas y al olor de la sangre.
Si aún estuviera con vida, ella estaría muy orgullosa de mis logros. Deberíais probar suerte en la Arena. Tal vez descubráis en vos un lado desconocido.