¿Veis como brillan mis ojos, Daeva? Es la chispa de la llamada de la sangre. Mi hijo Aremión regresa hoy del servicio en Resanta.
Cuando él vino al mundo, yo era Arconte. Sin embargo, tuve claro desde el principio que no podía dejar su protección en manos de nadie. Por eso abandoné el servicio militar y desde entonces consagré mi vida a Aremión.
Al principio me alegré cuando ascendió, pero luego... Había alcanzado la vida eterna, pero lo enviaron inmediatamente al frente de Resanta, donde corría el peligro de perder su alma para siempre.
Ahí lleváis razón. Sé lo que significa luchar en una batalla. No podía pensar en otra cosa mientras esperaba el regreso de Aremión. Venía cada día al templo a rezar por él. Algunos no se tomaron bien que estuviera allí sentada lamentándome por hijos ausentes. No es propio de los asmodianos.
En mis oraciones le prometí a Asfel que haría guardia todos los días aquí, en el Puente de Vifrost, para alabarlo si a Aremión no le sucedía nada.
Sin embargo, ahora... ahora que Aremión regresa a casa, casi me da miedo celebrarlo.
He decidido organizar un banquete para celebrar el regreso de Aremión. ¿No es así como los asmodianos suelen recibir a sus héroes?
Debo compartir la alegría que siento con otros que han aguardado conmigo que regresara sano y salvo. No obstante, no puedo dejar la guardia. Asfel podría encolerizarse en el momento en el que más necesito su protección.
Vos tenéis experiencia, [%username]. Entendéis mi situación. Mucha gente os admira. ¿Seríais mi representante en este asunto y le pediríais a [%dic:STR_DIC_N_Selesti] que prepara el banquete en mi lugar?
¡Oh, muchas gracias! Cuando habléis con [%dic:STR_DIC_N_Selesti], decidle que no quiero un banquete decadente. Tiene que ser más como una especie de fiesta familiar, cordial y distendida, solo para amigos y parientes.
Aremión también podría haberse quedado en Pandemónium y gozar de una vida pacífica. Los Cinco saben que hay muchos que lo han hecho. Sin embargo, mi hijo es un verdadero asmodiano. Su legado lo alentó a cumplir su obligación en el Abismo.
¡Ahora queremos darle la bienvenida que se merece!
Vaya. Quizá he pedido demasiado.
Sé que debería ocuparme personalmente del asunto, pero no me atrevo a moverme de aquí.
A lo mejor Asfel me perdonaría, pero... ¡a lo mejor no!
Se puede celebrar un banquete por un sinfín de motivos, Daeva. Las antiguas familias solían respetar la tradición de organizar banquetes benéficos para los pobres en el Distrito de Vanajal.
En Crandale es donde tienen lugar las verdaderas fiestas, cuanto más salvajes mejor. Siempre hay un par de Daevas que parten hacia el Abismo al día siguiente. Hacen mucho ruido y dejan tras de sí montañas de basura, pero nadie se queja. Podría ser la última noche de diversión de sus vidas.
En fin, organizo festines a medida, para cualquier ocasión
¿Carolín? ¿Es que su hijo regresa por fin a casa? ¡Oh, gracias a los Cinco! Me dolía mucho verla siempre de pie en el puente, como una sombra de la muerte. Tal vez por fin volvamos a verla sonreír.
Estoy hasta arriba de trabajo, pero no puedo rechazar a Carolín. No si Aremión vuelve por fin del Abismo.
¡Empiezo inmediatamente con los preparativos del banquete!
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Selesti]
Carolín quería celebrar un banquete con motivo del regreso de su hijo. Id a ver a Selesti y encargadle que lo organice.
Carolín quería organizar un banquete para su hijo, que regresaba a casa desde el campo de batalla en Resanta.
Por petición suya, os encontrasteis con Selesti, una Daeva que organizaba banquetes, y le encargasteis que prepara un festín para amigos y familiares. Aunque estaba muy ocupada, dijo que lo haría con gusto por Carolín.