Estáis ante un sumo sacerdote.
Soy Portis, del Pantano de Portis.
Basta con que pronuncie una palabra para que todos los elios obedezcan.
Así de grande es mi poder.
Nobleza auténtica: eso es Portis.
Estáis ante un sumo sacerdote.
Soy Portis, del Pantano de Portis. Le puse mi nombre intencionadamente.
Una palabra mía bastará para poner en marcha a todos los elios.
Así de poderoso soy yo.
De sangre noble. Ese soy yo, Portis.
No tengo a mi propia tropa de protección privada en vano.