De todas las criaturas extrañas que habitan Atreia, probablemente las más enigmáticas sean los pequeños Sugos.
Estos astutos comerciantes distribuyen sus mercancías por toda Asmodia. Han construido un verdadero imperio comercial en el Abismo. Parece que su comercio se extiende incluso hasta Elísea.
Pero, ¿qué sabemos en realidad sobre estas criaturas de vista aguda y colas peludas?
La historia de los Sugos está rodeada de misterio. Si bien es evidente que convivieron con los humanos en la antigua Atreia, los apuntes históricos de los Dracanes, llenos de lagunas, apenas nos dejaron fuentes que nos informen sobre ellos.
Una fuente prueba la existencia de un comerciante de paso por la ciudad: "... un tipo bastante peculiar, peludo y con mirada inquieta que no paraba de decir 'yange, yange'."
Los apuntes históricos de la Guerra Milenaria llevan a la conclusión de que los Sugos se consideraban poco fiables, puesto que se daba por hecho que vendían armas tanto a los humanos como a los Balaúres.
En opinión de este historiador, no debían de ser más que prejuicios porque, ¿qué armas podrían tener los Sugos que fueran lo suficientemente poderosas como para interesar a un Balaúr?
Es evidente que, en contraposición a la mayoría de los Sapiens, los Sugos se encontraban a ambos lados de Atreia cuando esta se dividió como consecuencia de la catástrofe.
Uno de los mayores misterios en torno a los Sugos es por qué no evolucionaron a formas diferentes como sucedió con los humanos. Los Sugos asmodianos no son más fuertes que los Sugos elios y a los Sugos elios no les falta el pelaje.
¿Es posible que a los Sugos se les ocurriera viajar de un lugar a otro antes de que lo hicieran los humanos?
Los Sugos son discretos en lo que concierne a su cultura y sus rituales. Por esta razón solo podemos especular sobre lo que hacen los Sugos cuando no hay humanos cerca.
La sociedad de los Sugos más bien está organizada en clanes de comerciantes, en lugar de en grupos familiares pequeños como es habitual entre humanos. Algunas fuentes hablan de una "gran empresa" que constituye la esencia de la filosofía moral de los Sugos.
Un Sugo jamás se aprovecharía de otro Sugo, pero aprovecharse de otras razas parece ser una práctica habitual. Algunos creen que los Sugos aparentan ser menos inteligentes de lo que en realidad son para engañar a los humanos.
Durante años se han alimentado rumores terribles de todo tipo sobre los Sugos. Algunos llegan incluso tan lejos que culpan a los Sugos de todo lo malo que hay en el mundo.
Las malas lenguas afirman que los Sugos beben sangre de lactantes humanos. Este historiador no puede hacer suficiente hincapié en la falsedad de este argumento.
Los Sugos son espíritus libres de corazón puro, completamente incapaces de hacer el mal.