¡Asfelumbra!
El gobernador Bard me ha transferido la responsabilidad sobre este lugar, puesto que él ha marchado a la guerra.
Nadie puede escapar de esta pasión.
Confiamos en él, y los Sinoligados apoyan a la tropa expedicionaria con todas sus fuerzas.
Lo que diferencia a este lugar de Cantalón es que no estamos aquí para ocuparlo.
Aquí hay muy pocos recursos y no hay objetos valiosos que merezca la pena nombrar.
Probablemente las únicas joyas se encuentren en el mar.
Además se cierne sobre nosotros una amenaza del desierto de las espinas. Es posible que, de aquí a un tiempo, todo el territorio se desertifique.
Debemos finalizar nuestra batalla contra Beritra aquí tan rápido como sea posible.