Marchaos.
¿De verdad pensáis que todos somos amables y sonrientes como la centurión Mirca de Morfugio?
Claaaaro, claro. Seguramente encontraréis encantador cómo infunde lealtad en los corazones de su mesnada. Pues yo no. Esa maldita hija de un Tog me debe todavía 3 512 423 Quinas.