Saludos.

Tengo la mala costumbre de cometer errores siempre en el peor momento y cargarme el trabajo.

Cuántos errores habré cometido ya desde que estoy en Cantalón...

Uno más y Estelman me echará a la calle.

¡Juro que no tendré ni uno más!

¡A Aion pongo por testigo...! ¡Oh, un momento!

¿Dónde está la bolsa de dinero que tenía en mi bolsillo interno?

(Termináis la conversación).