Quizás en algún universo paralelo en el que los asmodianos se desperecen al sol y los Balaúres se dediquen a la jardinería, vuestra facultad de elegir atuendo - ¡quizás!- podría calificarse como mediocre.

Mi genio ha alcanzado su apogeo. Los Daevas vienen desde las tierras más lejanas solo para que yo les asesore.

¿Sabéis por qué? Porque paso días, ¡años!, confeccionando una sola prenda de ropa que solo vendo cuando es de una elegancia intachable. La ambición hacia la elegante perfección me hace cuidar hasta el último detalle, sin reparar en gastos.

Si venís y me decís simplemente: "Me llevo este", sin tan siquiera pensarlo, os mofáis por completo de mi orgullo profesional. ¡Así demostráis vuestra ignorancia en cuestiones de moda! ¡Rompéis los últimos vestigios de mi pequeño corazoncito!

¿Qué talla pensáis que me iría bien?