No dejéis que la victoria se os suba a la cabeza.

No la habéis logrado solo por vuestras propias fuerzas...

Hay una razón para todo... una más profunda, más grande y que vos no conocéis.

¡Qué fastidio!

Si entonces el mensajero hubiera acudido a Fregion, los vencedores y los derrotados no hubieran sido los mismos...

Y a mí no me hubieran apresado...

Ahora ya no puedo saber a dónde ha ido el mensajero.

(Termináis la conversación).