Deberíais marcharos de aquí, Daeva. Este lugar os devora mientras aún vivís y luego escupe vuestro cadáver.
Desde que vi a mi hijo muerto en este valle, cubierto de plumas y heridas de garra, mi vida es un tormento.
Me hice cazarrecompensas para encontrar a la criatura que mató a Arin. A la criatura que tenía estas plumas en sus alas.
Si tuviese más pistas, ya habría encontrado al asesino hace mucho. Han pasado diez años... diez dolorosos años.
Nunca he pedido ayuda a un[f:"una"] Daeva, pero ya es hora.
Tengo que vengar la muerte de mi hijo. Tengo que seguir viviendo mi vida.
Cazad Harpías en el Refugio de los Soberanos Empirianos. Arrancadles las plumas y traédmelas.
Entonces veremos si el asesino es una de ellas.
Si algo he aprendido en estos últimos diez años, es que hoy día la gente ya no se ayuda mutuamente.
Dadme las plumas. Quiero verlas.
Para asegurarme, tengo que ver las plumas con mis propios ojos. Por favor, traédmelas.
Dejadme en paz. Las examinaré para comprobar si una de esas Harpías mató a Arin.
Si no...
Recoger plumas de [plur][%dic:STR_DIC_M_LF2A_Harpy_45_An] y de [plur][%dic:STR_DIC_M_LF2A_HarpyRe_45_An] y llevárselas a [%dic:STR_DIC_N_Elektra]
[%collectitem]Matad Harpías en el Refugio de los Soberanos Empirianos y llevad sus plumas a Electra
La cazarrecompensas Electra buscaba desde hacía mucho tiempo al ser que asesinó a su hijo. No tenía ninguna pista aparte de unas cuantas plumas.
Matasteis Harpías en el Refugio de los Soberanos Empirianos y le llevasteis sus plumas para que pudiese comprobar si había alguna del asesino.