¿Reina la paz en vuestra alma, hijo[f:"hija"] de Aion? Pues dadle las gracias a los Espíritus de la Bahía de Estenon, que murieron luchando contra Bollvig.
La culpa de lo que ha conseguido el Arconte es del Obelisco de la imprecación: nuestros Daevas caídos no pueden ni regresar a la Corriente de Éter ni resucitar. Están condenados a vagar sin rumbo para toda la eternidad.
Llevo semanas en este pueblo y espero que la llegada de las tropas de Sánctum y de la Flota añil traiga la paz a estas almas inquietas.
Claro que me gustaría resucitar a los Daevas, pero no es posible: llevan demasiado tiempo vagando como Espíritus.
No nos queda otra elección que reconducir sus almas a la Corriente de Éter.
¿Lo aprobáis? ¿Podéis haceros cargo de ello?
Gracias. Había pensado en pedírselo a la Flota añil o a los Guardas de Sánctum, pero les falta la piedad necesaria para una misión así.
Los [plur][%dic:STR_DIC_M_UndeadLightWi_44_An] y los [plur][%dic:STR_DIC_M_UndeadLightFi_43_An] se resistirán, pero al final os lo agradecerán.
Lo entiendo, Daeva. Es una misión terrible matar a los propios antepasados.
Si no es a vos, no sé a quién dirigirme...
¡Ah, [%username]! Os esperaba.
Estaba rezando en el altar y al dirigir la mirada hacia la Bahía de Estenon he visto un montón de luces ascendiendo al cielo.
Eran las almas que habéis devuelto a la Corriente de Éter, Daeva. Habéis hecho algo bueno.
Ojalá sus almas encuentren la paz.
Aion os concederá una gran recompensa, pero hasta entonces... tomad esto.
Enviar a los [plur][%dic:STR_DIC_M_QUEST_3525] de regreso a la Corriente de Éter ([%2]/10)
Dar parte a [%dic:STR_DIC_N_Erato]
Las almas de los Daevas que murieron en la lucha contra el Arconte Bollvig siguen vagando por la Bahía de Estenon. La sacerdotisa Erato os ha pedido que las devolváis a la Corriente de Éter.
Las almas de los Daevas que murieron en la lucha contra el Arconte Bollvig seguían vagando por la Bahía de Estenon. La sacerdotisa Erato os pidió que las devolvieseis a la Corriente de Éter, ya que no se les puede resucitar debido al estigma de la maldición.