Yo... ¡Yo lo vi! Estamos todos perdidos... ¡Podemos darnos por muertos!

Pensáis que estoy mal de la cabeza... Así piensan muchos... Pero yo... ¡yo lo vi! Cuando ascendí, vi una cara. Vi el fuego que ardía en sus ojos... el decimotercer soberano empiriano, que desciende a Pandemónium y arrasa con la ciudad, dejando solo ruinas calcinadas a su paso.

¡Fue terrorífico! ¡Se abrió camino entre nuestros Arcontes como si fueran de juguete! ¡O niños!

Está llegando... Está llegando y no podemos hacer nada para evitarlo...

Calmaos un poco. Tuvisteis una pesadilla. Creo que habéis bebido demasiado.

¡Pensad lo que queráis, no importa!

He visto lo que a otros permanece oculto, y si me lo guardo para mí y luego ardéis en llamas, mis manos quedarán manchadas con vuestra sangre. Por eso os advierto, para que huyáis de Pandemónium y empecéis una nueva vida en cualquier otro lugar.

Escuchad lo que tengo que decir, [%userclass]. Abandonad los pabellones antes de que se desplomen sobre vuestra cabeza...

¡Ánimo! ¡Sangre por sangre!