(Del fino cuello de la Botella de poción cuelga una etiqueta. A pesar de que la inscripción está tapada parcialmente por una mancha oscura, podéis descifrar las siguientes palabras: "Destinatario: Embarcadero de Prímum, Resanta, a la atención de [%dic:STR_DIC_N_Blir]").

(No estaría bien que os la quedarais. Deberíais llevársela a Blir, un intendente del Embarcadero de Prímum, en Resanta).

Voy hacia allí.

¿Venís a por suministros? Por vuestro bien, espero que no.

Tendréis más suerte si le pedís a un Balaúr que os deje algo de equipamiento. No me queda nada de nada.

Enviar pedidos no supone ningún problema, pero recibirlos es meramente imposible. ¡Pido el doble para que al menos llegue algo!

Esto iba dirigido a vos.

¡Vaya! Eh... ¡no paro de hablar sin decir nada!

Me habéis sacado de un aprieto, querido[f:"querida"] amigo[f:"amiga"]. Los legionarios enseguida se lo toman personalmente cuando se les prometen pociones y no las reciben. Especialmente los legionarios heridos.

Os lo agradezco. Si no me hubierais ayudado, al final hasta yo habría necesitado un poco. Sangre por sangre, Daeva.

Llevar la Poción sanadora potente al intendente [%dic:STR_DIC_N_Blir] en Resanta

Según la inscripción de la etiqueta, la Poción sanadora potente que obtuvisteis como recompensa debería ir a Resanta. Lo mejor es que se la llevéis a Blir, un intendente del Embarcadero de Prímum.

De la Poción sanadora potente que obtuvisteis como recompensa colgaba una etiqueta. En esta ponía que su destino era Resanta.

Tras reflexionarlo a fondo, le llevasteis la poción al intendente Blir del Embarcadero de Prímum. Se mostró muy agradecido porque estaba teniendo problemas con envíos de suministros incompletos desde hacía un tiempo.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]