¿Quién sois?
No seréis un espíritu, ¿no?
¿Sabéis una cosa? ¡Cuando el general de brigada Sutrán me envió al Impetúsium no cabía en mí de alegría! Pensé que con todo el éter que hay aquí, seguro que me pasaría todo el día volando.
Pero no me han asignado a la patrulla voladora. Con todo el lío de la reconstrucción, apenas tengo tiempo para abrir las alas.
Grac y Gulcala están ahí arriba, en la parte superior del edificio, donde no hay espíritus que les den la lata. Mi deber es espantar a los espíritus y procurar que los trabajadores no huyan de ellos.
Cuando vine aquí no tenía ni idea de lo difícil que sería reconstruir el Impetúsium.
Estamos tan lejos de todo, que apenas llegan materiales. Y allí arriba está repleto de espíritus...
¡Ya me he quejado a Gulcala, pero él tampoco tiene ninguna autoridad!