Daeva... ¿tenéis un momento? Me gustaría hablar con vos... si tenéis tiempo.
Un momento... ¿No había barrido ya esta parte?
Disculpad, es que no estoy a lo que hay que estar. Me resultáis familiar, Daeva. ¿Os conozco de algo?
Llevo toda la vida en el pueblo, pero algunos días... es como si no me acordara de nada en absoluto.
Es todo por culpa de Jianu. ¿Cómo voy a pensar en otra cosa si está siempre lejos? Me preocupo por él.
No está precisamente tomando el sol en una playa de la Costa del Cantahar. El pobre tiene que estar pasando hambre y viéndoselas con criaturas peligrosas en el bosque.
La gente dice que me preocupo demasiado, ¡pero es que es mi marido! Solo quiero que no le suceda nada... y que esté aquí, conmigo.