¡Asfelumbra!

Nunca me habría imaginado que nuestras fuerzas de combate podrían perder la Fortaleza Oriental de Siel. Cuando lo supe fue una enorme decepción.

Pero el centurión Amundi me animó. Me dijo que si no dejábamos de atacar la fortaleza, acabaríamos por reconquistarla de nuevo.

Y tiene razón. No puedo regodearme en mi desesperación mientras los enemigos nos rodean. ¡Tenemos que actuar con determinación si queremos atacar al enemigo y reconquistar la fortaleza!

¡Por la victoria!