Cuando el alma está herida, los Daevas lo reconocen al instante.

No puedo conceder la paz eterna a los Daevas, pero puedo sanar almas.

Avisadme si puedo ayudaros. Tan solo tenéis que decirlo y os enviaré allí.

Sanar el alma

En Pangaea, no deberíais dejaros engañar por las apariencias.

(Termináis la conversación).