Saludos, Daeva.
Creo que tenemos algo en común. Habéis venido aquí para hacer fortuna. ¡Yo también! Claro que no tenía nada que perder, así que fue una decisión fácil.
Conozco a muchas mujeres que intentarían seducir a un Daeva con su belleza, pero yo prefiero alcanzar el éxito con mi propio esfuerzo. ¡Además, ningún Daeva del mundo se ataría jamás a alguien con la expectativa de vida de una humana!
También vos habéis tenido naturaleza humana en algún momento, ¿no? Quizá algún día también yo consiga ascender. Seguro que muchos dirían que es un objetivo inalcanzable, ¡pero no soy una mujer que se rinda fácilmente!