Aquí no hay nada que ver, [%userclass].

Hace ya un tiempo desde el último ataque real. No es que me queje...

Madre y padre depositaron grandes expectativas depositadas en mí cuando era pequeño. Tenía que hacerme Daeva. "Salva al pueblo", decían. "¡Lucha por algo, Sami!".

Aprendí el manejo de las armas a muy temprana edad. Pronto me hice muy bueno con la espada, pero la gloria no llegó, la ascensión nunca tuvo lugar. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga: aprendí a defenderme y mirad qué soy ahora: ¡un miembro de la milicia de Tolbas!

Vale que aquí no me bato el cobre con asmodianos enloquecidos, pero una cosa os digo: ¡cuando estos Trasgos se enfurecen, tampoco son mancos! Y los Clamidosaurios... ¿qué puedo deciros?

Aquí estoy mucho mejor; a fin de cuentas, defiendo mi hogar. A padre le gustaría.

Seguro que sí.