¡Arieluma!

La soberana empiriana Yustiel bendice a todas las criaturas.

¿No salta a la vista? Soy una de las dos Daevas de la vida destinadas en el Oasis de Arbolu.

Es algo verdaderamente insólito. Esta tierra se encuentra destruida por completo y necesita nuestra ayuda.

Supongo que una de nosotras debe dedicarse a la tierra y la otra a proteger a Arbolu, el abuelo de todos los árboles. Pero toda vida es valiosa.

En nombre de Yustiel.