Últimamente estoy saturado de cartas. "¡Enviadnos tropas!", "¡necesitamos tropas!", "¡mandadnos refuerzos!".

Me encantaría ayudar, pero es que para empezar disponemos de muy pocos soldados y no puedo prescindir de nadie.

La mayoría lo ha comprendido, pero [%dic:STR_DIC_N_Ibelia] no quiere escuchar.

¿Ajá?

Ya le he enviado una cantidad ingente de respuestas y le he explicado por qué no puedo ayudarla, pero no desiste.

¿Podríais ir a verla y explicarle la situación personalmente?

Aceptar Rechazar

Muy bien. La encontraréis en el Pico de Vaicel.

Sería mejor para mí que no la hagáis enfadar cuando se lo comuniquéis. No obstante, lo principal es que se lo hagáis saber.

Lo haré lo mejor posible.

Muy bien. Muchas gracias... De verdad que no tengo tiempo para aclarar por escrito cada dos días cómo de faltos de personal estamos.

Pero no importa. Supongo que tendréis asuntos propios de los que ocuparos.

Así es.

¡Eh, vos! ¿Estáis buscando trabajo? De verdad que me vendría bien vuestra ayuda.

En realidad, tengo un mensaje para vos...

¡¿Qué?! ¡Esto es rotundamente inadmisible! ¡Para empezar, es culpa de él que necesite refuerzos!

¡Mientras esas malditas bestias ronden por aquí, me es imposible trabajar! ¡Agh!

Transmitir el mensaje de Barzón a [%dic:STR_DIC_N_Ibelia]

Ibelia no para de mandar cartas con peticiones de refuerzos. Reuníos con ella y explicadle la situación en la fortaleza.

Barzón se quejaba de que recibía cada vez más peticiones de refuerzos, pero que él nunca disponía de soldados suficientes.

Os pidió que hablaseis con Ibelia, quien seguía pidiendo ayuda a pesar de los repetidos rechazos y los incontables intentos de explicación.

Cuando hablasteis con Ibelia, culpó a Barzón de que ella necesitase los refuerzos. Sin embargo, no os explicó el porqué.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]