¿Qué queréis?

Los Daevas de Sánctum pueden parecer civilizados, pero en el fondo no son más que charlatanes presuntuosos.

Antes de que me destinasen aquí, estuve en el Pabellón de los Protectores y los templarios de la Sagrada Orden se pasaban todo el día en chismorreando en la Taberna de Dionisia. ¡Bah!

A veces bebía con ellos, pero no me gustaba que hablasen de la gente a sus espaldas. [%username], si queréis quedaros más tiempo en Sánctum, aseguraos de no convertiros en el centro de esas conversaciones.

Contadme más. Gracias. Tendré cuidado.

La gente habla de los demás por no hablar de sí mismos.

A saber qué trapos sucios esconden ellos.

Yo tengo mis propios trapos... y creo que vos también.

¡Lealtad y armas!