¡Por fin he dado con la fórmula para que los Cíclopes recuperen su forma original!
Solo hay que restablecer la conexión etérea entre el Cíclope y... Uy, disculpad. Seguro que todo eso no os interesa.
En cualquier caso, estaría bien probar primero el hechizo con un Cíclope roto.
[%username], os lanzaré el embrujo a vos: luego id al [%dic:STR_DIC_W_LDF4a_SZ_B1], donde se encuentra el [%dic:STR_DIC_ILDF4a_Golem_Q41204]. Simplemente para hacer un ensayo.
¿Eh? ¿Que por qué no voy yo?
En realidad por nada en especial...
(Es el Cíclope roto).
(Paitios debía de referirse a este).
(Que no se escape).
¡Habéis vuelto! ¿Ha funcionado mi fórmula?
¿Se convirtió el Cíclope en un manso gigante?
¿O no cambió?
¿Cómo...? ¿Qué decís? ¿El maestro? ¡Por Aion!
Me va a matar...
Si el maestro ha ido, el problema está resuelto. Quería resolver el asunto sin que se enterase y me había esforzado mucho... pero ahora todo ha sido en vano.
Ay, me he ganado una buena reprimenda, pero tomad, os lo habéis ganado. Muchas gracias por vuestra ayuda.
Atrapar al [%dic:STR_DIC_ILDF4a_Golem_Q41204]
Parar al [%dic:STR_DIC_M_Q41204a_golem]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Feityios]
Paitios ha dicho que ahora sabe cómo se puede deshacer el hechizo de los Cíclopes. Encontrad al Cíclope hechizado.
Paitios explicó que había dado con una fórmula mágica con la que apaciguar a los Cíclopes.
Os dio el hechizo y os pidió que fueseis al Bosque de Anaz y lo probaseis con un Cíclope roto. Tras lanzar el hechizo contra él, comenzó a enfurecerse de repente.
Masios, el maestro de Paitios, apareció justo a tiempo y anuló el hechizo.
Después de informar a Paitios sobre el enfado de su maestro, empezó a temer su reprimenda. Al principio quiso hacerlo todo en secreto, pero sus esfuerzos fueron vanos.