Daeva, habláis con Fasimedes, gobernador de Sánctum.

Espero que detrás de esta interrupción haya un buen motivo.

Casi nadie se atreve a hablarme, Daeva.

Os habéis forjado un hombre, aunque todavía está por ver si por valentía o por estupidez.

Supongo que tenéis algo importante que decirme. Algo que podría influir en el curso de esta interminable guerra. ¿Tengo razón?

Solo quería conocer al gran Fasimedes. Me... mejor me voy.

Escuchadme bien, [%userclass].

Tengo que lidiar día tras día con solicitudes de refuerzo, problemas logísticos, informes de situación del campo de batalla, lo último en investigación y desarrollo, transferencias desde el Abismo e informes sobre la situación actual de los portales. Me reúno a deliberar periódicamente con los Cinco y tengo que valorar continuamente las labores bélicas, comparar nuestra labor defensiva con las ofensivas estratégicamente importantes...

A buen entendedor, pocas palabras bastan, [%userclass]: tengo muy poco tiempo en total y nada para tonterías. Creo que me tengo más que merecido que mis soldados dejen de interrumpirme continuamente. Por esta vez os lo dejaré pasar, pero no volváis a ser tan descarado[f:"descarada"].

Que Ariel os proteja. Y ahora, marchaos.

Os ruego que me disculpéis...