Arieluma, Daeva.
Que la luz ilumine vuestro camino.
Por casualidad no estaréis aquí para ayudarnos a los eruditos, ¿no?
Ya es bastante difícil proteger reliquias de incalculable valor en medio de tanto caos de camino a Sánctum. Pero, es que, encima, los Sugos quieren que les busquemos tesoros. ¡No soy ninguna cazarrecompensas!
Todas esas armas y armaduras que utilizan los Daevas no salen porque sí, de la nada. Estrategia, táctica... se lo debemos todo a las civilizaciones precedentes y mi tarea es dar con todo este conocimiento.