No os preocupéis en absoluto: tengo todo bajo control.
Los Balaúres siguen ocultando sus tesoros detrás de la puerta. Pero no hay por qué preocuparse: mi hechizo mantiene la puerta cerrada a cal y canto.
Si tenéis que hacerlo a toda cosa, podéis daros paso a través de esa puerta.
En caso de que vayáis a por el tesoro, debería deciros que los Balaúres seguramente hayan lanzado algún conjuro para que sus posesiones se destruyan en cuanto os acerquéis, así que apresuraos.