Saludos. Soy Hanis, vuestra camarera.
¿Qué puedo hacer por vos?
La popularidad es agotadora.
Todos los días acuden aquí cientos de Daevas para verme y a veces me exaspera.
Algunos insisten en pedirme la dirección.
¡Los hombres con mucho apego resultan poco atractivos!