Cuando cierro el negocio al final del día siempre hago balance.
Llevo una estadística para registrar qué productos se venden especialmente bien y cuáles no.
Con mis investigaciones repetidas he averiguado el motivo por el que mis clientes prefieren determinadas mercancías.
Sin embargo, el motivo sigue siendo un secreto para mí.
¡Que la paz de la oscuridad sea con vos!