Os doy la bienvenida. Me alegro de veros rebosante de salud y alegría.

La gran invasión nos ocasionó muchas pérdidas.

Hubo incontables víctimas. Perdimos nuestro hogar y todo lo que habíamos construido en Balaurea...

Beritra lo borró todo en un instante.

¡Hay que detenerlo!

(Termináis la conversación).