Necesitáis tener buen ojo para las armas.

A la larga será decisivo que sepáis distinguir las excelentes de las malas.

Para ampliar vuestros conocimientos en este campo, debéis probar por vuestra cuenta un gran número de armas.

Canjear monedas

¡Que la paz de la oscuridad sea con vos!

(Termináis la conversación).