¿Qué ocurre?
La piedad debe quedar descartada cuando os encontréis frente a un enemigo.
Esa breve vacilación se convertirá en un puñal clavado en vuestra espalda.
Tenéis que acabar con vuestro oponente sin compasión.
Ese es mi secreto: así me convertí en una triste celebridad entre los asmodianos.
Aunque tengamos que soportar temporalmente que los asmodianos estén ahí frente a nosotros...
Ja, ya verán.
Son los siguientes en la lista, después de Tiamat.