¡Claro que puedo reparar el Bastón soberano de Siel! ¡Lo voy a dejar tan bien que vuestros enemigos se van a quedar sonados del vapuleo que les van a agenciar vuestros hechizos!

Pero no va a resultar fácil... Para restaurar su poder, habrá que dedicarle algo de tiempo. Además, necesito materiales poco usuales.

Os propongo lo siguiente: vos me conseguís los materiales y yo reparo vuestro bastón para que recupere todo su esplendor.

¿Qué necesitáis?

Me alegra que sepáis reconocer una buena arma nada más verla. La mayoría de los Daevas prefiere el tajo de una buena espada, pero vos no: vos sí sabéis apreciar la magia.

Será el bastón más poderoso de todos los campos de batalla habidos y por haber. ¡Verlo en acción a manos de alguien como vos será todo un goce!

¡Pero luego me quedo con el material que sobre! Arreglo vuestro bastón gratis y a cambio me llevo un metal poco usual. ¿Conforme, Daeva?

Aceptar Rechazar

Me hace falta algo bastante escaso... y antiguo. ¿Os suenan los [plur][%dic:STR_DIC_I_Insidium_01]? Es posible que sean algo anteriores a vuestro tiempo.

Es un mineral único que se generó cuando la gran Lady Siel se enfrentó a Tiamat antes de la Gran Catástrofe. Sus energías alcanzaron altas temperaturas, que transformaron carbón en este mineral.

Por estos lares solo encontraréis a un reiano que lo posea. Se llama [%dic:STR_DIC_N_Honeus]. Ha fundido Lingotes de noxalón a partir del mineral. Probablemente debáis hacerle un favor a cambio de uno de esos lingotes.

Parto en busca de Honeo.

¡Pero si tenéis un Bastón soberano de Siel! ¡Una de las armas más poderosas de la historia reiana! Es tan bueno como un hacha, pero sin las salpicaduras de sangre.

¿Y pretendéis dejar que se eche a perder? ¡Una vez fui testigo de cómo un solo hechicero fue capaz de calcinar a toda una legión balaúr con uno de estos!

¿Y vos pretendéis dejar en el olvido todo ese poder bajo una capa de mugre, muescas y sangre seca? ¡Muy bonito, eh!

Hasta la fecha me ha demostrado ser de utilidad.

¡Qué rapidez, [%username]! Ya he preparado la fragua.

Mostradme el Lingote de noxalón y vuestro bastón y me pondré a ello.

Aquí están los lingotes y el bastón.

¡Brilláis por vuestra presteza tan poco como el resto de Daevas, [%username]! ¿Os pensáis que el mundo gira alrededor de los elios?

Pues una cosa os digo: vuestra arma la restauro gratis, ¡pero solo para honrar la artesanía de mis ancestros y restaurar la antigua gloria del bastón!

¡Y vos vais y os largáis de paseo! Os voy a dar otra oportunidad, [%username]. Visitad a [%dic:STR_DIC_N_Honeus] y traedme los [plur][%dic:STR_DIC_I_Insidium_01]. No olvidéis almacenarlos en vuestro cubo. Si no soltáis el arma, me será imposible repararla.

Tenía mucho que hacer, reiano.

Hace una eternidad que no palpo un auténtico Lingote de noxalón, que no siento estas vibraciones... ni esta peculiar calidez.

(Deja el Lingote de noxalón en la fragua y trabaja el arma).

Bueno, Daeva, pues no ha llevado mucho tiempo. Tomadlo y concentraos... ¿Notáis la diferencia? ¡Vuestro bastón ya puede volver a cantar! ¡Ahora es un Bastón soberano noble de Siel!

Conseguir [%dic:STR_DIC_I_QUEST_30022] y llevárselos a [%dic:STR_DIC_N_Gefeios]

[%collectitem]

Conseguid un Lingote de noxalón, un material que puede restaurar el poder del Bastón soberano de Siel.

Gefeios os indicó que necesitaba un material especial para restaurar el verdadero poder del Bastón soberano de Siel.

Fuisteis a ver a Honeo y obtuvisteis un Lingote de noxalón después de haberle hecho un favor. Gefeios restauró vuestro bastón con los lingotes y lo transformó en un Bastón soberano noble de Siel.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]