Arieluma.

Me han denegado otra vez los refuerzos que solicité.

¡Hay más Daevas en Sánctum viendo a los artistas callejeros que aquí, protegiendo la puerta!

Apuesto a que escucharán mis súplicas de refuerzos cuando nuestros enemigos ya hayan echado la puerta abajo.

¡Lealtad y armas!