Que Ariel os proteja.
No entiendo por qué Saranto tiene tanta prisa.
Se pasa el día riñéndonos por ser demasiado lentos, incluso cuando cumplimos con éxito los encargos. O sea: si lo completamos con éxito, ¿no quiere decir que somos lo bastante rápidos?
Además, la mitad de las tareas que nos encomienda son solo medidas de fomento de empleo y ejercicios. Alguien debería decirle que se saque el palo de las plumas de la cola.