Día 1

¡Sí! ¡Soy un Guarda! Por lo que a mí respecta, todas las demás legiones que me rechazaron pueden irse al Abismo. ¡Por fin una legión ha reconocido mi valía!

Esos arrogantes de los templarios de la Sagrada Orden de Miraju se van a arrepentir de haberme dicho que no. Cuando sea famoso, todos se van a quedar boquiabiertos con mis tácticas de combate. Pero seré magnánimo... Me prestaré a impartir clases sobre estrategia en sus reuniones anuales... pero solo si me lo piden con mucha amabilidad.

Día 10

Ha sido horrible. Cuántas maniobras nocturnas... ¡y bajo la lluvia! Les dije una y otra vez que iba a resfriarme, pero nadie me hizo caso. Creo que tengo fiebre... y me duele tanto la garganta que casi se me saltan las lágrimas cuando sorbí el té de miel que me envió mi madre.

Cómo me gustaría que estuviera conmigo ahora. ¡Les dejaría claro que necesito más descanso! ¡Y que uno no debería tener que escurrir sus calcetines!

¡Y por si todo esto no fuera ya bastante malo, encima me han asignado un nuevo compañero de entrenamiento! ¡Arg! ¡Ahora voy a tener que ordenar todas mis cosas! Se llama Galio y viene de una granja de Porta. Tiene el cerebro de un Trasgo, pero creo que por lo demás es bastante majo.

Día 30

Esto es un fastidio. Todo el mundo me pide dinero prestado. ¿Cómo se han enterado de que tengo dinero? Espero que Galio no vaya por ahí de bocazas.

Creo que debería llevar una lista... para que esta panda de vagos me devuelva el dinero. Veamos...

- Galio: 5600 Quinas (para el techo de la Taberna de Dionisia de la semana pasada)

- Rolia: 14 500 Quinas (para mejorar la ropa que rasgó luchando en el barro contra una Tortuga estrellada de pantano. Bueno, aquello valió la pena; a lo mejor lo tacho de la lista).

- Marlí: 3690 Quinas (410 Quinas diarios durante 9 días... para tentempiés... o al menos eso dijo...).

- Cloris: 45 000 Quinas (no me ha dicho para qué, ¡pero lo averiguaré!)

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Suma total: 68 790 Quinas. ¡Astillas!

Día 60

Pronto nos asignarán a nuestros puestos. Me muero de ganas de saber a dónde me van a enviar. Va a ser un lugar importante, sin duda.

Todos mis camaradas quieren ir a Resanta, pero no tienen ni idea, igual que tampoco tienen mi talento.

Día 66

¡Por las plumas de Yustiel! Creo que estoy enamorado.

No puedo ni mirarla sin sonrojarme. Y, por Aion, ¡no puedo ni abrir la boca! ¡Seré idiota! ¡Pero es que es tan guapa! ¡Su pelo... y esos ojos violetas! ¡Divinos!

Me parece sencillamente increíble. Es tan solo mi primer día aquí y ya he encontrado al amor de mi vida. Sabía que me reservaban grandes planes cuando me mandaron a Tolbas, pero nunca soñé que el destino fuera a conducirme hasta ella.

Día 70

¡Astillas! Cuando intento hablar con ella me siento como un miserable Eslingo. ¡Menudo Tog estoy hecho!

No puedo concentrarme. No puedo dormir... ¡Estoy hecho una piltrafa! Galio me ha sugerido que le escriba un poema en lugar de intentar hablar con ella, pero tal vez sería mejor escribir a mamá y preguntarle qué debo hacer.

Aunque creo que sí que podría escribir un poema. No debe de ser tan difícil, ¿no?

Día 71

¡Oh, por Aion! ¡Hoy me ha mirado! ¡Me tocaba servir la comida y me ha mirado directamente a los ojos y me ha pedido sopa de odela! ¡Debo escribir ese poema!

(Hay un par de líneas de garabatos borrosos).

¡Por las cenizas de la torre! ¡Esto es mucho más difícil de lo que pensaba! Más vale que me busque un par de tomos de poesía... para inspirarme.

Día 74

Mi corazón palpita cuando veo vuestra mirada color lavanda...

Las arias son rosas. Las Flores lunares son...

¿Puedo susurrar vuestro nombre?

Vuestras alas brillan como los primeros rayos del amanecer sobre las aguas del Elunia...

Sois una flor adorable que ondea en la brisa.

¡No! ¡No! ¡No! ¡Arrrgggh!

Día 75

No hay nada que hacer...

He observado a escondidas cómo leía mi poema... ¡Lo ha leído en voz alta y todos se han reído! Tal vez pueda conseguir que me trasladen a Jeirón... Así también estaría más cerca de mi madre...

¡No debería haberle hecho caso nunca a Galio! ¡Menudo idiota! ¡Tendría que haber sabido que lo del poema era una idea absurda que no iba a funcionar! ¡Tonto! ¡Necio! ¡Dorion!

Día 85

¡Nadie me entiende! Galio dice que debo olvidarla y seguir con mi vida... ¡pero es que él no me entiende!

Día 95

¡Otro día más de tormentas de polvo como el de hoy y juro que me volveré loco! ¡Menudo ruido! ¡¿Quién hubiera imaginado que las tormentas de polvo podían hacer tanto ruido?! Me taponé las orejas con algodón, pero apenas ha servido para amortiguar el ruido en mi yelmo. Era más ruidoso que el concierto de Luztérica.

Aunque tampoco es que vaya a volver algún día a un concierto; aquí nunca se celebra nada. Y ella sigue sin hablar conmigo. ¡Es tan injusto! ¿Acaso no puede ver lo mucho que me gusta y lo buena pareja que haríamos?

¡Nunca creí que la vida de soldado pudiera ser tan aburrida!

Día 123

¡Por las plumas de Aion! ¡Es tan aiónico! ¡Ya ha salido la armadura Alborada! ¡Es tan maravillosa! ¡Tiene los nuevos engarces para Piedras de maná adornados con gemas y titanio de alto brillo! ¡Es alucinante! No me puedo creer que hayan conseguido con tanta precisión que sea... ¡sencillamente brutal!

Me apuesto a que si tuviese una, entonces sí que me haría caso. ¡Astillas! Si tuviera una de esas, todas las chicas me harían caso. Podría elegir a cualquiera. ¡Harían cola por mí! ¡Entonces sí que le dolería!

Día 153

He recibido una recomendación por el trabajo de primera que hice durante mi última misión. Me la dio el capitán... ¡delante de todo el mundo! Ahora deberán mostrarme el respeto que me merezco.

Le pregunté a Galio si quería venir conmigo a festejarlo a la taberna, pero me ha dado calabazas. ¿Qué le pasa?

¿Será que está celoso? Seguro que sí. Siempre ha sido un egoísta.

Día 174

(Hay un par de páginas arrancadas).

Día 183

Entrega de suministros finiquitada. ¡Y en un tiempo récord!

Día 187

¡Por los pelos! ¡Concentración!

Día 189

Día 204

Increíble. Estoy en mi primera misión en Elnen, atrapado en una posada dejada de la mano de Aion. Mi mala suerte es increíble.

Bueno, al menos la comida no es demasiado mala. Y la moza es una monada...

Pero ¿qué les pasa a los jovenzuelos que tengo al lado? ¡Son unos escandalosos! ¿Qué estarán haciendo ahí dentro? Tuve que pasar toda la noche con la cabeza enterrada bajo la almohada. Si esto sigue así, mañana voy a tener que pedirle a la dueña que me dé otra habitación. ¡Cuánto infantilismo!