¡Me alegro de veros! Yang, yang.

Estoy aquí contra mi voluntad, solo por Huarinriner. ¡Dijo que necesitaba escondedores de primera y que pagarían bien!

Pero tiempos raros, sí, sí. Cuando van a comer no llevan y tampoco cuando desvalijan tumba.

Cuando digo algo dicen que no han dado cuenta. Luriner está muy decepcionado. Yang...

Quizá deberíais marcharos.