¡Por favor, no os vayáis!

¡Oh, gran Daeva! ¡Escuchadme! ¿Habéis visto a mi señor Medeo?

Encontré a Calcas, Mempión, Éspina y Ladon, pero no sé dónde se encuentra el señor de la casa.

Si lo veis, por favor, decidle que su fiel siervo Cacias lo está buscando.

Así lo haré, espíritu.