Bienvenido[f:"Bienvenida"], Daeva.
Os esperaba.
El destino se empeña en comunicarme esas cosas. Veo presagios y señales por todas partes.
Las señales son extrañas, como si el futuro volara con una sola ala. Veo vuestra muerte tan cerca, que casi puedo percibir su aliento, pero... vuestra vida no parece estar en peligro. Todo lo contrario, vuestro destino brilla... con mucha intensidad...
No me creéis, ¿no?
Lo que quiero decir es que hay algo, alguien, que está influyendo en vuestro destino.
Ese alguien nació bajo una estrella muy significativa. No me preguntéis por qué, pero parece ayudaros e impedir que se rompa vuestro hilo vital.
Pero hay algo más... otra presencia, funesta y maligna. Va a por vos, quiere arrancaros la vida...
¿Q-quién sois?
No... No os conocéis a vos mismo[f:"misma"].
Deberíais recordar estas palabras. Pueden llegar a ser más poderosas que cualquier arma.
Cuando alguien os acompañe en vuestro camino, deberéis confiar en él.
Os sorprendería saber lo poco que espero de vos. Y sin embargo, me sigue sorprendiendo la inmensidad de vuestra ignorancia.
Vuestro camino hasta esta ciudad, vuestras luchas, victorias y derrotas, todo eso puedo verlo. Puedo veros... en un lugar oscuro... en un lugar de muerte, hablando con un Daeva proscrito.
Puede que dudéis de mis palabras, pero nunca dudéis de quien venga a ayudaros. Sin esa persona, estáis perdido[f:"perdida"].