La historia de Heins
Por aquel entonces acababa de ascender. Los Balaúres estaban decididos a conquistar Pecherolin, y enviaron a la legión Zuneuguise a que luchara contra nosotros. Todos habíamos oído hablar de ellos y la mayoría tenía mucho miedo, pero no íbamos a huir.
La legión Cielorrojo nos incitó a mantener nuestra posición. Sin la excelente dirección del general de brigada Vírquel, hubiéramos perdido Pecherolin por los Balaúres.
La historia de Ervin
Probablemente mi punto de vista sea diferente al del resto de los veteranos. Debéis saber que por aquel entonces aún era un humano. Nos dábamos cuenta de que incluso los Daevas tenían miedo... es decir, teníamos pánico. Pero no podíamos huir, así que no nos quedaba otra opción que enfrentarnos a los Balaúres.
¿Podéis imaginaros humanos enfrentándose a los Balaúres? Mi padre fabricó flechas para los Daevas. Mi madre cocinaba para los soldados.
Yo me encargaba de llevar Polvo de odela del poblado al campamento de los Daevas para que tuvieran fuerzas suficientes para la lucha.
Un día toda la tierra tembló, apareció fuego y se hizo la oscuridad. Era la Gran Catástrofe, incluso aunque por entonces no lo supiera. Tenía tanto miedo que huí de allí y me escondí.
La historia de Hélmut
Sinceramente, no me gusta recordar aquellos días. No quiero restar importancia a batallas más recientes, pero la legión Zuneuguise de Beritra es lo más terrorífico que he visto jamás.
Por aquel entonces yo era un recluta inexperto. Me horroriza recordar lo incapaz que era. Aun así, si mi historia sirve de ayuda en la lucha contra los Balaúres, os la contaré.
Nada más caer el campo etéreo, los Balaúres atacaron. La legión Cielorrojo salió para detenerlos.
Eran los mejores. Todos sentíamos el debido respeto por ellos. Ni siquiera vacilaron cuando el soberano balaúr Beritra entró en combate. Era el mérito de su sacerdotisa Angeiya que resistieran el terror que infundía Beritra.