¡Ah, ajajá!

Os saludo, Daeva.

¡Ah, ajajá!

Buenos días. Debéis de ser Daeva desde hace mucho tiempo, ¿verdad?

Soy un ayudante con la misión de asesorar a los Daevas recién ascendidos.

Si veis a algún Daeva nuevo, enviádmelo.

(Termináis la conversación).