¡Malditos sean los de Beritra!
Daeva, no hay motivo por el que no debamos luchar.
Y todavía hay menos por los que ayudarnos entre nosotros.
Dejemos claro que nuestro objetivo es acabar con el maldito Beritra.
Seguiré cooperando con vos hasta el día en que lo consigamos.
Lo que pase después me lo pensaré cuando llegue el momento.
Si vos no opináis igual, atacadme inmediatamente. Estoy a vuestra entera disposición.