Cualquier cosa adquiere importancia cuando es uno mismo quien la hace.

Por eso creo que los Daevas que se esfuerzan en el campo de batalla merecen una recompensa adecuada.

Ninguna recompensa es suficiente por su sudor y su sangre.

Una recompensa es lo menos que se puede hacer por ellos.

Recompensa por mérito

En Pangaea, solo deberíais fiaros de vuestros aliados.

(Termináis la conversación).