No podemos cometer ni el más mínimo error.
Por mucho que se planeen las cosas, siempre hay algo que se desvía de lo previsto.
Todo el mundo comete errores y las situaciones pueden cambiar rápidamente.
No obstante, si uno perfecciona un plan hasta el mínimo detalle, esto no tiene por qué pasar.
Hay que estar preparado para peor.