Me alegro de conoceros, joven Daeva.

No me hubiera imaginado volver a Sánctum ni en mis mejores sueños. Mis viejos huesos cansados no saben ya qué hacer.

¡Y ahora conoceré a mi padre! ¡Es el día más feliz de mi vida!

Mi madre estaría tan... tan orgullosa.

¡Seguid la senda de la luz!