Asfelumbra.

Es muy normal tener miedo de lo desconocido, [%username]. Las opiniones nuevas, la gente nueva y las nuevas especies son un foco de temor.

Los muertos vivientes, por ejemplo. Atemorizan a otros con su piel descompuesta, sus huesos salientes y su hedor infernal.

Pero hay quien teme más a unos muertos vivientes que a otros. ¿Sabéis por qué?

Por la persona que eran antes. No tengo tiempo para esas cosas.

¡Sí, exacto! La cara de un muerto viviente desconocido ya es lo bastante terrorífica, pero imaginaos que en una de estas criaturas tambaleantes reconocéis a un amigo, a un vecino, a la pareja... ¡o a un niño!

Nunca se supera la conmoción de tener que destruir los restos mortales de una persona querida para protegerse a sí mismo. Esas cicatrices os acompañan durante el resto de vuestra vida. Creedme...

Por eso me fui y ahora estoy aquí.

Resistid.