Asfelumbra.

¡Oh! ¡Qué susto me habéis dado! Ahora mismo iba a comprobar el éter que rodea este lugar.

¿Podéis sentir cómo fluye a nuestro alrededor? Es como un baile, un corro de pura energía.

No os preocupéis si vos no sois capaz de sentirlo. La sensibilidad al éter requiere mucha concentración y práctica.

Adiós.