Querido Paeru:

Espero que te vaya bien y que alguien te cuide. He cometido algunos errores graves y ahora no sé si algún día podré regresar a casa. Solo debes saber... en caso de que no regrese... que te quiero.

Me dijeron que podría convertirme en un Daeva. Solo quería ocuparme de ti y darte una vida mejor de la que habrías podido llevar aquí. Si hubiera funcionado, me habría encargado de que tú también te convirtieras en Daeva.

Me han dado una medicina y me han metido en una habitación con muchos otros. El medicamento nos ha dado mucho sueño a todos.

A veces han venido a la habitación y se han llevado a algunos de nosotros. He intentado preguntarles adónde los conducen, pero me han dicho que no haga preguntas.

Ahora sé que siempre nos han mentido. No sé qué está ocurriendo, pero no creo que salga de aquí con vida.

Debes ser fuerte, Paeru. No dejes que venga aquí nadie que conozcamos. Diles a todos que no confíen en los Leparistas.

Sé que no he sido el mejor padre, pero incluso cuando estaba borracho y fantaseaba, eras el único que me escuchaba. Porque me quieres; ahora lo sé.

Sé valiente. Si alguna vez salgo de aquí con vida, dejaré de beber, lo juro. Seré el mejor padre que haya habido jamás. Te quiero muchísimo.

Tu padre.