Si os veis capaz de salir con los niños grandes a por botín, entonces tengo un trabajo para vos, pequeño[f:"pequeña"].

¿Sabéis qué me vuelve loco? ¡Los Esprigs! Siempre los veo poniéndose en medio con esa apatía... No puede uno casi ni trabajar.

Por eso me he acordado en vos.

¿Qué puedo hacer?

Detrás del [%dic:STR_DIC_FLA190] está el campamento de los Esprigs.

Deben estar recolectando grano laboriosamente.

¿La obligación de un bandido no es entregar lo que ha recogido con esfuerzo?

Pues entonces traedme lo antes posible tres cargas de [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2001B] de los [plur][%dic:STR_DIC_E_9].

¿No se morirán de hambre los Esprigs?

No os preocupéis por ellos: un Esprig hambriento recoge provisiones aún más rápido. Lo podríais considerar hasta un "robo estimulante", si queréis.

Los Esprigs son cobardes y no os atacarán. Al fin y al cabo, sois un[f:"una"] [%userclass]. No dudéis en utilizar a un par de ellos para practicar vuestra puntería.

Eso sí, no hagáis una sangría ni olvidéis el objetivo: sacos de [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2001B]. Traedme sus provisiones.

Como queráis.

Vaya, [%username]. Así que habéis matado a un par de Esprigs, ¿eh? Pero vayamos a lo nuestro: ¿tenéis también el grano?

Traed. Las provisiones se transportarán con la próxima caravana a regiones más civilizadas.

Tres sacos de grano, como queríais.

¿Buscáis problemas, [%username]?

No tendríais más que haberlo dicho.

¡Traedme las provisiones de grano antes de que pierda la paciencia!

Estoy en camino.

Muy bien.

Os he visto ahí fuera y parece que sabéis encajar los golpes como es debido. Eso siempre es bueno.

Muchos reclutas de la ciudad saben golpear, pero no encajar.

Los Esprigs ya se han percatado de que algunos de nuestros jóvenes no son tan duros como los veteranos o como el propio Ulgorn. Cada vez son más agresivos y si no tomamos medidas pronto, esto acabará mal.

Tenemos que conseguir que los Esprigs nos vuelvan a temer. ¿Listo[f:"Lista"] para otro asalto?

Como queráis.

¿Como queráis?

Habláis como un[f:"una"] urbanita. De un bandido espero una respuesta como "¡eso es pan comido!" o al menos un "¡ya estoy en camino!", seguida del sonido de vuestros pies alejándose a toda velocidad.

Os lo repetiré tal y como lo haría Ulgorn y vos lo volvéis a intentar...

Id a las Cabañas esprigs del [%dic:STR_DIC_FLA190] y cargaos a sangre fría a seis [plur][%dic:STR_DIC_M_SpriggD_3_n]. Sembrad el miedo y la destrucción entre ellos. ¡Sangre por sangre!

¡Ya estoy en camino!

¿Habéis matado a los [plur][%dic:STR_DIC_M_SpriggD_3_n] como os encargué?

¿Les habéis enseñado qué es el miedo, [%username]?

Por supuesto.

Bien. Tras vuestra "lección", los Esprigs habrán comprendido que deben temer a los bandidos asmodianos.

Esta es vuestra recompensa, tomad.

Hablar con [%dic:STR_DIC_LA490]

Conseguir [%dic:STR_DIC_E_9] y llevárselos a [%dic:STR_DIC_LA490]

[%collectitem]

Eliminar a los [plur][%dic:STR_DIC_M_SpriggD_3_n] que viven detrás del [%dic:STR_DIC_FLA190] ([%8]/6)

Hablar con [%dic:STR_DIC_LA490]

Orden: ayudad a Boromer a conseguir alimentos.

Bóromer estaba preocupado porque los alimentos empezaban a escasear.

Robasteis las provisiones de grano de los Esprigs y les disteis una lección para que dejaran de atacar a los demás bandidos.

Orden: [%questname] Progreso: [%questname]