¡Tened cuidado!

¿Cuál es el problema?

No cabe duda de que el idoguel es peligroso.

Pero por muy peligroso que sea, lo necesitamos.

Tengo que averiguar a toda costa cómo utilizar el idoguel de manera segura y ayudar así a los asmodianos.

¡Cueste lo que cueste!

(Termináis la conversación).