Este es seguramente el teleportador más utilizado de toda Atreia, [%username]. Como veo a tanta gente ir y venir, ¡los Daevas jóvenes me tratan como si fuera su servicio de inteligencia! "Ah, si veis esto y lo otro, decídmelo, por favor...".

Os juro que incluso me clavarían notas si los dejara. Sí, ¿parezco un tablón de anuncios o qué?

¿Sabéis?, hay algunos mensajes que me gusta recibir, como por ejemplo cuando los mensajeros me transmiten pedidos de suministros de nuestras tropas. Eso sí que me gusta transmitirlo... A Veldina en el Templo del Oro.

¿Se los lleváis a Veldina?

Bueno, al principio le entregaba a Veldina un montón de demandas de suministros cuando terminaba mi turno. Sin embargo, como Veldina recibía las demandas después de que yo acabara mi turno, las tropas perdían todo un día cuando trabajaban con ella.

Pero entonces tuve una idea.

Muchos Daevas regresan a Pandemónium con los bolsillos llenos de efectivo. Se lo gastan todo en equipamiento nuevo, pociones y manuales de habilidades y de pronto no tienen suficiente para utilizar el teleportador.

Entonces negociáis con ellos.

Lo habéis captado. Si os encontráis en esa situación, [%username], yo puedo ayudaros: vos le lleváis estos pedidos a Veldina y yo os doy 500 Quinas.

Vale, ya sé lo que estáis pensando. ¿Por qué los Quinas? Escuchadme, yo lo haría si pudiera, pero se trata de la ley. Todo el mundo tiene que pagar, incluso el gobernador. Todos los Quinas van directos al presupuesto de guerra. Yo no me quedo nada.

¿Qué os parece?

Suena bien. No, gracias.

¡Excelente! Entonces tomad esta demanda de suministros... y esta, y esta también. Ah, y la que está machada de sangre, por supuesto.

Ahora se las tenéis que llevar a [%dic:STR_DIC_N_Veldina] al Templo del Oro.

Cuanto antes se ocupe de ellas, mejor.

¡Ya estoy en camino!

Si preferís pagar, perfecto.

En ese caso no os molesto con recados.

Hasta pronto.

Sangre por sangre.

¡Saludos, [%userclass]!

Los almacenes están a vuestra disposición. En el caso de que necesitéis más compartimentos en vuestro cubo, podéis...

Oh... ¿No estáis aquí por eso? Bueno, ¿en qué puedo ayudaros?

Traigo demandas de suministros.

Veamos... Libros de hechizos, guantes de malla, empuñaduras... Nada extraordinario. Me ocuparé de ello inmediatamente.

Ahora podéis pedir a Doman vuestro dinero para teleportaros. Sé lo que significa cuando los Daevas me traen demandas de suministros.

Mucha suerte, Daeva.

Con vuestro permiso.

Ah, habéis vuelto.

Mientras estabais fuera, ha llegado una larga lista de demandas de suministros. En Resanta tiene que estar aconteciendo un baño de sangre.

¿Le habéis llevado las demandas que os di a Veldina?

Todo solucionado.

Muy bien.

Aquí tenéis vuestra recompensa. Tendrían que asignarme un chico de los recados, pero qué más da.

Hasta que me lo concedan, vos sabéis lo que tenéis que hacer cuando vuestro presupuesto para viajar esté temblando.

Llevarle las demandas de suministros a [%dic:STR_DIC_N_Veldina]

Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Doman]

Entregadle las demandas de suministros del frente a Veldina en el Templo del Oro.

Suponiendo que no teníais suficiente dinero para el teleportador, Doman os propuso que podríais entregar algunas demandas de suministros a Veldina. Cuando regresasteis después de hacer el trabajo, os dio la pequeña recompensa que os prometió y os aconsejó regresar cuando vuestro presupuesto para viajar fuera escaso.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]