¡Arieluma!

Que la luz ilumine vuestro camino.

El momento más feliz desde que ascendí fue al ingresar en la legión Arcodorado.

Todos los deberes de un Daeva son un honor divino, ¡pero haber sido aceptado por la legión Arcodorado...! ¡Es la más antigua y con más historia de Sánctum! Qué gran honor.

Me llena de orgullo más que cualquier otro logro.

¡Podéis estar realmente orgulloso!