¡Arieluma!
Yo presencié la caída de la Fortaleza Oriental de Siel en manos del enemigo. Me enfurezco solo de recordarlo.
Todo fue completamente disparatado. Casi como si alguien estuviera conspirando contra nosotros. Salieron mal muchísimas cosas y al final tuvimos que retirarnos.
Ahora tenemos que empezar de cero si queremos reconquistar la fortaleza.
La hemos perdido así, sin más... ¡Qué vergüenza!