Escuchad. La vida es tan dura aquí que sentía compasión por nuestra delicada centurión Minerva, así que le pregunté si necesitaba ayuda. Solo me sonrió y me confió una cantidad enorme de trabajo. ¡Eso es lo que me llevé, ja, ja!
Bueno, vayamos al grano: cerca de aquí se estrelló una Dragagión. No sabemos por qué, pero no queremos dejar escapar esta oportunidad.
Como es sabido, las Dragagiones pueden acabar con todo y todos en el Abismo y eso es muy preocupante, ¿cierto?
A menudo hemos tenido que retirarnos de una batalla contra los asmodianos aunque la victoria fuera casi nuestra solo porque de pronto apareció una beligerante Dragagión de la nada.
Por supuesto, hemos empleado todos nuestros medios para destruir estas cosas, pero o todo es en vano o, aún peor, encolerizamos a los Balaúres y perdemos legiones enteras.
Bien, los investigadores de Sánctum dicen que examinando una o dos [plur][%dic:STR_DIC_OBJ_Ab1_Module_Q1793] se podría distinguir algún punto débil que podríamos utilizar. ¿Cuál es el problema? Que hasta ahora no hemos podido hacerles ni un rasguño a estas cosas.
¿Pero una Dragagión que se ha estrellado? ¡Estamos de suerte!
¿Qué os parece, [%username]? ¿Podríais ayudarnos con este asunto? Así podríamos descubrir la hoja de espada exacta con la que asestar el golpe de muerte a los Balaúres.
¡Entonces no os quedéis sin hacer nada y deleitaos con el éter! Conseguidme una [%dic:STR_DIC_OBJ_Ab1_Module_Q1793].
Confío en vuestras habilidades, [%username], pero no bajéis la guardia. Los Balaúres revolotean alrededor de los restos de la Dragagión como las moscas alrededor de un montón de fresca... mmm... Ya me entendéis.
Pensad solo en las posibilidades: si la misión sale bien, ¡la guerra podría tomar una dirección totalmente distinta! Estamos ante una oportunidad nunca antes vista: poder examinar las armas más poderosas de los Balaúres.
Tengo que encontrar a alguien con más coraje en los huesos que vos.
¡Qué alivio me da veros! Ya me temía que os hubieran convertido en una vaina de espada dracán.
Bueno, enseñadme cómo son los entresijos de una Dragagión.
¡Os recomiendo que borréis ese gesto desenfadado de vuestro rostro, soldado!
Cuando aceptasteis la misión, creía que podía confiar en vos.
Si volvéis otra vez sin el Trozo de la Dragagión, ¡desearéis que hubieran sido los Balaúres los que os hubieran echado mano primero!
Son pocos los Daevas que han podido ver una Dragagión de cerca. Es una sensación rara. Se siente frío y calor a la vez...
Tengo que informar inmediatamente a la centurión Minerva y enviar el Trozo de la Dragagión a Sánctum.
¡Esto podría significar la caída de los Balaúres, [%username]!
Conseguir una [%dic:STR_DIC_OBJ_Ab1_Module_Q1793] y llevársela a [%dic:STR_DIC_N_Belus]
[%collectitem]Ningún ejército ha conseguido nunca vencer a una Dragagión. Recoged una pieza de la Dragagión estrellada en la isla Naufragio del Draco y llevádsela a Belo.
Belo buscaba a alguien que aceptara una misión extremadamente peligrosa. Se trataba de recoger una parte de una Dragagión estrellada a través de la cual los investigadores de Sánctum podrían saber más de esas monstruosidades.
Os enfrentasteis a los Balaúres y regresasteis con un Trozo de la Dragagión.