Innumerables hombres y mujeres entran en el Liceo como humanos y salen de él convertidos en Daevas, pero en ninguno ha ardido con tal... ¡tal fuego!

Querría que aceptarais este anillo que he creado. Si lo miráis con atención, veréis que contiene cinco piedras preciosas que representan a los soberanos serafines. ¿Lo veis? Aquí está Ariel, luego Yustiel, Cáisiniel, Vaicel y Nececán.

Podéis tomar el anillo tal y como está o podéis imbuirlo de éter. Una vez se haya embebido de esa energía, el anillo agudizará vuestros sentidos y os ayudará en vuestra trayectoria vital. ¿Querríais aceptarlo, [%username]?

Aceptar Rechazar

Quiero que busquéis a cinco Daevas que han dedicado sus estudios a un aspecto concreto del éter que nos rodea.

Visitad primero a [%dic:STR_DIC_N_Mikero], el bardo, y luego a [%dic:STR_DIC_N_Bellasia], Daeva del agua. Tras visitar a Belasia, deberéis hablar con [%dic:STR_DIC_LA203], Daeva de la melancolía y con [%dic:STR_DIC_N_Demodocos], Daeva de la videncia.

Después que ellos cuatro hayan embebido vuestro anillo con éter, deberéis buscar a [%dic:STR_DIC_N_Vatonia], que sellará el éter del anillo, proporcionándole así una magia duradera.

Entonces, primero Miquero. Comprendo.

¿Rechazáis este sencillo regalo?

[%username], no creáis que os estoy haciendo un regalo para luego poder pediros algo a cambio. El anillo es un regalo, pero si no lo queréis, tampoco puedo ayudaros.

Incluso los Daevas deben aprender a confiar de cuando en cuando en los demás, y todos los Daevas deberían aprender a compartir lo que les sobra.

No tengo tiempo para estas cosas.

¡Ah, bienvenido[f:"bienvenida"] a Sánctum, mi estimado[f:"estimada"] amigo[f:"amiga"]! Las caras nuevas siempre son bienvenidas aquí. Soy Miquero, el bardo más grande de toda Elísea.

Ese anillo de ahí es un diseño de Pericles, ¿no? Aún le queda mucho que aprender de su oficio, pero sería negligente por mi parte no mejorarlo.

Entretejeré con mis palabras el éter a este anillo. He aprendido todo lo imaginable sobre nuestro idioma, mis poesías entremezclan aliento con éter, mis ruegos se convierten en bendiciones y redención para todo aquel que tenga la suerte de ser su objeto. Mi palabra hablada, [%username], es vuestra buena fortuna.

Poderosas palabras.

Palabras poderosas para un mensaje poderoso, joven Daeva.

Ya está hecho. El anillo ha sido mejorado con mi bendición. Pero no notaréis la diferencia hasta que no hayáis encontrado a los cinco Daevas.

Os deseo un buen viaje hasta dar con [%dic:STR_DIC_N_Bellasia]. Que la bendición de Ariel sea con vos.

Y con vos.

Éter y agua. Estos dos elementos no son tan diferentes como pudierais pensar, [%username]. Puede que agua no conceda poderes a los Daevas, a diferencia del éter, pero es la savia vital de todas las criaturas de este mundo, así como el éter es la savia vital de nuestro planeta.

Si observáis con atención, tal vez podáis reconocer el flujo natural del éter. Se mueve como el agua, solo que su flujo es dirigido por riberas invisibles.

¿Qué puedo hacer por vos?

Tengo este anillo...

¡Ah, un regalo de Pericles! Y un modelo muy bonito. Siento algo en su presencia. Ahh... ¡Miquero!

Permitidme que bendiga el anillo. Bastará una gota de agua de esta fuente. Los elementos son poderosas herramientas, como podrá confirmaros cualquier conjurador, y ahora poseéis uno que protegerá vuestra alma.

El Pabellón de los Artesanos está muy cerca. Es un lugar para artesanos con talento, la llave al corazón de la ciudad. Creo que [%dic:STR_DIC_N_Alcmene] os espera allí.

Gracias por vuestra ayuda.

Oh... ¿Qué queréis?

Por favor, no me volváis a asustar. Ya he oído demasiadas profecías funestas y no quiero más malas noticias que apaguen el fuego de mi espíritu. Ahora me gustaría estar a solas. Tengo mucho sobre lo que pensar.

En fin, da igual. Al fin y al cabo, no me puedo esconder eternamente, ¿no? ¿De qué se trata? ¿Qué queréis?

Este anillo es un regalo de Pericles...

Ah, sí, Pericles. Ha hecho tanto por mí que no puedo decirle que no a nada. ¿Puedo ver el anillo?

Mmm... Su talento ha mejorado notablemente y en muy poco tiempo. Es una preciosa alhaja, deberíais consideraros afortunado[f:"afortunada"] de haberlo recibido.

Aquí tenéis. Le he añadido mi propio conjuro. Ya que ya ha recibido la bendición de Miquero, Belasia y mía... lo siguiente es que... vayáis a visitar al vidente [%dic:STR_DIC_N_Demodocos]. Está muy cerca de aquí, en el extremo septentrional del Pabellón de los Artesanos.

Gracias por vuestro tiempo, Alcmene.

Hmm, sentí como si se estuviera acercando un[f:"una"] poderoso[f:"poderosa"] Daeva, pero me doy la vuelta y solo veo ante mí a un[f:"una"] novato[f:"novata"]. ¿Pero qué clase de truco es este? Vuestro éter es tan diferente... tan impredecible... tan caprichoso.

Estáis envuelto[f:"envuelta"] en caos, [%username]. No sé qué significa. Ni siquiera yo puedo atravesar ese velo polvoriento para evaluar la rabia de vuestro destino. Interesante.

¿Por qué habéis venido hasta aquí?

Este anillo...

Arde con fuerza vital. Parece ser que algunos Daevas poderosos le han concedido su bendición. Por favor, permitidme reforzarlo con mi propio poder.

Sostenedlo en alto, para que puede verlo bien... sí, así está bien. Ahora un momento... Mi bendición lo acompaña. ¡Ahora tenéis todo un instrumento de poder!

No podéis verlo, pero el éter que contiene posee un poder increíble. Brilla como un rayo partido en dos. Hay que sellarlo antes de que se escape el éter y el anillo vuelva a su forma original. Rápido, visitad a [%dic:STR_DIC_N_Vatonia] en la Biblioteca de los Sabios ¡Id!

Iré lo más rápido que pueda.

¡Aquí hay muchos libros y es difícil encontrar uno determinado!

¿Y de qué sirve un libro que no puede encontrarse? Si quienes buscan iluminación no pueden calmar su sed de conocimientos, es igual de malo que si sus páginas estuviesen en blanco o arrancadas.

Ah, bueno, debéis permitir a una Daeva vieja como yo refunfuñar de cuando en cuando. ¿Qué puedo hacer por vos?

Demodocos tuvo una visión sobre mí...

Bueno, el caos no es malo de por sí. Se trata solamente de la ausencia de cualquier tipo de orden al que nosotros, seres cultivados, estamos acostumbrados.

El hecho de que Demodocos vea caos a vuestro alrededor podría significar meramente que sois alguien que trae cambios y tal vez dé el empuje que necesita nuestro mundo para sobrevivir. Tal vez traigáis algo por lo que el pueblo elio os acabará dando las gracias, [%username].

Pero me doy cuenta que habéis venido por otra cosa. ¿De qué se trata?

Estoy aquí por este anillo...

¡Incluso desde aquí siento la energía indomable en el anillo de Pericles! Arde con tal fuerza que podría deslumbrar a otros sensibles al éter.

Por favor, dadme el anillo para que pueda sellar el éter que contiene y proteger a los demás de su furia.

¡Ah... listo! ¡Uy! Me había olvidado de lo agotador que es esto. Dejad que... tome aire. Probad... probáoslo... [%username].

De acuerdo.

Qué pieza de joyería tan maravillosa.

No debéis perderla nunca, [%username]. Muchos Daevas... lo han bendecido y seguro que Pericles... pasó muchas semanas perfeccionándolo.

Idos ahora, por favor. Estoy agotada y debo recuperarme. Que la bendición de Ariel sea con vos, [%username]...

Buscar a [%dic:STR_DIC_N_Mikero] el bardo

Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Bellasia]

Buscar a [%dic:STR_DIC_N_Alcmene] en el Pabellón de los artesanos

Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Demodocos]

Buscar a [%dic:STR_DIC_N_Vatonia] en la Biblioteca de los Sabios

Habéis decidido completar el anillo que os entregó Pericles. Pedidle a cuatro Daevas que concedan al anillo su bendición etérea y visitad después a Vatonia en la Biblioteca de los Sabios.

Visitasteis a cuatro Daevas para que reforzaran con su bendición el anillo que os había dado Pericles. A continuación, le llevasteis el anillo a Vatonia, en la Biblioteca de los Sabios, donde fue sellado para que no se debilitara su poder.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]