¡Luz y aniquilación!

Eh... ¡Asfelumbra!

¿Qué? ¿Qué queréis?

Disculpad, no pretendía echaros la bronca. Es que tengo muchas cosas que hacer.

En realidad me enviaron aquí para vigilar el almacén de suministro. Un buen día, Fira me pidió que la ayudara a cambiar de sitio las existencias de material. Ningún problema, pensé, y la ayudé.

¿Y qué he conseguido? Ahora lo hago casi todo, desde cargar las cajas hasta repartir las provisiones. Fira apenas mueve un dedo, ¿pero quién creéis que se embolsa el dinero?

No parece justo.