[%username], ¿dónde os habéis metido tanto tiempo?
¡El gobernador Mijalis nos ha enviado un mensaje urgente en el que pregunta personalmente por vos!
No entra en detalles, solo pide que os reunáis con él de inmediato en la Fortaleza de Téminon.
La orden viene directa del gobernador, así que debe de tratarse de un asunto de extrema urgencia.
¡Deberíais partir inmediatamente! ¿Tenéis un punto de vinculación allí? ¡Eso sería lo más rápido!
No quiero inmiscuirme en vuestros asuntos, el punto de vinculación de un[f:"una"] Daeva es algo privado, pero no me gustaría que llegarais demasiado tarde.
¿Os atrevéis a oponeros a una orden directa del gobernador?
Eso es muy descortés, además de estúpido. Esperaba más de vos.
¡[%username], habéis venido! ¡Me alegro de volver a veros!
Un asunto extremadamente serio: los Balaúres han invadido Jeirón.
Los Guardas de la fortaleza están hasta el cuello de problemas. Sin refuerzos, sucumbirán ante los Balaúres.
Desafortunadamente, no podemos renunciar a nadie, no tenemos personal libre... excepto a vos, por supuesto. Valorando como valoro vuestras habilidades, debería incluso ser suficiente.
Dirigíos a Jeirón y reuníos con [%dic:STR_DIC_N_Perento].
¿Vos? ¿Eso es todo? ¿No podían enviarnos a nadie más?
¿De verdad cree el gobernador Mijalis que vos solo[f:"sola"] podéis cambiar las tornas de la batalla?
Vaya, ¿eso será confianza en vos mismo[f:"misma"] o presunción?
Para ser sincero, esperaba que enviaran a los Guardas de los Defensores de Téminon o a la legión Escudo de Nececán.
Está claro que vuestra ayuda es mejor que nada, pero esto parece casi una ofensa.
Hablar con el gobernador [%dic:STR_DIC_N_Taranis]
Hablar con el general de brigada de Jeirón [%dic:STR_DIC_N_Perento]
El gobernador Mijalis os busca urgentemente. Dirigíos lo antes posible a la Fortaleza de Téminon y reuníos con el gobernador.
Livio os dijo que el gobernado Mijalis os buscaba urgentemente y que deberíais dirigiros sin más dilación a la Fortaleza de Téminon.
Mijalis os dio la orden de ir a Jeirón y de ayudar al general de brigada Perento en la batalla contra los Balaúres.
Cuando le dijisteis al general de brigada que os enviaba el gobernador, pareció decepcionado por el hecho de que fuerais el único refuerzo.