No me convertí en Daeva para hacer negocios en el Abismo.
Sin embargo, gracias al comercio he adquirido diversas experiencias valiosas.
Es lo que me motiva de este oficio; por eso no puedo dejarlo.
Basta de cháchara. Echad un vistazo tranquilamente y avisadme si necesitáis algo.
Que la luz ilumine vuestro camino.