Saludos.

Luchar en guerras sin fin superando los límites propios es la historia de todo guerrero, ¿verdad?

Quien se limita a causar estragos de manera irreflexiva no es un guerrero, sino un rufián, ¿verdad?

Para mí, Lingaman, lo primero son mis obligaciones de soldado, no mis deseos de guerrero.

(Termináis la conversación).