Querido Telémaco:

No sé cómo decir estas cosas, pero he de intentarlo.

No sé si por culpa, amor u obsesión, pero no podré descansar hasta haberos pedido disculpas por cómo han terminado las cosas entre nosotros.

Fui cobarde. Lo siento.

No me arrepiento de mi decisión (ya no) pero me arrepiento por el modo en que la llevé a cabo, por mis motivos y... sobre todo me arrepiento de haberos tratado así.

La realidad es que tenía miedo. Parecíais muchísimo más joven que yo y eso iba a ser así eternamente.

No pude soportar pensar en lo que opinaría la gente.

Debéis saber que Gelio es se porta bien conmigo.

Yo acudí a él por cobardía, él a mí por celos, pero hemos aprendido a querernos.

Para otros, puede parece arrogante y huraño, pero a mí me trata con todo el tacto y el respeto que podría desear. Espero que para vos sea más fácil saber esto.

Sé que no puedo esperar que me disculpéis ahora y en consecuencia ahora quiero olvidar todo lo que sucedió entre nosotros. No soporto pensar en vuestra furia y en vuestro odio.

Deberíais hacer lo mismo. Espero que durante estos años no hayáis perdido el tiempo añorando a la mujer de corazón frío y cobarde que huyó de vos.

Que Ariel os bendiga y os traiga la felicidad que yo no pude daros.

Dirvisia