Arieluma.
No toméis al Refugio de Soteria por una ciudad que quiera conseguir rápidamente reliquias antiguas y destartaladas. Tomadla por lo que verdaderamente es: un lugar perfectamente adecuado para repeler Balaúres y asmodianos.
Escarpadas montañas nos esconden de la vista de los Dracanes. Una grieta en las proximidades y un desierto desolador nos protegen de ataques sorpresa. El suelo que pisamos ha permanecido intacto incluso a la carnicería de Tiamat.
Al igual que los protectores de la antigua tribu reiana, usamos este ruinoso poblado como escondrijo de nuestras fuerzas de ataque.