¡Arieluma!

Ojalá os pudiera desear un buen día.

Ya es bastante con la miseria que gano, y encima tengo que soportar a Metna. Tiene menos sentido que los Trasgos.

Estamos todo el día por aquí y él temblando como una niña pequeña. A veces gruñe como un Husmeador.

Es un excremento de Brajo, pero el comandante no me permite cambiar el turno. Claro que, si lo hiciera, nadie podría mantener el puesto tan bien como yo...

Mala suerte, amigo.