Me alegro de volver a veros, [%username]. He decidido dedicarme con más intensidad a la legión Cielorrojo.

Mi trabajo de investigación ha despertado tanto interés que me gustaría dedicarle un libro entero. A la gente le encantan las historias de los nuevos héroes que derrotaron a los Balaúres y protegieron Pecherolin hasta la muerte.

¡Creo que podría tener un éxito increíble!

Podríais haceros famosa.

Sí, quizá... pero no lo hago por eso. ¡En serio! En una guerra como esta, la gente necesita cosas que la inspiren. Las historias sobre héroes como estas no tienen precio si queremos rechazar colectivamente a nuestros enemigos.

Por supuesto que mis estudios de estrategia también son importantes, pero la gente se interesa más por las historias personales de los héroes y por cómo vivieron.

Para escribir este libro necesito relatos particulares de la gente que realmente los conoció. Si me ayudáis a recopilar esos relatos, os mencionaré en mi libro. ¿Qué me decís?

Es un proyecto digno. Tengo cosas más importantes que hacer.

El material que me trajisteis era maravilloso: parece que la gente confía en vos. En cambio, conmigo no son tan abiertos, pero a lo mejor es porque soy académica.

Por favor, llevaos de nuevo el Libro de los registros y hablad con el espíritu de [%dic:STR_DIC_N_DF2a_Ghost_Theia] en el Santuario de las Leyendas, en Pecherolin.

Después, id a Resanta para hablar con [%dic:STR_DIC_N_Herz] en el Embarcadero de Prímum y luego a Pandemónium para hablar con [%dic:STR_DIC_N_Sigyn] en el Edificio del Consejo Nacional.

Está bien.

¿Va todo bien? ¿No os molestará que haya centrado mi trabajo en las historias de héroes más que en los aspectos bélicos?

En realidad lo hago solo por el bien de Asmodia, no para conseguir beneficios personales. Solo quiero que la gente entienda qué sacrificios hicieron por nosotros los héroes del pasado.

¿No queréis reconsiderarlo?

Quizá lo haga.

¿Tenéis más preguntas?

Tengo la sensación de que la gente viene a visitarme solo cuando buscan respuestas.

¿Qué queréis?

Habladme de la legión Cielorrojo.

El general de brigada Vírquel comandaba la legión Cielorrojo por orden de Lady Triniel. La mayoría de sus generales eran asesinos o cazadores, pero Vírquel era un templario.

En la legión Cielorrojo servían tres engreídos hermanos: Sirh, Barche y Bert. Con sus constantes disputas hicieron enfadar al general en más de una ocasión, porque los tres aspiraban al favor de Angeiya, la sacerdotisa de la unidad.

En cualquier caso, la legión se caracterizaba por su excelente unidad y organización. Entrenaban constantemente y en combate representaban una unidad perfecta, a la cabeza de la cual estaba el intrépido Vírquel.

Muchas gracias.

Los asuntos de la legión Cielorrojo me mantienen bastante ocupada, pero a vos puedo haceros un hueco, [%username].

Siempre y cuando no sea mucho tiempo.

Habladme de la legión Cielorrojo.

Vírquel y yo hicimos carrera juntos. Cuando nos conocimos, él contaba con el favor de Lord Nececán, que sin embargo ahora está del lado de Elísea; claro que aquello fue en la época anterior a la Gran Catástrofe.

Un día, Vírquel se puso de repente al servicio de Lady Triniel. Cuando le pregunté el motivo, solo dijo que era su misión; no quiso explicar más. Vírquel era un hombre muy callado y leal, con el que los secretos estaban a salvo.

Hay quien cree que Lord Nececán y Lady Triniel eran pareja y que Nececán puso a Vírquel al servicio de Triniel para que la protegiera. Si eso fuese verdad, sería una historia de lo más trágica, sobre todo si se tiene en cuenta lo que ocurrió después.

Sé valorar vuestra franqueza.

Si no estáis aquí para que os enseñe algo, ¿qué es lo que queréis?

Habladme de la legión Cielorrojo.

Era la unidad preferida de Lady Triniel y fue ella en persona quien la puso bajo el mando del general Vírquel. Al principio, su decisión de poner a un templario al mando fue polémica, pero Vírquel no tardó en probar su valía.

Cuando le designaron para defender Pecherolin, alguna gente pensó que la situación era desesperada, que tendríamos que retirarnos y ceder el territorio a los Balaúres. ¡Todos quedaron impactados cuando Vírquel y su gente mandaron a Beritra y a su legión Zuneuguise al Abismo!

Por desgracia, al final acabaron derrotando a la legión Cielorrojo. Normalmente una legión perdida se vuelve a formar, pero en aquella ocasión Lady Triniel decidió que no. Ninguna legión volverá a llevar jamás el nombre Cielorrojo.

Muchas gracias.

¡[%username], habéis vuelto!

También he entrevistado a alguna gente aquí, en Pandemónium. Tengo mucha curiosidad por saber qué visión de conjunto resultará de las diferentes historias.

Bueno, veamos qué anécdotas habéis recopilado con el Libro de los registros.

Aquí tenéis.

Mmm... las personas a las que yo he entrevistado también alaban a Vírquel: debió de haber sido un Daeva notable.

De todas formas, voy a tener que omitir la parte del soberano empiriano Nececán. Si no, voy a recibir la visita de algún Juez sombrío.

¡Estos relatos van a enriquecer mucho mi libro! ¡Elogiaré vuestra ayuda en el prólogo!

Ir a Pecherolin y entrevistar a [%dic:STR_DIC_N_DF2a_Ghost_Theia]

Ir a Resanta y entrevistar a [%dic:STR_DIC_N_Herz]

Ir a Pandemónium y entrevistar a [%dic:STR_DIC_N_Sigyn]

Regresar junto a [%dic:STR_DIC_N_Moreinen] con el Libro de los registros

Preguntar por la legión Cielorrojo a las testigos de la época y anotar sus relatos en el Libro de los registros.

Las historias de la legión Cielorrojo fascinaban a Moreinen, que decidió dedicarles un libro.

Viajasteis a Pecherolin y Resanta para preguntar por la legión Cielorrojo a las testigos de la época y anotasteis sus relatos en el Libro de los registros.

Cuando volvisteis junto a Moreinen, el material que habíais reunido la entusiasmó, si bien admitió que tendría que omitir algunos puntos polémicos.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]