Saludos.

En el cielo está Elísea y en la tierra los Porgos.

Por las noches protejo a mi ganado y durante el día duermo.

Me he acostumbrado a este tipo de vida y ya no quiero hacer otra cosa. Todo es demasiado pesado.

Aunque a veces me apetezca ir a casa... me da demasiada pereza. Por eso hace ya tiempo que no voy.

No me importaría pasar el resto de mi vida como pastor holgazán.

¡Hasta pronto!