Día 17
¡La ciudad perdida de Yerónpolis, por fin! ¿Quién sabe qué secreto esconden estas ruinas abandonadas?
Hasta ahora solo polvo y piedras. Aquí me siento mal, sinceramente, como si los espíritus de los supreños aún vivieran en sus casas destruidas y me observaran a través de las ventanas.
Día 19
¡La Jungla de Posá es increíble! ¡Tan verde, tan llena de vida...!
He intentado hacer bocetos de sus fascinantes criaturas, pero me temo que mis artes para el dibujo son bastante limitadas. Debo dar parte de este lugar a la sociedad de ciencias naturales de Sánctum.
Si hay un animal que no me guste en absoluto, esos son los Claus.
Día 25
No sé exactamente cómo he podido escapar del Quisar, pero me alegro de haberlo conseguido. En realidad solo quería esconderme en la catarata y, de repente, ¡FIUUUUUUUU!
Estoy en un sitio completamente distinto. Muy, pero que muy extraño.
Día 28
Creo que he encontrado las islas, pero no he visto ningún puente. Imagino que por eso se llamarán Puentes invisibles, ja, ja.
He visto a Vingeveo, Jesuchi y Zapiel rondando por lo alto y sé que los Querubs no pueden volar. ¿Cómo habrán llegado hasta allí?
Día 51
Basta, desisto. Maldita sea mi estampa, estoy harto de caerme una y otra vez en la maldita agua. ¡Que me aspen, pero no puedo encontrar esos dichosos Puentes invisibles de una condenada vez!
Si otro lo quiere intentar, adelante. Que sea el primero en investigar el maldito secreto de las islas. Yo ya estoy harto.