Mirad a estos Daevas, cómo bailan de un lado para otro y se llenan la barriga. ¿Han olvidado los principios asmodianos de la hermandad? ¿O se han emborrachado con el Licor de Año Nuevo?
Espero que penséis en los que pasan hambre mientras disfrutáis vuestras albóndigas, vuestro guiso y vuestro licor.
Pero solo pensar en ellos no ayuda. ¡Deberíais darles algo de vuestra comida!