¡La Sociedad Arqueológica de Sánctum les presenta un emocionante viaje a la fascinante civilización perdida de Superus!
Comunicado de la Sociedad Arqueológica de Sánctum, XVII edición.
Entre las montañas de Jeirón se encuentran las ruinas de una época muy lejana. Enigmáticas estatuas y arcos atesoran un antiguo saber.
¡Superus! ¡Solo el nombre ya evoca misterio! Antes de que llegaran los soberanos empirianos para proteger a la humanidad, ya estaban los supreños enfrentándose a la tiranía de los Balaúres.
¿Qué misterios se esconden en estas antiguas ruinas? Incluso las investigaciones más exhaustivas arrojan más preguntas que respuestas...
Al resguardo de su elevado hogar, los supreños podían defenderse sin esfuerzo de los Dracanes. Sus logros superan con diferencia al resto de tribus humanas que todavía construyen chozas primitivas y se afanan en impedir el avance de los Sapiens.
Los dominios del rey de Yerónpolis abarcaban montes y valles de Jeirón. Un reinado cuya fortaleza ya se imponía contra esos reptiles tiranos en tiempos antiguos, sumidos en la oscuridad y las llamas.
Ya en los tiempos de la ascensión de los empirianos se consagraron los supreños al culto a Aion. Los antiguos muros de sus templos estaban decorados con oraciones, las cámaras del tesoro estaban repletas de gemas y en los altares tenían lugar incontables sacrificios animales.
Los supreños reconocieron rápidamente la divinidad de los soberanos empirianos mientras que otras tribus todavía dudaban de su increíble poder. No hay niño que no conozca la fábula del Rey Alaro y de cómo se arrodilló ante Israfel.
Aunque se la haya adornado un poco con cada una de las veces que se ha vuelto a relatar, hace no mucho que la Asociación Arqueológica de Sánctum descubrió que tras esta leyenda se oculta parte de verdad.
Y sin embargo, los supreños, al igual que otras antiguas civilizaciones, fueron destruidos en la Gran Catástrofe. Los ciudadanos de Superus huyeron de sus ciudades, dejándose llevar por el pánico, al ver como un terremoto derrumbaba su poderosa torre y la oscuridad se cernía sobre el territorio.
Los sabios de Superus cambiaron su hogar: construyeron la gloriosa Sánctum y allí permanecieron. Superus nunca fue reconstruida y quedó reducida a escombros.
Las incompletas fuentes históricas de tiempos lejanos solo logran revelar parcialmente la historia de Superus. Con el tiempo, los Daevas supreños desaparecieron, antes de que pudieran dejar testimonios escritos. Superus acabó perdiéndose en la bruma de la historia.
Lo primero que suscitó nuevamente el interés por la zona fue el descubrimiento de una puerta del Abismo en las Ruinas de Superus. Sánctum mandó construir una fortaleza alrededor de la puerta.
Así se volvieron a construir antiguos edificios supreños y se erigió la fortaleza en lo que antes era el Gran Templo del reino. Gracias al renovado interés se descubrió mucha información sobre la gran historia de Superus. El resultado es la cinta que tenéis en las manos.
La arquitectura supreña que consiguió mantenerse en pie resulta una fascinante mezcla de ruinas elementales y esculturas extremadamente desarrolladas. A diferencia de muchas culturas humanas, los supreños nunca abandonaron sus antiguos edificios, por lo que probablemente sean los edificios humanos más antiguos de toda Atreia.
No obstante, los edificios más tardíos son un verdadero goce para los estetas. Maravillosas columnatas se unen con lujosos trabajos en piedra esculpida para confluir en un ideal de belleza intemporal del que muchos arquitectos se siguen inspirando cientos de años más tarde.
El Gran Templo empiriano fue el culmen de la arquitectura supreña. Un edificio sin parangón que fue erigido en honor de los soberanos empirianos.
Estatuas colosales de Guardas alados vigilan el patio, donde antaño se reunían millares de creyentes para rendir culto.
Cuando Sánctum descubrió que en Jeirón había aparecido una puerta del Abismo, se decidió seguir con la construcción del templo a modo de fortaleza. Lord Nececán en persona arrastró la puerta flotante al centro del templo y la construcción siguió su curso, provista de magníficos edificios nuevos que se erguían sobre las antiguas ruinas.
Hoy día se conoce solo una pequeña parte de la cultura supreña. Sin embargo, se sabe que eran creyentes. Además, es muy probable que, como todas las civilizaciones altamente desarrolladas, le otorgaran gran valor al conocimiento.
La Asociación Arqueológica de Sánctum planea investigar las tradiciones familiares cuyas raíces se remonten a Superus. Descubriendo las características comunes se debería poder identificar una traducción exclusiva de Superus.
En las Ruinas de Superus siguen escondidos numerosos misterios que quizás den respuesta a las preguntas más apremiantes de nuestra época.
Por ejemplo, ¿qué ha sido de los Claus que plagaban la jungla septentrional de Jeirón? Según una controvertida teoría,es posible que los supreños usaran a los Claus como armas contra los Balaúres.
Otros están convencidos de que no son más que suposiciones basadas en una interpretación dudosa de documentos mal interpretados.
La verdad sobre esta hipótesis podría hallarse escondida en cualquier parte de esta peligrosa jungla. Una jungla que ha ido convirtiendo en ruinas el enclave norte del Reino de Superus a base de incontenibles plantas trepadoras en perpetuo crecimiento.
La Sociedad Arqueológica espera encontrar la ciudad perdida en futuras expediciones. Las leyendas la sitúan en alguna parte perdida en las profundidades de la jungla.
Es posible que la sociedad también descubra la verdad que se esconde tras la legendaria ciudad perdida de Roah. La antigua ciudad debe de haber desaparecido por completo durante la Gran Catástrofe.
¿Fue solo un mito? ¿O esta ciudad existió en alguna parte del Abismo?
¡Vuestros donativos nos ayudarán a seguir desvelando los misterios de la antigua Atreia!