Queridísimo padre:
He recibido vuestro paquete. La espera ha sido muy larga, pero al menos habéis cumplido con vuestra palabra.
La Canica de jade gigantesca es más pequeña de lo esperado, pero está bien así. Es perfecta para el gusto de una anciana.
Si me concedieran un deseo, desearía ascender y estar siempre a vuestro lado, padre. Lo deseo pese a todo lo que le hicisteis a mi madre.
Se dice que llevar esta cinta de éter puede ayudar a una persona a convertirse en Daeva. Me habéis comprado una muy pesada. Siempre que la llevo, después me duele mucho la nuca.
Además, la Crema antiarrugas quema en la piel y huele a excremento de Sugo. De todas formas, yo me lo pongo todas las noches para tener un aspecto joven y bello a vuestro lado. Sé que eso os afecta.
Si necesitara algo más, os escribiré. Vuestra hija, Harmone.