Querido Cuidro:
¿Habéis sabido algo del tío Belbua últimamente?
Me escribió hace diez días y prometió visitarme. Sin embargo, desde entonces ni lo he visto ni he sabido nada de él.
Estoy tan preocupado que apenas puedo dormir, pero soy un anciano y no puedo salir en su busca.
Y otra cosa. He oído que han visto a un montón de hombres sospechosos en su granja.
Quiero pediros que vayáis a ver a Belbua.
Vuestro anciano padre no podrá dormir hasta que sepa qué le ha ocurrido a su hermano.