Asfelumbra, [%username]. El placer es todo mío.
Disfrutad de vuestra vida como Daeva mientras podáis, [%userclass].
Algún día despertaréis y os daréis cuenta de que sois la misma persona que hace trescientos años. Comprobaréis que no podéis cambiar, por mucho que queráis.
En vuestra mente, recordaréis una y otra vez las cosas malas que hayáis hecho. Los cadáveres, la sangre...
No nos hemos ganado nuestra inmortalidad. Los Daevas se comportan como si fueran dioses, pero en el fondo siguen siendo miserables humanos.