Diez años...

Los mejores días de mi vida son los que he pasado con mi hijo.

Ahora estoy tan muerta como el desierto más profundo.

Habladme de vuestro hijo. Que Ariel os conceda la paz.

Si aún estuviese vivo, tendría vuestra edad. Siempre quiso ser Daeva, estaba siempre rezando en el templo.

Si hubiera ascendido, aún estaría vivo.

Os doy mi pésame.