Arieluma.

La gente es tan transparente como el agua.

Por mucho que se esfuercen en ocultar su verdadero ser, la belleza y la fealdad siempre se reflejan en la superficie.

Y vos no sois ninguna excepción, Daeva. No la hay. No se me puede ocultar la verdad.

¿Sabéis que no me gustáis?