Querido[f:"Querida"] compañero[f:"compañera"] de la Orden del alabastro:
La gracia de lord Cáisinel y el esfuerzo de incontables Daevas nos han permitido obtener nuestras primeras victorias en Ínguison. Nuestro próximo paso es la construcción de un observatorio.
Algunos de nuestros miembros ya buscan posibles ubicaciones y nosotros debemos reunir sus informes.
Buscad a [%dic:STR_DIC_N_Queesia] en el Templo del Viejo Dragón para obtener más información que posteriormente tendréis que transmitirle a uno de los [%dic:STR_DIC_E_35021].
Sí, yo soy [%dic:STR_DIC_N_Queesia]. ¿Os puedo ayudar en algo?
He cumplido las órdenes y he tomado las mediciones pertinentes, pero el lugar no es adecuado para el observatorio.
El éter que producen el obelisco alcanza justo para el personal. Además, sufrimos demasiados ataques enemigos.
Decidles que antes de considerar la construcción del observatorio en el Viejo Templo del Dragón, debemos controlar el Desfiladero de Silentera.
¿Os ha seguido alguien?
Últimamente, los frecuentes ataques que sufre la Orden del alabastro nos obligan a ser extremadamente cuidadosos.
¿Habéis visto a [%dic:STR_DIC_N_Queesia] en el Viejo Templo del Dragón?
Se lo dije a Tifón desde el principio. No podemos erigir un observatorio expuesto a ataques enemigos por los cuatro puntos cardinales.
¡Ja! ¿Qué saben los de Jeirón de Ínguison, eh?
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Queesia]
Dar parte a uno de los [%dic:STR_DIC_E_35021]
Ha llegado un mandato de la Orden del alabastro. Seguid las instrucciones que dicta.
La Orden del alabastro busca un lugar en Ínguison donde construir su observatorio. Hablasteis con [%dic:STR_DIC_N_Queesia] sobre su posible emplazamiento en el Templo del Viejo Dragón.
A su criterio, no era un buen lugar para el observatorio y transmitisteis esta información al jefe de la sucursal de Ínguison.