Debéis saber que estuve una vez en Taloc. Pero solamente una vez. No sufrí tantos perjuicios como los otros Daevas, pero enfermé gravemente.

Allí dentro vi las cosas más raras nunca vistas. Por ejemplo, un Sulaco. Al parecer, vivía allí. Incluso quería venderme algo.

Verdaderamente extraño...

No tenía tantos Quinas, así que ni siquiera miré bien lo que me ofrecía. Creo que eso lo decepcionó.

De todas formas, más tarde ya no estaba tan seguro de que no hubiera sido una alucinación. Al fin y al cabo, por aquellos entonces enfermé muy gravemente.

No obstante, hace poco me vino a la memoria y entretanto he llegado a la conclusión de que existe de verdad.

¿Y se llama...?

Me gustaría descubrir qué le ha ocurrido y qué hace allí. Parece que podéis viajar a Taloc y salir indemne. Por eso me dirijo a vos.

¿Cómo se llamaba? ¿Doris? ¿Doria? Ah, ya sé: ¡[%dic:STR_DIC_N_Shulack_Elim_1]! ¿Podríais visitar a Dorquin y preguntar por él cuando volváis a Taloc?

Aceptar Rechazar

¡Os lo agradezco! ¡La curiosidad me mata! Y, por supuesto, que me preocupa un poco. Ahí dentro hay muchos peligros.

Para que un Sulaco como [%dic:STR_DIC_N_Shulack_Elim_1] viva solo en un lugar como ese, tiene que haberle pasado algo extraño.

Por favor, decídmelo si necesita algo. Por ejemplo alimentos... Le mandaré sin problema todo lo que necesite.

Deseadme suerte.

Sé lo grande y peligroso que es Taloc. No os enviaría allí con el único propósito de encontrar a un Sulaco cualquiera.

Pero si os encontráis allí para solucionar asuntos más importantes, podríais buscarle, ¿no? Quizá cambiéis de opinión más tarde.

Quizá.

¡Ahhhh! ¡No me hagáis daño! Yo no he hecho nada...

¿Qué? Oh, sois un[f:"una"] Daeva. Y yo pensaba que erais... Da igual... ¿Queréis comprar algo?

Quiero saber algo de vos.

Oh, mi historia no es especialmente interesante. No obstante, vivo atormentado por un pasado más bien oscuro.

Me condenaron al exilio y este es el único lugar donde podía vivir. A mi familia también la expulsaron pero, naturalmente, no querían tener nada más que ver conmigo. Todavía me arrepiento de haberles hecho daño.

Pero quizá hay un motivo más profundo por el que nos hemos encontrado. ¿Conocéis a mi hija, [%dic:STR_DIC_N_Shulack_DF4_4]? En tal caso, entregadle esto. Es algo de comer para ella y para los otros refugiados.

Por favor, decidle que la quiero y que la echo de menos, a ella y a los demás...

Lo haré.

¿Mi... padre? Murió en un accidente hace mucho tiempo. Mi familia se mudó aquí cuando yo todavía era muy pequeña.

¿Por qué preguntáis por mi padre? ¿Sabéis algo de él? Siempre me he preguntado... Mi madre nunca quiso hablar de él.

Me he encontrado con alguien llamado Dorquin...

Entonces... ¿está vivo? ¿Y mi madre me mintió? Ella murió cuando los Balaúres nos expulsaron del pueblo, así que ya no puedo preguntarle.

Pero él... eso es... No... no sé qué pensar de esto...

Os pido que me dejéis sola, Daeva. Tengo que pensar, pero tomad esto como muestra de mi agradecimiento por revelarme la verdad.

Encontrar al refugiado sulaco [%dic:STR_DIC_N_Shulack_Elim_1]

Llevar un saco de comida a [%dic:STR_DIC_N_Shulack_DF4_4]

Al parecer, un Sulaco solitario vive en algún lugar de Taloc. Descubrid cómo ha llegado hasta allí.

Dénsquel os contó que se encontró con un Sulaco en algún lugar de Taloc. Os pidió que saciarais su curiosidad sin límites y que os enterarais de cómo le iba a este Sulaco.

Encontrasteis al Sulaco llamado Dorquin, que os contó que estaba exiliado. Os entregó un saco de alimentos para su hija, Chenquiqui.

Cuando le hablasteis a Chenquiqui de su padre, sufrió una profunda conmoción porque creía que estaba muerto. Os pidió que la dejarais sola porque quería pensar.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]