Muchos buscan a los sabios para obtener un gran poder. Por mucho que busquen, nunca encontrarán lo que ahora no poseen.
La ceremonia de los sabios no otorga este tipo de fuerza. Lo que hace es liberar la verdadera fuerza que ya es inherente a vuestra alma.
¿Lo entendéis o sois de los[f:"las"] que no pueden "ver"?
Percibo que albergáis un gran poder. Sin embargo, las dudas cubren de nubes vuestro espíritu.
¿Es la próxima batalla la más importante? ¿La próxima misión? ¿O la responsabilidad como Daeva? ¿Es correcto sacrificar enemigos para procurar la justicia de Asmodia? ¿Merece la pena vivir una vida infinita?
Si reconocéis vuestras verdaderas creencias, vuestras dudas se desvanecerán, [%username]. Tomad una decisión firme y aceptad el camino que se presenta ante vos.
Albergáis todo el poder y las respuestas en vos. La primera decisión que tomasteis como Daeva determina cada una de vuestras decisiones desde entonces.
Reconoced esta primera decisión y vuestra respuesta será clara. Encontrad a vuestro [%dic:STR_DIC_E_D_master] y solicitad que os imparta una lección.
Vuestro destino os espera en el Edificio del Consejo Nacional.
Vivir sin pensar; actuar sin elegir. Ese es el camino fácil.
Una vida sin sentido puede ser suficiente si estáis satisfecho[f:"satisfecha"] con ella.
Entiendo vuestra elección. Aquí no hay nada más para vos mientras que no deis el siguiente paso.
¿Qué os ha traído hasta mí?
No estáis aquí por un motivo corriente. Decídmelo e intentaré ayudaros.
Antes erais un simple ser humano, un[f:"una"] guerrero[f:"guerrera"] que optó por el camino del gladiador o del templario.
Consagráis vuestra vida a la lucha en primera línea de la batalla exponiendo vuestro cuerpo fortalecido a los ataques del enemigo. ¿Es que todas estas batallas no os han enseñado nada?
Los Daevas fueron creados para proteger. Cada uno de los enemigos que habéis derrotado hasta hoy y todos los que derrotaréis en el futuro os han mostrado la respuesta. Aunque no lo entendáis todavía, lo entenderéis cuando llegue el momento.
Si no habéis encontrado vuestro destino en la batalla, obedeced la voluntad de los soberanos sedim.
Lord Ciquel y el Templo de la destrucción os han enseñado a luchar entre las filas de los [plur][%userclass]. Venced vuestros miedos y servid de espada y escudo a nuestras familias y aliados.
Concentraos en el camino tomado y vuestro destino será inapelable.
Gracias por haber venido, pero yo no puedo dar lecciones sobre el destino a un[f:"una"] miembro de los [plur][%userclass].
Estaréis en mejores manos con un preceptor de vuestra clase.
¿Qué os trae por aquí?
¿Queréis saber cómo causar una muerte indolora?
Entonces estáis en el lugar correcto.
Antes erais un simple ser humano, un[f:"una"] explorador[f:"exploradora"] que optó por el camino del asesino o del cazador.
Más veloz y fuerte que todos los otros, os habéis ocultado en la oscuridad o en el viento, habéis protegido a vuestros aliados y vencido a todos vuestros enemigos. ¿Es que todas estas batallas no os han enseñado nada?
Los Daevas fueron creados para proteger. Cada uno de los enemigos que habéis derrotado hasta hoy y todos los que derrotaréis en el futuro os han mostrado la respuesta. Aunque no lo entendáis todavía, lo entenderéis cuando llegue el momento.
Si no habéis encontrado vuestro destino en la batalla, obedeced la voluntad de los soberanos sedim.
Lord Triniel y el Templo de la muerte os han enseñado a luchar en las filas de los [plur][%userclass]. Soportad con valentía el dolor y acabad con todos los enemigos que amenazan a nuestras familias y aliados.
Concentraos en el camino tomado y vuestro destino será inapelable.
Yo no soy a quien buscáis. Puedo deciros algo sobre asesinos o cazadores, pero no domino especialmente los asuntos de los [plur][%userclass] y su destino.
Si queréis aprender materias que van más allá de la competencia del Templo de la Muerte, deberíais buscar a un preceptor de vuestra clase.
Como veis, tengo cosas que hacer. ¿De qué queréis hablar conmigo?
¿No os parece que incluso una conversación cualquiera pude transmitir algo de sabiduría?
Decidme eso tan importante que me queréis contar.
La respuesta contribuirá a vuestra sabiduría y a la mía.
Antes erais un simple ser humano, un[f:"una"] mago[f:"maga"] que optó por el camino del hechicero o del invocador.
Manejáis con habilidad el éter y usáis a vuestro favor el abrumador poder de los elementos para vencer a vuestros enemigos. ¿Es que todas estas batallas no os han enseñado nada?
Los Daevas fueron creados para proteger. Cada uno de los enemigos que habéis derrotado hasta hoy y todos los que derrotaréis en el futuro os han mostrado la respuesta. Aunque no lo entendáis todavía, lo entenderéis cuando llegue el momento.
Si no habéis encontrado vuestro destino en la batalla, obedeced la voluntad de los soberanos sedim.
Lord Lumiel y el Templo de la sabiduría os han enseñado a luchar en las filas de los [plur][%userclass]. ¡Buscad toda la sabiduría del mundo! Aprehendedlo todo y permaneced firme.
Concentraos en el camino tomado y vuestro destino será inapelable.
Es una pregunta fascinante para la que no conozco una respuesta, si es que existe.
No puedo daros una respuesta válida para un[f:"una"] representante de los [plur][%userclass].
Deberíais visitar a un preceptor de vuestra clase. Las experiencias conjuntas son fuente de sabiduría conjunta.
El destino es una combinación del pasado, el presente y el futuro.
Me auguraron que vendríais hace mucho tiempo, [%username].
Decidme lo que ya sé para que pueda recordároslo...
Antes erais un simple ser humano, un[f:"una"] sacerdote[f:"sacerdotisa"] que optó por el camino del clérigo o del cantor.
Sopesáis la vida y la muerte de vuestros enemigos y decidís su camino conduciéndolos al destino que se merecen. ¿Es que todas estas batallas no os han enseñado nada?
Los Daevas fueron creados para proteger. Cada uno de los enemigos que habéis derrotado hasta hoy y todos los que derrotaréis en el futuro os han mostrado la respuesta. Aunque esto todavía no os recuerde a nada, lo entenderéis cuando llegue el momento.
Si no podéis encontrar vuestro destino en la batalla, obedeced la voluntad de los soberanos sedim.
Lord Marchután y el Templo del destino os han enseñado a luchar en las filas de los [plur][%userclass]. Tenéis vuestro destino en vuestras propias manos. Vuestras plegarias traen muerte a los enemigos y vida a los aliados.
Concentraos en el camino tomado y vuestro destino será inapelable.
No digáis nada. Ya sé lo que habéis dicho.
No podía ayudaros ni decir nada con respecto a un[f:"una"] representante de los [plur][%userclass] y lo que determina su destino.
Acto seguido acudisteis a un preceptor de vuestra clase y lo habéis recordado todo.
A juzgar por vuestra expresión, debéis de tener un buen motivo para venir a verme. ¿De qué queréis hablar conmigo?
Decidme de qué se trata, por muy grave que pueda parecer el asunto.
¿Cómo voy a saber si puedo ayudaros, si no sé cuál es vuestro problema?
Cuando erais humano[f:"humana"], erais ingeniero[f:"ingeniera"], y ahora habéis venido para comenzar la senda de los tiradores o de los técnicos del éter.
Hasta ahora os habéis ocupado de vuestros enemigos con vuestras artes de ingeniería, ¿no es así?
¿Después de todas las batallas todavía no habéis entendido nada?
Conseguid más experiencia y no os olvidéis nunca de que los Daevas se crearon para proteger a Aion y a la humanidad.
Puede que no sea ahora, pero algún día lo comprenderéis.
Si sentís dificultades durante la lucha, recordad las enseñanzas de Lord Ciquel y el Templo de la destrucción, que guían a los [plur][%userclass].
¿No es la lección de la destrucción y nuestro deber vencer todo temor y proteger cual arma a nuestros compañeros y familiares?
Si seguís las palabras de Lord Ciquel y el camino de un buen [%userclass] con valor, vuestra fe no volverá a flaquear.
Gracias por venir a verme, pero...
No puedo ayudaros, lo siento.
No sé mucho sobre los [plur][%userclass].
Para saber más os recomiendo que visitéis a un maestro de vuestra clase.
Aion y el soberano del destino os han enviado aquí.
Sabía que me visitaríais.
¿Cómo puedo ayudar?
Durante vuestra vida como ser humano fuisteis artista, y ahora venís aquí para seguir la trayectoria del bardo.
En el caos de la batalla, ¿acaso no fortalecía vuestra música la moral de combate de los propios soldados, al tiempo que minaba la del enemigo?
Que tras tantas batallas no os hayáis dado cuenta de ello...
Haceos consciente de la razón de la existencia de un Daeva: fuimos creados para proteger a Aion y a la humanidad.
Si pensáis en ello y seguís acumulando experiencia en la batalla, entenderéis por vos mismo[f:"misma"] el sentido que esto tiene.
Si aun así no alcanzáis la iluminación, practicad la disciplina y seguid las enseñanzas de Lord Marchután y del Templo del Destino que dirigen la clase de los [plur][%userclass].
El destino está en vuestras manos: rezad siempre y desplegad vuestras habilidades en el combate con melodías de fe y espiritualidad.
Si seguís las enseñanzas de Lord Marchután y os consagráis al camino de los [plur][%userclass], vuestra fe no volverá a tambalearse.
Os agradezco que me hayáis visitado...
Sin embargo, siento mucho no poder ayudaros en este asunto.
Lo cierto es que no sé muy bien cómo se vive siendo [%userclass].
Si vais a ver a vuestro maestro de profesión, seguro que os podrá enseñar lo adecuado.
Habéis vuelto, [%username].
¿Habéis hablado con el preceptor de los [plur][%userclass] como os aconsejé?
¿Qué os han aportado sus lecciones?
No puedo decir que no tengáis razón. Los Daevas han nacido para luchar, ahí es en el único lugar donde pueden encontrar su destino.
Si camináis por la senda que Aion, los soberanos sedim y el templo han trazado, daréis lo mejor entre las filas de los [plur][%userclass].
Ha llegado el momento de hablaros de la fuerza de vuestro interior que liberará la ceremonia de los sabios.
En la vida solo tendréis dos oportunidades de elegir vuestro destino. Podéis serviros de la energía inmanente a través de la ceremonia de los sabios para alcanzar el poder de lo divino.
Este es el verdadero poder al que tantos aspiran y tan pocos alcanzan, un arsenal refinado con la energía sagrada del interior.
El camino para conseguir los cinco elementos es pedregoso, debéis vivir muchas vidas.
Cada vez que recorráis este camino estaréis un paso más cerca de vuestro objetivo.
Estáis prácticamente preparado[f:"preparada"] para empezar. Elegid vuestro camino y la energía sagrada de vuestro interior cambiará y determinará vuestros próximos pasos.
¿Cuál es vuestro camino, [%username]? ¿Caminaréis por el de las eternas batallas? ¿U obedeceréis la voluntad del templo y de los soberanos sedim?
¿De verdad queréis precipitaros en los conflictos sinfín?
Como deseéis. La ceremonia de los sabios comenzará tan pronto os vayáis y concluyáis vuestra iluminación.
Luchad. Luchad hasta que el poder divino llene colme cuerpo y todos puedan ver sus chispas. Solo entonces estaréis preparado[f:"preparada"] para lucir la armadura daevaniana.
¿De verdad queréis someteros a la voluntad del templo y de los soberanos sedim?
Como deseéis. Enorgulleceos de vuestra elección y seguid el camino trazado por el preceptor. Seguidlo en cada paso hasta que el poder divino colme vuestro cuerpo y todos puedan ver su resplandor.
La ceremonia de los sabios ha comenzado. Ahora partid y regresad con la iluminación en vuestras manos, en caso de que queráis llevar la armadura daevaniana.
Os estaba esperando, [%username]. ¿Ha consolidado vuestro espíritu el camino de la batalla?
¿Vuestro objetivo está más claro ahora? En caso negativo, nunca encontraréis la iluminación.
Si creéis que vuestro destino está lo suficientemente claro, enseñádmelo ahora.
No podéis encontrar el verdadero destino con meras palabras.
Si no os valoráis vos mismo[f:"misma"], nunca seréis digno[f:"digna"] de la armadura daevaniana.
Poned en la práctica lo que habéis aprendido. Cuando vuestro cuerpo rebose poder, conduciré vuestra energía sagrada al recipiente adecuado.
Os estaba esperando, [%username]. ¿Han consolidado vuestra alma las enseñanzas de vuestro templo y de los soberanos sedim?
¿Veis vuestro objetivo con más claridad ahora? En caso negativo, nunca encontraréis la iluminación.
Si creéis que vuestro destino está lo suficientemente claro, enseñádmelo ahora.
No podéis encontrar el verdadero destino con meras palabras.
Si no os valoráis vos mismo[f:"misma"], nunca seréis digno[f:"digna"] de la armadura daevaniana.
Poned en la práctica lo que habéis aprendido. Cuando vuestro cuerpo rebose poder, conduciré vuestra energía sagrada al recipiente adecuado.
Esta armadura está imbuida ahora de vuestra energía sagrada. Os acompañará siempre que sigáis vuestro destino.
No obstante, recordad que el destino solo no es suficiente. Llegará el momento en el que deberéis negarlo para hacer lo correcto.
Un día obtendréis repuesta a todas vuestras preguntas. Por el momento, basta con que ya no sintáis inseguridad. Consagraos en cuerpo y alma a vuestro camino y encontraréis la iluminación al final de él.
Esta armadura está imbuida ahora de vuestra energía sagrada. Os acompañará siempre que sigáis vuestro destino.
No obstante, recordad que el destino solo no es suficiente. Llegará el momento en el que deberéis negarlo para hacer lo correcto.
Un día obtendréis repuesta a todas vuestras preguntas. Por el momento, basta con que ya no sintáis inseguridad. Consagraos en cuerpo y alma a vuestro camino y encontraréis la iluminación al final de él.
Hablar con vuestro [%dic:STR_DIC_E_D_master]
Regresar con [%dic:STR_DIC_N_Kanensa]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Kanensa] y elegir el camino que vais a seguir en el futuro
Reunir poder divino, regresar con [%dic:STR_DIC_N_Kanensa] y recibir la ceremonia de los sabios
Recibir la armadura daevaniana de manos de [%dic:STR_DIC_N_Kanensa]
Canensa dijo que os ayudaría a recibir la ceremonia de los sabios. Buscad al preceptor de vuestra clase y pedidle consejo.
Canensa os encargó que visitarais al preceptor de vuestra clase y recibir su enseñanza sobre vuestro destino como Daeva.
Os comunicó que encontraríais el destino que buscabais en la batalla u obedeciendo la voluntad del templo.
Cuando regresasteis, Canensa os indicó vuestro camino e impregnó una pieza de armadura con vuestra energía sagrada.