Odio tener que estar aquí de pie todo el día. Me duelen los pies y los Daevas con los que tengo que tratar son, por decirlo suavemente, un grupo de lo más peculiar. Sin contaros a vos, por supuesto.

¿Qué hacéis aquí mirando con la boca abierta? Si queréis haceros notar aquí, en Gelcmaros vais a tener que abriros paso a codazos.

Un consejillo: ahora es un buen momento. Y ahora marchad. El bienestar de Asmodia depende de que deis lo mejor de vos mismo[f:"misma"] al otro lado de esas puertas.

Vale, vale, ya voy.