Si tenéis equipamiento del Abismo que no necesitéis, me lo podéis traer a mí.
A cambio obtendréis una recompensa adecuada, Daeva. Al fin y al cabo, os lo habéis ganado.
Si tenéis vuestro equipamiento aquí, podéis mostrármelo.
¡Que la paz de la oscuridad sea con vos!