Asfelumbra.

Como protector, he empeñado mi vida a defender todo lo que se me ha encargado custodiar.

Por suerte, mi protegida tiene talento y es simpática.

¡Si el sanador de almas de esta fortaleza fuese tan buena persona como Agín, tendría todavía más motivos para protegerlo y defenderlo!

Seguro que ahí fuera, en algún lado, estará el Daeva adecuado para vos.