Buenos días.

¿Me creéis si os digo que he estado en el Abismo?

Aquí, en este lugar tan apartado, tengo que mediar todos los días en la intensa lucha por las casas, lo cual a veces me hace olvidar que fui designado guerrero en el Abismo.

Ya nunca nunca tengo ocasión para sacar mi espada.

Ay, me aburro tanto... Tendré que pedir un muñeco para entrenar.

¡Hasta pronto!