¡Asfelumbra, [%userclass]!
¿Os gusta volar? ¡Apuesto a que no os gusta ni la mitad que a mí!
Cuando aún no levantaba un palmo del suelo, ya soñaba con volar. Por eso me alegré tanto de convertirme en Daeva.
Y luego Sutrán me asignó a la patrulla voladora. ¡Qué suerte!