(El mapa es tan antiguo que está todo amarillento).
(Se ven los contornos de [%dic:STR_DIC_W_LDF4a_sarpan_main], pero las líneas están tan borradas que apenas se reconocen).
(Será mejor enseñárselo al [%dic:STR_DIC_E_Q41177_yohar]).
¡Hip! ¡Hip! Hola... ¡Hip!
Yo era el cabidán de una gran floda de naves, ¡sí, señor!
¿[%dic:STR_DIC_N_Karok_LDF4a_ship]? ¿[%dic:STR_DIC_N_DF4a_Luespanner]? ¡Ja! ¡Me los habría guidado de encima fácilmende! ¿Lo sabíaish?
¡Eh! A ver gué es eso gue denéis en las manos. ¡Bero si es un maba del desoro!
¡Hip! No hay maba gue yo no bueda leer. ¡No lo hay!
¡Venga, mosdrádmelo ya! ¡Hip!
(Es un viejo cofre).
(Se nota que es antiguo).
(El cofre pesa bastante, lo que aumenta las expectativas por su contenido).
(El cofre abierto huele a moho y polvo).
(Al fijaros, veis que hay algo en su interior).
Ir a la [%dic:STR_DIC_W_LDF4a_SZ_OP_17] y mostrar el mapa al bebedor [%dic:STR_DIC_N_yohar]
Ir al [%dic:STR_DIC_E_Q41259a_map] y empezar a excavar
Abrir el cofre del tesoro
Habéis conseguido un viejo y amarillento mapa. Acudid a Johar y mostrádselo.
Por casualidad, disteis con un viejo mapa.
Parecía un mapa del tesoro, así que se lo llevasteis a Johar, que os lo explicó.
Excavasteis en el punto indicado en el mapa y encontrasteis un cofre del tesoro.
En su borrachera, Johar habló de Redia y Luespaner, a los que se adelantó hacía mucho tiempo. No todo lo que contó eran cuentos.