En este cruel Abismo acechan muchas criaturas extrañas y peligrosas.
En Islaesquirla hay un espectro horrible: el Espíritu de la destrucción.
Tenemos estas criaturas también en Elísea, pero aquí son tan diferentes que podrían pasar perfectamente por otro ser.
En Elísea los espíritus y las sombras permanecen en el subsuelo y se esconden de los vivos.
Sin embargo, en el Abismo atacan a todo lo que se mueve.
Es como si albergaran rencor hacia el calor de los vivos e intentaran apagarlo siempre que se les presenta la oportunidad.
Peligrosa y además una amenaza para nuestros planes.
Llevamos aplazándolos durante demasiado tiempo por culpa de estos espíritus malignos.
[%username], me da la sensación de que tenéis experiencia en estos asuntos. ¿Podríais ocuparos vos de estos seres?
Mi más profundo agradecimiento.
Devolved a esos [plur][%dic:STR_DIC_M_Ab1_1211_ShadowStalkerB_32_An] a las oscuras tumbas desde las que reptaron y nos prestaréis un valioso servicio.
¿De verdad rechazáis esta humilde petición? Pensaba que erais un[f:"una"] Daeva mejor, [%username].
Al menos ahora sé que todo lo que he oído sobre vos no era más que palabrería barata.
Estos horribles espíritus... Ya me puedo imaginar cómo sus enormes garras me arrancan la piel y vacían mi cuerpo de órganos vitales con bestial alegría...
¡Ay! ¡No os acerquéis con tanto sigilo!
¡Excelente! Sabía que se podía contar con vos. Transmitís confianza.
Gracias a vos puedo explorar esta zona de manera segura y sin que una de estas criaturas saboree mis vísceras.
Por favor, tomad esto como humilde muestra de mi aprecio, [%username].
Acabar con los [plur][%dic:STR_DIC_M_Ab1_1211_ShadowStalkerB_32_An] que merodean por Islaesquirla ([%2]/8)
Informar a [%dic:STR_DIC_N_Livy]
Los Espíritus de la destrucción dificultan las misiones de exploración de los Guardas de Islaesquirla. Eliminadlos e informad a Livio.
Livio os dijo que los Espíritus de la destrucción suponían una verdadera amenaza y os pidió que los eliminarais.
Cumplisteis su petición y con ello impedisteis que posiblemente algún día estos espíritus coléricos lo hicieran pedazos.