¿Pero es que no podéis dejarme en paz?

Cuando me fui de Sánctum, no creía que terminaría así.

Confiaba mucho en mí y pensaba que podría superar todas las dificultades...

Se dice que siempre hay alguien mejor, pero no creía que estas palabras fueran ciertas.

(Termináis la conversación).