Aquí está el espejo que necesitáis. Pero debéis saber que el espejo no basta por sí solo.
No me miréis así. Ya os lo dije, no es el primero que fabrico. Este espejo tiene un único uso, aparte de admirarse a uno mismo: vencer la magia de espejismos. Y el único lugar donde eso es necesario es... sí, el Palacio de Aluquina.
Más que un espejo, es un recipiente. Contiene luz que es lo suficientemente poderosa como para atravesar un espejismo. Pero necesitáis una fuente de luz que sea lo suficientemente potente.
Erato os diría que le hicierais una ofrenda a Aion, pero creo que hay soluciones más prácticas. El Daeva para el que fabriqué el último espejo habló de un [%dic:STR_DIC_OBJ_DF2_NPC_TalkingMirror] en el [%dic:STR_DIC_W_DF2_SUB_toDF2_DFlame] de Morfugio, en Asmodia.
Si encontráis el espejo, él os proporcionaría la luz necesaria. Por supuesto, siempre y cuando esté dispuesto a ayudaros...
Pero ese es vuestro problema, no el mío. Rogadle, chantajeadle... seguro que encontráis una forma. En cualquier caso, primero debéis llegar hasta el Templo del Fuego, que no es tarea fácil. ¿Estáis seguro[f:"segura"] de que estáis a la altura de la misión?
Bueno, al menos no os asustan los retos. Si buscáis un camino al [%dic:STR_DIC_W_DF2_SUB_toDF2_DFlame], entonces debéis ir a la falla que aparece cerca del Templo de Quiola en Elnen. ¿Tenéis compañeros? Viajáis a un lugar peligroso...
Si sois capaz de convencer al espejo, llevadle la luz capturada al general de brigada Perento en la Puerta de Jeirón. Él sabe cómo hallar la falla que conduce al Palacio de Aluquina.
Seguid el camino de la luz, [%username].
¿Qué es eso de que no queréis? ¿Me hacéis fabricar el condenado espejo y ahora no queréis usarlo? ¡Vaya pérdida de tiempo!
Espejito, espejito... ¿Acaso no tenéis nada de fantasía? ¿Sí? ¿Qué queréis?
Un momento... Vos no sois de por aquí, ¿no es cierto? ¡Sois un[f:"una"] elio[f:"elia"]! ¿Que hace un[f:"una"] Daeva tan mono[f:"mona"] y chiquitín[f:"chiquitina"] como vos en un sitio tan tenebroso y horripilante como este?
¿Mi luz? Los espejos la reflejamos, no la creamos. No sé de qué estáis hab...
¿Qué es lo lleváis en la bolsa? Sacadlo para que pueda verlo.
Ah... una versión en miniatura de mí mismo. ¡Y tan adorable! Oh, y dónde está ese espejito brillante...
Bueno... muy bien. Pero solo por esta vez. Y no lo vayáis contando por ahí. Tampoco queremos que vengan por aquí manadas de elios plumositos a mirarse todo el día a sí mismos.
Lealtad y armas, [%username]. ¿Qué os ha traído a mí?
Entonces deberíais hablar con Piera. Reúne la información sobre las fallas. Decidle que vais de mi parte.
Y ahora, si no tenéis nada más que tratar... Hasta la próxima.
Lealtad y armas, Daeva. ¿Qué puedo hacer por vos?
Hace calor, ¿verdad? Pero seguro que es mejor que un clima frío.
Estuve hace un tiempo de patrulla en Beluslan, en Asmodia, y casi me congelo.
¿El Palacio de Aluquina? Eso está en Beluslan, Asmodia. Estuve hace poco allí, de patrulla... hace un frío helador. ¿Qué buscáis allí?
La entrada está sellada. No hay ninguna vía de entrada. A menos que...
¿Habéis encontrado una vía de entrada? ¿Me estáis tomando el pelo? ¡Es imposible! ¡Pero si es así, debéis decírmelo, por favor! Os prometo que os diré dónde encontrar la falla que buscáis.
Hablar con el [%dic:STR_DIC_OBJ_DF2_NPC_TalkingMirror]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Perento]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Piera]
Encontrad el Espejo de la soberbia en el Templo del Fuego. Convencedlo para que complete el espejo, para que así podáis penetrar la magia de espejismos que rodea el Palacio de Aluquina.
Diana os dio el espejo y os envió en busca del Espejo de la soberbia en el Templo del Fuego de Morfugio para que pudierais completar vuestro espejo mágico.
Hablasteis con el Espejo de la soberbia en el Templo del Fuego y os dio la luz mágica que necesitabais.
Tras dotar a vuestro espejo de propiedades mágicas, fuisteis a buscar al general de brigada Perento en la Puerta de Jeirón. Él os envió a ver a Piera, responsable de la información sobre las fallas en esa zona.
Al hablar con Piera, os disteis cuenta que conocía el Palacio de Aluquina. Os ofreció enviaros a la falla correcta si compartíais con ella lo que sabíais.