Mientras os ocupabais de los Querubiles, [%username], vino una mujer de Yeyaparán a hablar con la sanadora de almas Mirborante.
Oí que charlaba sobre los Querubiles, así que me acerqué yo mismo a hablar con ella.
Cree que los Querubiles han abandonado su hábitat natural debido a unos extraños árboles caídos.
Caídos, envenenados, contaminados... No sé, pero los árboles se han plantado en Pantanoturbio y los [plur][%dic:STR_DIC_M_Cherubim4_33_An] dirigen la marcha de los suyos.
No me gusta importunaros otra vez, pero necesito vuestra ayuda.
¡Sabía que podía contar con vos! Gracias, [%username].
Por favor, dirigíos a Pantanoturbio y matad a algunos [plur][%dic:STR_DIC_M_Cherubim4_33_An].
Son más duros que los Querubiles comunes, pero para vos no deberían suponer ningún problema, [%username].
Bueno, al menos habéis hecho algo que mantendrá a raya por un tiempo la amenaza querubil.
Los Saqueadores de minerales querubiles tendrán que esperar.
Por favor, perdonad que haya querido sacar provecho de nuestra amistad, [%username].
¿Ya habéis vuelto? ¡Los soberanos serafines tienen que estar velando por vos!
O quizás seáis de verdad tan hábil como todos parecen creer.
¿Habéis acabado con los Saqueadores de minerales querubiles?
Muchas gracias. Espero que los Querubiles guarden las distancias en ausencia de sus líderes.
Sin embargo, me dan lástima, ya que han perdido su hogar.
Que Ariel nos libre de semejante destino.
Acabar con [plur][%dic:STR_DIC_M_Cherubim4_33_An] ([%2]/7)
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Rahelio]
Eliminad a los Saqueadores de minerales querubiles que hacen avanzar a los suyos hacia el observatorio.
Ragelio os comunicó que los Querubiles se habían dirigido al observatorio porque habían sido expulsados de Pantanoturbio. Os pidió que acabarais con sus líderes, los Saqueadores de minerales querubiles.
Atendisteis su ruego y a vuestro regreso, os lo agradeció. No obstante, mostró compasión por aquellos Querubiles sin hogar.