Baltasar me susurra cuando el viento silba a través de sus hojas.
Escucha el graznido de los Elims, está preocupado.
La contaminación alcanza sus raíces. Ya no encuentran agua limpia ni tierra pulcra.
Sus ramas se retuercen de dolor y se vuelven agresivos y bulliciosos.
Baltasar llora la muerte de sus hijos desaparecidos. Quiere que este sufrimiento llegue a su fin.
Tenemos que podar las ramas afectadas para que el árbol pueda sobrevivir.
Acabad con el sufrimiento de los [plur][%dic:STR_DIC_M_DF2A_AgrintSwampD_45_An] y de los [plur][%dic:STR_DIC_M_DF2A_RottentreeSwampD_45_An] en la Selva de Magaro.
Traedme sus ramas contaminadas, las quemaré y esparciré sus cenizas por el suelo.
Baltasar susurra sus tormentos y la aldea entera lo escucha.
¿Vos no lo escucháis?
¿Lo habéis conseguido?
Baltasar sigue susurrándome los tormentos que oye. Id a la Selva de Magaro y poned fin al sufrimiento del Elim caído.
Aunque puede que el Elim no vuelva a vivir, sus cenizas abonarán el terreno. A la sombra de Baltasar, crecerá nueva vida de sus restos.
Recoger [plur][%dic:STR_DIC_I_QUEST_4034a] y [plur][%dic:STR_DIC_I_QUEST_4034b] llevárselas a [%dic:STR_DIC_N_Ervin]
[%collectitem]Dirigíos a la Selva de Magaro, talad las Ramas venenosas de agrint y de rotron y llevádselas a Ervin.
Ervin, la protectora de Baltasar, dijo que los gritos de dolor de sus hermanos Elims caídos torturaban a Baltasar.
Acabasteis con el sufrimiento de los Agrints y de los Rotrones de la Selva de Magaro y le llevasteis sus ramas. Ervin las quemó y esparció las cenizas por la tierra.