Hola, Daeva.

Oh, hola.

Lo siento, pero estoy un poco cansado. Duermo mal por la noche porque comparto habitación con Titio.

¡Ese hombre ronca como un Calidón! A veces me encantaría ahogarlo con una almohada para que se callara.

En esta posada tendría que haber más habitaciones...

Buf, qué mala suerte.