Saludos.
Por este camino, una vez hubo una niña que vendía cerillas.
Era una niña humana pobre que iba descalza.
Nadie quería acoger a esta pobre niña en su hogar.
Una noche hubo una tormenta de nieve y la niña murió de frío en la calle.
Esta niña... era mi hija, a la que he buscado ansiosamente.
Ahora vago de un lugar a otro, pues no puedo huir de un pasado que nunca podré cambiar.