¡Asfelumbra!

Todo cambia y eso es algo que no se puede cambiar. Solo una cosa permanece siempre igual, solo una. ¿Sabéis a qué me refiero?

Minerales, joyas. Se pueden encontrar en toda Atreia, ¡incluso en el Abismo!

Ah, ¿de verdad? Fascinante. Bueno, nos vemos.

Sí, de verdad. Me fascinan los minerales, pero eso no me impide cumplir con mis obligaciones como Daeva.

Esta afición me es incluso útil. Cuando Bestla restaura la fortaleza, yo le aconsejo qué piedras tiene que poner y dónde.

No obstante, no me como la cabeza todo el día con la fortaleza como ella. Prefiero recolectar minerales...

Creo que tenéis un problema...