Hay una cosa muy tentadora.
En el Campamento de Prisioneros de Isalguen hay algo mucho más valioso que los accesorios de los antepasados. El [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a].
El propio cubo tiene mucho valor, pero además está lleno de oro y plata.
Ese es nuestro objetivo.
En realidad ya no es ningún secreto que está allí. Todo el mundo lo sabe por aquí.
A eso iba: el cubo está vigilado por una criatura que obviamente se lo quiere quedar.
En cuanto uno de nosotros se acerca a las tumbas, aparece el Espíritu del dueño y nos ataca. No queda mucho de él, pero lo poco que queda sabe luchar.
Pero vos sois duro[f:"dura"], [%username]. Id a por el cubo y os haréis más rico[f:"rica"] de lo que podéis imaginar.
Je, ese es el problema. Id al cementerio del [%dic:STR_DIC_FLA187] y golpead las Lápidas. De cada una que golpeéis saldrá un Espíritu. Un Espíritu colérico, ya me entendéis...
La cuestión es que ninguno de nosotros recuerda en qué tumba estaba el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a], porque ya hace mucho tiempo que intentamos hacernos con él.
Id golpeando las Lápidas hasta que encontréis la tumba correcta y, entonces, robad el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a] y traédmelo.
¿Eh? ¿Ya de nuevo por aquí? ¿Qué tal ha ido en el cementerio? ¿Os ha levantado el espíritu cargaros a los Espíritus?
Ja, ja... Siempre he querido decir eso.
Bueno, en serio, ¿tenéis el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a]?
No tiene ninguna gracia. ¿Qué es esto, [%username]?
Solo teníais que ir al cementerio del [%dic:STR_DIC_FLA187] y golpear las Lápidas hasta que saliera el Espíritu correcto. No puede ser tan difícil.
Volved allí y conseguid el cubo. ¡Vamos a tener montañas de Quinas!
Parece el cubo, tiene su tacto e incluso su aroma. Sí, definitivamente es el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a]. Os habéis superado, [%username]...
Mmm. No se ve ninguna abertura. Tiene que ceder de algún modo...
¡Maldito cacharro!
¡¿Que qué pasa?! ¡Que esta maldita cosa no se abre!
Qué típico: tardamos años en conseguir el célebre [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a] y ahora no podemos acceder a su contenido... Al final van a ser ciertos los rumores...
Bah, un cuento que dice que solo los Daevas pueden abrir el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a]. Y dudo que quieran ayudar a un par de bribones como nosotros...
¡A excepción de [%dic:STR_DIC_LA421]! Era un verdadero héroe entre los Daevas hasta que, hace algún tiempo, surgieron desavenencias entre él y los soberanos sedim. Ahora vive encerrado en un cristal... aquí en Isalguen.
Debéis hacer lo siguiente, [%username]. Id a ver a [%dic:STR_DIC_LA421] y conseguid que nos ayude. No olvidéis que no os puede hacer nada desde su celda de cristal, aunque podría intentar asustaros.
Ah, habéis causado un revuelo en el cementerio. Pocos son lo bastante valientes o ingenuos como para osar acercarse a esta prisión... Y no les faltan razones; ¡razones de peso!
Soy Munin. Vos, [%username], sois un[f:"una"] ladrón[f:"ladrona"]. Os pregunto: ¿por qué iba a ayudar... a alguien que roba a los muertos y no es capaz de manejar el botín robado?
Soy un Daeva. Veo cosas que vos no podéis ver... todo tipo de cosas.
No obstante, tenéis una pizca de potencial: ¡solo potencial, no me malinterpretéis! Poseéis algo distinto a los bandidos a los que pertenecéis, así que os pondré a prueba.
Id otra vez al cementerio y eliminad [plur][%dic:STR_DIC_M_SpakleD_7_n] por mí, para acallar su zumbido incesante.
[%username]...
Habéis vuelto y, si no me engaña la vista, seguís con vida. ¿Habéis cumplido mi pequeño encargo?
Debéis saber, [%username], que al robar el cubo habéis enfadado a los Espíritus. Renunciad a vuestra codicia y quizá, solo quizá, os perdonen con el tiempo.
El cubo... está abierto. ¡Y ahora, marchaos! Dejadme solo: debo volver a mi meditación.
Sí que habéis tardado, [%username].
Entretanto, los superiores del campamento ya han estando husmeando por aquí.
¿Y bien? ¿Munin ha abierto el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a] por nosotros o no?
¡Somos ricos!
Vamos a ver... ¿Qué tenemos aquí? Síii... Gemas, joyas... ¡hasta espadas de Daeva! Es demasiado como para ocultárselo al jefe, pero antes de avisar a Ulgorn, deberíamos cobrarnos nuestra recompensa, ¿no? Al fin y al cabo, merecemos una gratificación.
Esto es para vos, [%username]. Buen trabajo.
Hablar con [%dic:STR_DIC_LA415]
Eliminar al Espíritu de agresor que aparece al golpear la [%dic:STR_DIC_E_Arsenious] y llevadle el tesoro a [%dic:STR_DIC_LA415].
[%collectitem]Llevar el [%dic:STR_DIC_I_QUEST_2004a] a [%dic:STR_DIC_LA421]
Eliminar a los [plur][%dic:STR_DIC_MLA357] ([%11]/3)
Hablar con [%dic:STR_DIC_LA421]
Hablar con [%dic:STR_DIC_LA415]
Orden: encontrad el raro tesoro primigenio que está buscando Derot.
Golpeasteis las lápidas del cementerio tal como os pidió Derot. A continuación apareció un viejo espíritu. Lo vencisteis y le quitasteis el Cubo del poder mágico.
De todas formas, como no pudisteis abrirlo tuvisteis que pedir ayuda a Munin. Este os prometió hacerlo si matabais a unos cuantos Rociadores.
Después de eliminar a los Rociadores, tal como había prometido, Munin abrió el cubo, que estaba lleno de tesoros preciosos. Para no irritar a Ulgorn, Derot decidió contarle el hallazgo del tesoro.