Muchos Daevas me critican porque me dedico exclusivamente al comercio, pero yo no me avergüenzo de ello.
Lo único que sabe hacer la mayoría de ellos es hablar. Si tuvieran que llevar un negocio en medio de un campo de batalla como este, echarían a correr.
Sería normal que me criticaran si estuviera a salvo en Pandemónium, pero atreverse a un tumulto como este no es algo que haga cualquiera.
¿No creéis?
Que la bendición de Marchután esté con vos.