¡Sangre, sangre y más sangre! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
No hay nada más hermoso tras una derrota que escupir a los cadáveres de los Balaúres a los que he vencido.
Me gusta untarme su sangre por la cara y chuparme los dedos, pero eso lo hace todo el mundo.
¡Y sin embargo, nunca es suficiente! ¡Nunca! ¡Deseo más sangre, más huesos rotos, más Balaúres estremeciéndose a mis pies!