¡Saludos, Daeva!
Estoy seguro de que la decisión se tomó teniendo en cuenta muchos aspectos, pero que conste que trabajo con vos a regañadientes.
¿Cómo se supone que debo confiar en vos y que trabajemos juntos después de que hayáis dirigido una guerra durante tanto tiempo?
Si hubiésemos sido un poquito más fuertes, no tendríamos que habernos asociado con vos.