¡Asfelumbra!

Muchos creen que soy peculiar porque me entusiasma estar en Tiamaranta.

No obstante, estoy en el corazón de los territorios balaúres, por así decir. ¿Cómo podría no sentir la emoción?

Haber llegado hasta aquí significa que nuestras manos ya rodean el cuello de Tiamat.

Es comprensible que esté tan feliz.

Probablemente lloraré de alegría cuando acabemos por fin con Tiamat.

¡Hasta pronto!