Os saludo, [%username], en nombre de los Cinco, que velan por nosotros sin descanso.
¿Sabéis algo acerca de los cinco soberanos serafines? ¡Os puedo contar todo sobre ellos!
¡Ariel es la portadora de la luz, puede atravesarlo todo con su rayo! ¡Nececán es juez y ejecutor de las sentencias! ¡Vaicel es el libertador, nos libera del yugo de la opresión! ¡Cáisinel es el sagrado cambiante, creador de ilusiones! ¡Y Yustiel alimenta, defiende y preserva la vida!
Los alabamos y rogamos su bendición, mortales y Daevas por igual. ¿Deseáis alzar una plegaria?
Entonces recemos juntos, con fe en que los Cinco escuchen nuestra plegaria y velen por hacerla realidad.
Ellos, que todo lo ven, desde la más pequeña mota de polvo hasta la más lejana estrella, también ven el deseo que arde en vos y no lo desdeñarán.
Demos gracias a los Cinco por los obsequios que nos otorgan día tras día.
Que tengan buenas intenciones para con vos y que se os concedan las cinco bendiciones: luz, justicia, libertad, ilusión y constancia.