La cocina requiere paciencia. Si sois impaciente, debéis aprender a controlarlo. No podéis estar destapando constantemente los calderos para probarlo todo. Y si vais con demasiadas prisas, es fácil que se os queme algo.
Si veis que os empezáis a poner nervioso[f:"nerviosa"], respirad hondo. Porque si no, vuestro mal humor se reflejará en el sabor de la comida.
¡Miradme a mí! Todos saben que soy como un gato salvaje. Soy la persona más impaciente de la ciudad, no lo puedo negar. Pero cuando cocino, soy como una balsa de aceite.
Mmm... Me vendría bien otro par de manos en la cocina, ahora mismo somos muy pocos. Pero no quiero saber nada de saboteadores.
Si no estáis dispuesto[f:"dispuesta"] a seguir mis indicaciones sin rechistar, mejor será que lo dejéis.
El que avisa no es traidor. No es nada agradable estar encerrado con un cocinero furioso en una cocina.
¡Asfelumbra, mi querido[f:"querida"] amigo[f:"amiga"]!
¡Sois muy amable! Sé que lo hacéis con buena intención, pero no lo habéis entendido bien.
Primero tenéis que aprender a cocinar. LUEGO podréis aceptar encargos.
¿Queréis que os enseñe lo básico? ¡En breve estaréis rellenando embutidos como Armandino, el guerrero cocinero!