¡Hola!
¡Hola, Daeva! Mis padres son los dos Daevas como vos, lo que significa que yo también ascenderé, ¿no? Lo haré algún día porque nunca duermo y tampoco sé por qué. Tenía una hija pequeña, pero sufrió una especie de colapso y tuvieron que darle medicamentos de alquimistas para tranquilizarla. Ahora está bien, pero tuvo que volver a Porta y yo no sé si de alguna forma tuve algo que ver. Pero bueno, acudid a mí si queréis hablar con alguien o si necesitáis ayuda para orientaros en Sánctum; conozco la ciudad como la palma de mi mano, a excepción por supuesto de la Vía Divina, donde no me dejan entrar. Lo considero muy injusto, ¿vos no?