Arieluma.
¿Sabéis que al principio me hacía muy feliz desempeñar esta tarea?
La gente me decía que si trabajaba lo suficientemente duro podría llegar a ser la próxima suma sacerdotisa, la sucesora de Neistea.
Pero entonces nos invadieron los Balaúres y los Leparistas y ahora mi trabajo ya no tiene sentido.