No hay nada en este mundo que no se pueda aprovechar.
Por ejemplo, este polvo que guardo en mi bolsa puede ayudar a un necesitado a hacer fuego.
Tengo la certeza de que, entre vuestras pertenencias aparentemente inútiles, también tenéis objetos que pueden resultar provechosos a otros Daevas.
En Pangaea, no deberíais dejaros engañar por las apariencias.