No me convertí en Daeva para hacer negocios en el Abismo.

Sin embargo, gracias al comercio he adquirido diversas experiencias valiosas.

Yo creo que es el atractivo de esta ocupación, ¿no? Por eso no puedo dejarlo.

Pero basta de hablar. Echad un vistazo tranquilamente y avisadme si necesitáis algo.

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¡Que la paz de la oscuridad sea con vos!

(Termináis la conversación).