Quiero expresaros mi más profundo agradecimiento, asmodiano[f:"asmodiana"].
En mi alma sigue habiendo una sombra, un pensamiento maldito, que se manifiesta en forma de espíritu.
¿Me haríais un último favor?
Los sirvientes de Tiamat tienen un líder... Vehalla el Condenado... un cerdo miserable que merece morir.
Ajusticiadlo y me devolveréis la paz.
Si lo hacéis, os daré una generosa recompensa.
[%dic:STR_DIC_E_IDCatacombsN_DrakanFiDayNmd_55_Ah] tiene dos formas por culpa de una maldición.
Puede presentarse como Dracan y como muerto viviente.
Da igual a cuál de las dos matéis, siempre y cuando Vehalla el Condenado muera.
¿Teméis a Vehalla el Condenado?
Sois débil y no necesito a alguien así.
Desapareced de mi vista antes de que me enfurezca.
Ya no oigo el susurro de Vehalla el Condenado.
Decidme que habéis sido vos quien lo ha matado.
Decidme que puedo encontrar la paz.
Sí... Paz. Un deseo extraño para alguien como yo, que solo conoce el conflicto.
Habéis cumplido mi deseo, asmodiano[f:"asmodiana"].
Tomad esto: un Pergamino de cristal. Utilizadlo con el Incensario del espíritu y podréis abrir un camino a otro mundo.
Matar a [%dic:STR_DIC_E_IDCatacombsN_DrakanFiDayNmd_55_Ah] ([%2]/1)
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Bhemah]
Bema tiene un último deseo. Venced a Vehalla el Condenado para que Bema encuentre la paz.
Bema os encargó un último trabajo: matar al líder de los sirvientes de Tiamat, Vehalla el Condenado.
Matasteis a Vehalla el Condenado por orden de Bema y, como recompensa, obtuvisteis el Pergamino de cristal.