Asfelumbra, [%username]. Disculpad que os llamase así, de imprevisto, pero tengo algo importante que comunicaros.
Hace ya mucho tiempo descubrí que poseo el don de la divinidad. Es un don un tanto extraño, no me permite vislumbrar el futuro ni el pasado. Sin embargo, sí que me permite percibir el aura de cada persona.
La intensidad de ese aura es un indicio directo del destino de esa persona y de cómo está ligado al de toda Atreia.
Cuando os vi en la ceremonia de ascensión, me di cuenta de que vuestra aura era una de las más fuertes, por no decir la más fuerte, de las que he visto nunca. Exceptuando la de los propios soberanos sedim.
Vuestro destino está inexorablemente unido al de Atreia, no me cabe la menor duda. Mi sorpresa fue tal, que se lo comuniqué al sumo sacerdote [%dic:STR_DIC_N_Balder] y al capitán [%dic:STR_DIC_N_Kvasir]. Ahora quieren conoceros.
Una oportunidad como esta no se da más de una vez en la vida. Deberíais sentiros honrado[f:"honrada"] y partir de inmediato.
No podéis ir en contra de vuestro destino, pero creo que los dirigentes de Pandemónium podrán ayudaros a entender mejor vuestro camino.
Id a dar con ellos. Me gustaría saber qué tiene preparado el destino para vos, [%username].
¿Os negáis? ¡Esto es sencillamente increíble!
Pensároslo bien de nuevo y volved a mí si cambiáis de opinión.
Bienvenido[f:"Bienvenida"], Daeva.
Os reconozco... Ascendisteis recientemente, ¿no es cierto? Acudí a la ceremonia.
Me imagino que si venís de Isalguen, apenas tendréis amigos aquí en Pandemónium. Sabed que el Gran Templo da la bienvenida a todos.
Ah, sí, Veldina. Aion le ha concedido un gran don, aunque considero que confía demasiado en este a la hora de juzgar a los demás.
Juzgar a los demás puede llegar a ser cruel... y erróneo. Los elios creen que han sido bendecidos por Aion y que los asmodianos estamos perdidos. Asmodia es un lugar duro, y tal vez no hayamos sido bendecidos, pero ello nos hace más fuertes.
Por favor... id a dar con Cavásir. Escuchadle. Que la sombra de Asfel guíe vuestros pasos, hijo[f:"hija"] mío[f:"mía"].
Hmmmm... Vuestro rostro me suena.
¿Ascendisteis hace poco, no es cierto, [%userclass]? Os vi en la ceremonia.
¿Venís de Isalguen, verdad? ¿Conocéis a Ulgorn? ¡Ja! ¿Cómo le va a ese viejo bribón? Espero que tenga a los bandidos bien controlados.
Entonces vos sois aquel[f:"aquella"] de quien me habló. No voy a ser yo quien ponga el juicio de Veldina en entredicho... tan solo me gustaría que su don aportara un poco más de claridad. Tal vez vuestro destino no se cumpla hasta dentro de 100 años.
Pero tenéis un cierto... carisma. Volved a hablar conmigo sobre los Colmillos de Fenris cuando hayáis acumulado un poco más de experiencia.
¿Habéis hablado ya con la suma sacerdotisa Aguegia en el Convento de Marchután? Seguro que querrá conoceros.
Pssst... bajad la voz.
La suma sacerdotisa disfruta de un merecido descanso.
¿Qué os ha traído al Convento de Marchután?
Ah, [%username], ¿no es cierto?
El capitán de los Colmillos de Fenris es bueno evaluando a las personas y el don de Veldina es indudable.
Lamentablemente, la suma sacerdotisa está descansando en estos momentos y no puedo molestarla. Os haré llamar cuando pueda recibiros. Id en paz y que la bendición de Lord Marchután esté siempre con vos.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Balder]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Kvasir]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Angulof]
Hablad con los líderes que Veldina ha mencionado.
Veldina os reveló que notó la fuerza de vuestra aura durante la ceremonia de ascensión, y se ofreció a presentaros a los líderes de Pandemónium.
Cuando encontrasteis al sumo sacerdote Balder y le nombrasteis a Veldina, este os dio la bienvenida y os advirtió de que no debíais fiaros demasiado de las primeras impresiones.
Cavásir, el capitán de los Colmillos de Fenris, os dijo que conoce a Ulgorn y se ofreció a presentaros a la suma sacerdotisa Aguegia del Convento de Marchután.
Sin embargo, el sacerdote Ángulof os dijo que Aguegia no recibía visitas. Os pidió que vinierais en otro momento.