Asfelumbra.
Esperaba encontrarme con vos. ¿Puedo hablar con total sinceridad?
Sé que la fortaleza ha enviado a los Arcontes para ayudar a nuestro pueblo, pero no comprenden nuestras necesidades. Vienen de la ciudad, no saben nada de la vida en el bosque y sus modales de Daeva ponen de los nervios a los habitantes del poblado, pragmáticos y sin rodeos.
Sé lo que nuestro pueblo necesita mucho mejor que Nóquir, pero me ha apartado. ¡Qué desesperación!