Ah, [%username], cuánto tiempo sin vernos. Os estáis haciendo muy popular en Pandemónium.
Os habría echado el ojo aunque Munin no me lo hubiera ordenado; me hubierais llamado la atención.
Aquí hay muchos Daevas brillantes, pero vos os destacáis entre los demás. Tal vez se deba a vuestra sangre bandida.
No. Sin embargo, habéis impresionado a la gente correcta con vuestras habilidades.
El pregonero Niyord es uno de ellos. Me pidió que os enviara a verlo la próxima vez que me cruzara con vos.
Bueno, ¿qué decís? Es un Daeva muy influyente.
Una decisión sabia. Haced todos los amigos que podáis; los necesitáis. A la mayoría de gente le cuesta confiar en antiguos bandidos y vuestro vínculo con Munin tampoco os hará progresar.
Os sugiero que sigáis como hasta ahora. Es sorprendente cómo puede cambiar la gente de opinión.
Encontraréis a [%dic:STR_DIC_N_Njord] en el edificio de la capital.
¿Consideráis que tenéis dotes para la política? La mejor forma de ganaros a los demás es el trabajo duro y la lealtad, no las palabras.
Vuestro pasado como bandido[f:"bandida"] no es ningún secreto aquí.
Pensáoslo bien. Pasaréis muchos más apuros si no seguís mi consejo.
¡Ah, Asfelumbra! No sabía con seguridad si todavía estabais en la ciudad.
Pensaba que los enemigos de los bandidos os habían expulsado. De manera excepcional, me alegro de haberme equivocado.
Entonces habéis hablado con Jáimdal. Seguro que ha sido emocionante.
¡Así es! Os necesitan en el Abismo. Nuestros soldados pasan el mismo tiempo replegándose que atacando a todos los elios y los Balaúres que invaden por los cuatro costados.
Tenemos que encargarnos de cambiar las tornas a nuestro favor y no creo que las baladas de Agamo vayan a conseguirlo. Según el informe del general de brigada [%dic:STR_DIC_N_Garvages] de Resanta, es posible que hayan encontrado una especie de arma.
Aunque probablemente no sea nada, partid y hablad con él. Averiguad si podéis ayudar en algo.
Da igual el tiempo que pase en el Abismo. Simplemente, no me acostumbro. Aquí hay una carencia absoluta de racionalidad. Es difícil creer que esto todavía sea Atreia.
Echo de menos el templo de Pandemónium e incluso el viento cortante de Guardiavieja.
Decidme, ¿cómo van las cosas en casa?
¡Cierto! Ya iba siendo hora de que enviara ayuda.
Uno de nuestros centuriones, que ha explorado el Refugio de Crotán en la Tumba de las Garras, cree que uno de los trozos de roca proviene de la litopiedra de la isla flotante.
Hablad con [%dic:STR_DIC_N_Rathgrid] en el Archipiélago de Quemadurasangrienta y averiguad lo que ocurre.
Habéis venido de Pandemónium para recuperaros aquí, ¿verdad? Como veis, el Abismo es encantador en esta época del año.
Me pilláis en mal momento, Daeva. El Refugio de Crotan ha caído.
Tened cuidado si os dirigís al Peñón de Crotan.
Entonces venís a ayudarnos. ¡Ya era hora!
La pérdida del Refugio de Crotan podría revelarse posteriormente como una victoria. Descubrimos algo al explorar la Tumba de Garras mientras nos retirábamos.
Y aunque Yebal no lo crea, es algo que podría ayudarnos a reconquistar la fortaleza.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Njord]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Garvages]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Rathgrid]
Jáimdal os comunicó que el pregonero Niyord os buscaba. Debéis reuniros con él en el edificio de la capital.
Jáimdal os envió al Edificio del Consejo Nacional para que hablarais con Niyord.
Este os contó que el general de brigada de la legión Grito de trueno de Resanta había comunicado un hallazgo interesante.
El general de brigada Yebal os pidió que os dirigierais a la Tumba de Garras a hablar con Razgrid, que creía que había encontrado algo que podría ayudar a reconquistar el Refugio de Crotan.