Para proteger algo, hay que sufrir.

Las heridas de vuestra alma también pueden representar dicho sufrimiento.

Avisadme si puedo ayudaros. Tan solo tenéis que decirlo y os enviaré allí.

Sanar el alma

En Pangaea, no deberíais dejaros engañar por las apariencias.

(Termináis la conversación).