Si pertenecéis a los gladiadores, templarios, cazadores o asesinos y poseéis algunas Monedas de bronce, recompensaré de buena gana vuestro arduo trabajo, [%username].
6 Monedas de bronce os proporcionarán una buena recompensa y 12, una magnífica. No obstante, tendréis que amoldaros a mis caprichos y arbitrariedades, otorgo los objetos aleatoriamente.
Como dijo en una ocasión un sabio erudito: "La vida es como una caja de bombones, nunca sabéis lo que os va a tocar".
6 Monedas de bronce, ¿no es así?
Aquí tenéis, algo que debería ser muy útil para un[f:"una"] [%userclass] como vos.
Que la sombra de Asfel os ampare, amigo[f:"amiga"] mío[f:"mía"].
¡12 Monedas de bronce! ¡Qué fuerza!
Esto debería gustaros... no tengo nada mejor para un[f:"una"] [%userclass].
¡Volad a la sombra de Asfel! Vuestra fuerza es una inspiración para todos nosotros.
Os habéis equivocado de oficial de intendencia.
Yo soy el oficial de intendencia de guerra: mis recompensas son para gladiadores, templarios, cazadores y asesinos, no para vos.
Tenéis aspecto de ser un[f:"una"] [%userclass]. Hablad con Escataón.
Hasta que hayamos liberado Morfugio, aún quedan muchas ocasiones para valientes Daevas como vos de ganar Monedas de bronce.
Cuando hayáis reunido 6 o 12 Monedas de bronce, acudid a mí y recibiréis vuestra recompensa.
¡Sangre por sangre, [%username]!
Pero si no tenéis ni 6 ni 12 Monedas de bronce, ¿cómo os voy a recompensar?
Sería injusto para con los Daevas que ganan monedas sirviendo a Asmodia.