Como sabréis, los Daevas también tienen sentimientos y yo me preocupo por mis soldados cuando realizan misiones peligrosas.
Podrían encontrar la muerte en una ardua batalla o ser apresados por los elios o los Balaúres...
Sé que no debería preocuparme demasiado por los soldados que he instruido en persona, pero no puedo librarme por completo de esta sensación.
Por desgracia, en casi todas las grandes operaciones, algunos compañeros son hechos prisioneros.
Como han caído en manos del enemigo mientras cumplían una misión, considero que mi obligación como general de brigada es rescatarlos.
Por tanto, os pido que liberéis a los prisioneros asmodianos.
El centurión [%dic:STR_DIC_N_Lakadi] os dará más detalles.
¿Queréis salvar a los cautivos?
Ya he mandado una tropa de rescate, ¿y aún envían a alguien más? Vaya, parece que el general de brigada tiene mucha prisa.
¿O es que sois un[f:"una"] Daeva con habilidades fuera de lo común?
Bueno, da igual, confío en vos, [%username].
Nuestros compañeros prisioneros están en la Isla de la Desgracia, en el Archipiélago Sulfuroso.
Nos tienen bajo severa vigilancia, hecho que no facilita el rescate. Por eso nuestra tropa de rescate todavía no ha hecho nada.
Id a Cracón y reuníos con [%dic:STR_DIC_N_Glati].
Esa zona también pertenece al Archipiélago Sulfuroso, así que Glati podrá daros información más exacta sobre los presos.
¡Conseguid toda la información que os pueda ofrecer y luego salvad a los rehenes!
El centurión Lacadi ya me ha informado.
Habéis venido a salvar a los rehenes, ¿no es así?
Es una empresa muy noble.
Os aclararé cuál es la mejor forma de actuar.
Los rehenes están retenidos en la Isla de la Desgracia, una de las islas del Archipiélago Sulfuroso. Hay muchos guardias, así que actuad con prudencia.
Ahora la pregunta es qué bando controla la Fortaleza del Árbol de Azufre en este momento.
Si nuestra gente ocupa la fortaleza, habrán liberado a todos los presos. Por el contrario, si la fortaleza está en manos de los elios, todavía estarán presos.
Si los Balaúres dominan el bastión, además de nuestros camaradas, también habrá presos elios. En ese caso, debéis buscar el lugar donde tienen encerrados a los nuestros.
Averiguad quién ocupa la fortaleza y luego entrad y salvad a los [plur][%dic:STR_DIC_M_Ab1_1141_Dark_28_An].
¡Estáis aquí para salvarnos!
Nosotros mismos intentamos escapar, pero hasta ahora no lo hemos logrado.
Como nos han quitado las armas y aquí hay mucha vigilancia, no es posible huir así como así.
Con vos de nuestra parte, [%username], por fin podremos huir.
Por encima del campo de prisioneros hay un área de protección.
Si conseguimos llegar hasta allí, estaremos a salvo.
Habéis vuelto, [%username].
¿Pudisteis liberar a los compañeros retenidos en la Isla de la Desgracia?
Por vuestro rostro sereno y confiado, diría que lo habéis conseguido.
Bien hecho, [%username].
El general de brigada Yebal se alegrará mucho de que hayáis rescatado a los prisioneros.
Ahora la legión Grito de trueno volverá a ser la que era.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Garvages]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Lakadi]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Glati]
Encontrar a los [plur][%dic:STR_DIC_M_Ab1_1141_Dark_28_An]
Escoltar a los prisioneros asmodianos hasta el [%dic:STR_DIC_N_magic_circle]
Informar a [%dic:STR_DIC_N_Lakadi]
Orden: los soldados asmodianos están retenidos en la Isla de la Desgracia, en el Archipiélago Sulfuroso. El general de brigada Yebal capitanea una misión de rescate.
Yebal os contó que sus soldados habían sido capturados y os pidió que colaboraseis para rescatarlos. Tuvisteis que ir a ver a Lacadi y recibir instrucciones precisas.
Lacadi ya había enviado a una tropa de rescate y se sorprendió al saber que tenía que mandar a otra persona. Os encargó que fuerais a Cracón y pidierais a Glati más detalles.
Según Glati, los prisioneros estaban retenidos en la Isla de la Desgracia, rodeados por numerosos enemigos. Salvasteis a los prisioneros de guerra y los acompañasteis al área de protección. Allí estaba la tropa de rescate, que se ofreció a llevar a los prisioneros a la Fortaleza de Prímum.
Regresasteis y disteis parte a Lacadi, que se alegró mucho por el rescate de los prisioneros.