Aunque hayamos vencido a la legión de Tiamat, aún no podemos cantar victoria.
Al fin y al cabo, aún tenemos que vencer al mayor enemigo.
Aquí no hay nada más que hacer. Dejad de perder el tiempo y regresad.
Ahora sabemos dónde está la Entrada al Refugio de Tiamat, así que preparémonos para la última batalla.
No pretendo dirigir un gran contingente.
Eso solo aumentaría el número de víctimas.
Libraré la batalla con Carún y unos cuantos soldados de élite.