Tengo algo para vos, pero en primer lugar tenéis que darme vuestra palabra en un asunto delicado.
¡Debéis jurar que os atendréis a estas instrucciones pase lo que pase! Por el bien de Ínguison y Elísea. ¿Estáis dispuesto[f:"dispuesta"] a hacerlo?
Debéis mantener en secreto el paradero de Alaciclón.
Alaciclón es poderoso y está enfurecido, y en ningún caso deberá ser liberado antes de tiempo.
Podría ser el final de Ínguison si un poderoso dragón despierta y aspira a convertirse en soberano Balaúr.
¿Entendéis lo que quiero decir?
Ah, no estáis dispuesto[f:"dispuesta"] a dar vuestra palabra. ¿Quizá desconfiéis de mí?
Os he pedido una promesa sencilla que habría garantizado la seguridad de Ínguison y no habéis estado dispuesto[f:"dispuesta"] a garantizarlo. No habéis superado mi prueba.
Siempre habrá Daevas que se empeñen en llevar armas que no pueden dominar. Ven el poder y creen que lo pueden controlar; siempre acaba igual.
Juradme esto de nuevo: ¿mantendréis en secreto el paradero de Alaciclón?
Gracias, [%username].
¡Hay tanto que solucionar! Si también se liberara a Alaciclón, tendríamos aún más problemas.
Ah, casi lo había olvidado. Os prometí una recompensa, ¿no es cierto? Tomad.
Que la bendición de Cáisinel os ampare.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Cainus]
El agente Outremo os ha pedido que hagáis una promesa importante.
El agente Outremo os hizo jurar que en primer lugar mantendríais en secreto el paradero de Alaciclón para que a nadie se le ocurriera la insensata idea de azuzar al monstruo contra Tiamat.
Os recompensó por vuestros esfuerzos y vuestro juramento.