¡Arieluma!
Hay un antiguo proverbio que dice: "Solo sabemos lo grandes que son nuestras alas, cuando volamos por primera vez para salvar la vida". Y así es.
Creo que el almirante y mis camaradas son todos unos cobardes. Sé que puede sonar duro, pero tienen tanto miedo de no poder volver a resucitar que se niegan a tomar medidas contra Bollvig.
¡¿Pero entonces qué hacen aquí, si no confían en ellos mismos?! Para ganar hay que arriesgar. ¿No?