¿Qué esperáis de mí?

Todo ha ido mal; yo tampoco sé qué hacer ahora.

La alegría de obtener información importante puede derivar en errores.

Aunque uno sea un espía experto, algo puede salir mal si no se controlan los sentimientos.

Debéis moderaros siempre, independientemente de que vuestra situación actual sea buena.

El peligro de sucumbir nunca se disipa.

(Termináis la conversación).