¿Qué hay, honorable Daeva?
Me llamo Uniro. ¿Que cuál es mi tarea? Proteger Sánctum. Aquí arriba solo pueden vivir Daevas y algunos humanos privilegiados.
¡Chitón! Silencio. Cerrad los ojos y escuchad. ¿Oís sus voces? ¡Los cinco soberanos serafines nos vigilan!
¡Que su luz alumbre vuestro camino!