Ah, ¡qué bien que estéis aquí, [%username]! Os quería hacer llamar justo ahora.
He recibido órdenes del Templo de la sabiduría, pero resulta que son para Rándet, no para mí.
Han debido de enviármelas por error. Muchos de nuestros mejores Daevas mensajeros combaten en la guerra del Abismo y a muchos de sus sustitutos... bueno, no es que les guste viajar a Morfugio precisamente.
Así es. En el caso de que nuestros correos pasen las pruebas que Morfugio les impone. Al parecer esta última misiva estaba demasiado dañada como para que el nombre del sobre fuera legible. ¡"Bólverc" y "Rándet" no se parecen en nada!
Sea como fuere, [%dic:STR_DIC_N_Randet] se encuentra en Pecherolin. ¿Podríais llevarle sus órdenes?
Y ya que estáis allí, tal vez podríais ayudarle un poco... Están más desesperados que nosotros.
Tomad. Son órdenes del Templo de la sabiduría. Asuntos rutinarios, supongo.
[%dic:STR_DIC_N_Randet] es una colona de Pecherolin. Id hasta ella y entregádselas.
Si os parece un viaje demasiado largo, acudid a [%dic:STR_DIC_N_Orhe], el teleportador, para que os teleporte hasta Pecherolin. Es un método muchísimo más rápido.
Qué decepción, [%username]. Os escogí a vos por lo fiel que sois... ¿y vais y declináis cumplir con una solicitud rutinaria?
Y no solo eso... esta entrega hubiera sido una oportunidad idónea para causar buena impresión en el Templo de la sabiduría.
Al Templo de la sabiduría es mejor tenerlo como aliado que como enemigo...
Sois nuevo[f:"nueva"], ¿no es así?
Suele haber mucho ajetreo por aquí... ¿Qué puedo hacer por vos?
Mmm... quieren un informe de la situación. Es posible que nos envíen más recursos.
¿Os habéis hecho todo ese largo camino solo para traerme las órdenes? Que vuestro afán se vea recompensado por Lady Lumiel.
Llevar órdenes a [%dic:STR_DIC_N_Randet], en [%dic:STR_DIC_W_ZONE_NAME_DF2A]
Las órdenes de Rándet acabaron por equivocación en manos de Bólverc, en la Fortaleza de Morfugio. Llevad las órdenes a Rándet, a Pecherolin.
El Sumo sacerdote Bólverc recibió órdenes del Templo de la sabiduría que no le correspondían y os pidió que se las llevarais a Rándet, su verdadera destinataria.
Acudisteis al Campamento de los Colonos de Pecherolin y le entregasteis las órdenes del Templo de la sabiduría. Os estuvo muy agradecida.