Lo más bonito de Cantalón es que puedo conocer en primera persona las culturas antiguas.
Para un científico dedicado precisamente a eso, es la alegría máxima.
En Cantalón hay verdades inconmensurables que todavía no se han desvelado.
Este es un lugar que satisface correctamente las necesidades de los investigadores.
No dejaré este lugar hasta que haya descubierto la verdad sobre la civilización antigua.
Aun cuando dure más de lo esperado, seguiré aquí.