Antes de convertirme en oficial de intendencia, viajé por toda Atreia y reuní Monedas de plata.

Ahora me encargo de recompensar a los gladiadores, templarios, cazadores y asesinos que las reúnen. En lo que al futuro respecta... quién sabe.

Bueno, ¿cuántas Monedas de plata tenéis? Seguro que ya sabéis que, cuantas más canjeéis, mejores serán los objetos obtenidos, ¿no?

Tengo 16 Monedas de plata. Tengo 32 Monedas de plata.

A ver, voy a buscar en la lista la recompensa por 16 Medallas de plata. ¡Ajá! Espero que os sea útil, [%username].

Que los cinco soberanos empirianos os bendigan por vuestros servicios a Elísea.

Oh, ¿32 monedas? Debéis de haber hecho un gran trabajo para conseguir tantas.

Como recompensa recibiréis un objeto de mi lista. Espero que podáis darle un uso adecuado.

Que los cinco soberanos empirianos velen por vos.

¡[%username], vos sois un[f:"una"] [%userclass]!

¿Por qué os dirigís a mí? Deberíais preguntarle a Anobi, la oficial de intendencia de magia.

Está justo allí enfrente. Podrá ayudaros en lo que yo no puedo.

Venid siempre que hayáis reunido 16 o 32 Monedas de plata y os entregaré con gusto otro objeto.

Que Ariel vele por vos.

Solo entrego recompensas a cambio de la cantidad correcta de monedas. Sin ellas no hay premio.

Sois libre de regresar cuando hayáis ganado algunas más.