Arieluma, [%username]. Sé que os habéis ganado el favor de la tribu reiana, pero no sería sensato asumir que todos tienen intenciones amistosas.
Sí, ya sé que al principio, cuando llegamos a Ínguison, eran amigos nuestros. Hicimos una especie de pacto con ellos. Pero no son más de fiar que este suelo quebradizo sobre el que nos movemos.
Los reianos son diferentes a nosotros. Si me lo preguntan, diría que se diferencian más de nosotros que los asmodianos.
¡Una especie peculiar que nos causa muchos problemas! Nuestros exploradores montaron en una corriente de viento hacia el Desfiladero de Silentera y dieron con un peculiar sitio llamado Taller Jotun.
Parece que los reianos nos ocultan un gran secreto. Se supone que los Jótunes son unos seres de piedra, gigantes como una montaña, pero eso es todo lo que sabemos de ellos por el momento.
El verdadero problema es un reiano llamado Aran. No deja que nuestros investigadores se acerquen al Taller Jotun.
No es un hombre cualquiera... ¡es un reiano! ¡Yo creía que los elios estaban locos pero Aran simplemente no atiende a razones! Antaño fue un gran caudillo. El problema es que cree que sigue siéndolo.
Nuestros soldados intentaron acabar con él pero, por supuesto, la tribu reiana no lo permitió. Para garantizar la paz, he enviado dos mediadores para hablar con él: Gelón, un reiano, y Suleión, uno de los nuestros.
¡Gelón sería capaz de arrancar la melena a un asmodiano y Suleión sería capaz de convencerle para que se la comprase de nuevo! En realidad ya debería estar solucionado hace mucho tiempo, pero todavía no sé nada de ninguno de los dos. ¿Podríais localizar a Gelón y averiguar cómo van las cosas?
No debería haber confiado tanto en la diplomacia. Tendría que haber enviado mi legión, sin más, para... invitar a marcharse a este reiano. No habría sido para nada una mala idea.
Pero este maldito reiano Gelón afirmó categóricamente que podríamos hacerlo sin levantar ningún revuelo. Y Suleión me juró que podía hacerle cambiar de opinión. ¿Por qué les habré escuchado?
Mis superiores quieren este Taller Jotun, [%username]. No dejan de presionarme. ¡Por favor, encontrad a Gelón y enteraos de qué está pasando!
¿Acaso no tenéis interés en tomar el Taller Jotun, [%username]? ¡Es el punto de partida perfecto para un ataque sobre Gelcmaros!
¡Un maldito reiano, impidiendo él solo que los elios conquisten este emplazamiento!
¡Un Daeva ha desaparecido y seguro que los reianos tienen la culpa! ¿Y vos pretendéis hacer caso omiso, sin más?
Saludos, elio[f:"elia"].
¿Habéis venido a ayudar a los reianos en su lucha por la independencia?
Suleión fue al Taller Jotun para hablar con Aran, un antiguo Caudillo reiano. Es un hombre muy sabio. Fue él quien lideró a mi pueblo hacia la seguridad cuando Siel... nos olvidó.
Es una auténtica bendición que aún siga con vida. Es totalmente inimaginable que alguna vez haya hecho algo malo, elio[f:"elia"].
Aunque aún no haya vuelto del Taller Jotun, no os preocupéis por Suleión. En mi fuero interno, siento que Aran jamás le haría ningún daño.
Este sitio es muy... relajante, ¿no os parece? Tan silencioso que uno puede escuchar sus propios latidos.
Si me quedo aquí, me olvidaré de la guerra, de los enemigos y de todo.
Habéis tenido que hacer un viaje muy largo hasta aquí, Daeva. ¿Por qué no descansáis un poco? Dejad que la calma de este lugar penetre en vos.
¿Quién quiere hablar de cosas desagradables aquí, en este templo de la contemplación, Daeva?
Muy pocos saben valorar aún la armonía del silencio. El mundo es tal como debería ser, y no hay nada en él que nosotros podamos cambiar.
Olvidad vuestra misión y simplemente, existid. Sed el cielo sobre vuestra cabeza y el suelo bajo vuestros pies... existid.
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Gelon]
Hablar con [%dic:STR_DIC_N_Suleion]
Cicerón os ha pedido que encontréis a Gelón y que averigüéis algo acerca del Daeva elio Suleión, que se fue de viaje al Taller Jotun.
Cicerón había aceptado la propuesta de Gelón y Suleión de negociar con Aran en lugar de matarlo.
Pero está claro que las negociaciones no fueron bien porque Suleión acabó desaparecido.
Cicerón os pidió que investigarais el asunto, así que fuisteis al Taller Jotun y allí hablasteis con el Daeva desaparecido.