Os estaba esperando, [%username].
Habéis superado con éxito muchísimas dificultades.
Sin embargo, para ser un[f:"una"] verdadero[f:"verdadera"] [%userclass], todavía tenéis que esforzaros mucho más. Yo ya he hecho mi trabajo, ahora me gustaría presentaros a una nueva preceptora.
¿Conocéis a [%dic:STR_DIC_N_LC2_Iosthes_M], del Monasterio de Cáisinel? Ella os ayudará en vuestra senda para convertiros en [%userclass].
Llevaos esta carta de recomendación.
¿Se puede llamar verdadero Daeva a todo aquel al que se le ha concedido la vida eterna y unas alas?
Los verdaderos Daevas superan sus límites continuamente y no dejan de aprender.
Es un camino arduo, pero no hay que tener miedo. Al fin y al cabo, yo estoy aquí para ayudaros.
(Lee la carta de recomendación). Anite habla maravillas de vos. Parece que le agradáis mucho.
No suele pasar a menudo, pero de vez en cuando Anite envía una carta de recomendación de este tipo. Cada vez que encuentra a un[f:"una"] [%userclass] apasionado[f:"apasionada"], recuerda cómo solía ser ella.
Por eso no puedo ignorar esta carta.
No dudéis en visitarme si encontráis dificultades en vuestro empeño de convertiros en [%userclass].
Llevar la carta de recomendación a [%dic:STR_DIC_N_LC2_Iosthes_M], que se encuentra en el Monasterio de Cáisinel
Mostrad a Yostes la carta de recomendación de Anite.
Anite elogió vuestra evolución y os envió a ver a Yostes con su carta de recomendación.
Cuando la leyó, dijo que todavía aún teníais que trabajar duro para convertiros en un[f:"una"] auténtico[f:"auténtica"] Daeva, y que si necesitabais ayuda podías volver en cualquier momento.