Que Ariel esté siempre con vos, Daeva.

He de pediros un favor. Verdaderamente, os lo suplico. ¿Podríais pasaros de vez en cuando a ver y comprobar que seguimos aquí?

Es que he pedido refuerzos a Sánctum, pero dicen que ya tenemos demasiados soldados en Balaurea. No sé cómo nos las arreglaremos para defendernos de próximos ataques.

El último refuerzo que Sánctum nos envió fue un Guarda llamado Quequio. Cuando llegó ese necio desequilibrado, olía a cerveza y enarbolaba un arma herrumbrosa.

Estaré pendiente de este puesto siempre que me sea posible.