Dicen que los veteranos con mucha experiencia pueden incluso oler que se acerca una batalla.
Yo, sin embargo, no sería capaz ni de oler una sopa cocinada a fuego lento durante un buen rato.
No obstante, estoy orgulloso de poder ofrecer recompensas especiales a un Daeva veterano.
Por ese motivo estoy aquí.
En Pangaea, no deberíais dejaros engañar por las apariencias.