¡Los bandidos sois unos canallas inútiles!

Vine hasta aquí porque quería empezar de cero, porque comprendí que, sin bandidos consiguiendo alimentos del interior, las ciudades pasarían hambre.

Me paso el día entero remendando vuestras prendas para que mantengáis vuestros valiosos cuerpos bien calientes.

Y aun así, me tratáis como a una criada, no como a una anciana... ¡no como a una maestra costurera!

Dejadme adivinar... Queréis que os remiende el pantalón... y es urgente, ¿verdad?

No tengo nada que remendar. Adiós.

¿Qué queréis ahora? ¿Impedir que trabaje?

Dejadme en paz. Yo haré vuestras prendas, pero solo si dejáis que me concentre.

Disculpadme.

Ah, ya estáis aquí otra vez, [%username]... y ascendido[f:"ascendida"] a Daeva, como veo...

Acordaos de las palabras de Munin: ahora servís a Asmodia; todos vuestros actos tienen que perseguir el bien de Pandemónium y del pueblo asmodiano.

Dejad a los bandidos, ya no son importantes para vos.

Gracias por el consejo.