Lealtad y armas, [%username]. Últimamente nos estamos cruzando bastante.
Supongo que habéis venido a canjear las Medallas de progreso de la Orden del alabastro, ¿verdad?
Pero tenéis que saber que solo podré daros las recompensas que os hayáis ganado. Antes de venir a verme, debéis entrar en la Orden del alabastro. [%dic:STR_DIC_N_Typhon] os puede inscribir, si aún no lo habéis hecho.
Aquí algo va mal... pero que muy mal. ¡No puedo hacer mi trabajo! ¡Maldición! ¡Astillas y esquirlas!
Escribid /Solicitud en la ventana de chat e informad a un GM.
Cuento con vuestra ayuda, [%username].
Sí, ya veo que os hacéis un lío. Pero haced el favor de tener en cuenta que la Orden del alabastro es una organización extensa con muchos miembros. Necesitamos un montón de administradores diferentes que muestren nuestra estima en el campo a todos y cada uno de los Daevas.
Me temo que tendréis que buscar a otro administrador, [%username], uno al que le corresponda vuestra clase.
¡Y a ver si osáis acudir a mí por lo mismo en otra ocasión! Los miembros confusos son casi tan despreciables como los no asociados que nunca hayan hablado con el presidente [%dic:STR_DIC_N_Typhon] de Jeirón.