¿Siempre empezáis con ese tono vuestras conversaciones, Daeva?
¿No sabéis a quién tenéis delante? Mi padre es el sumo sacerdote Balder. Nuestra familia ya ocupaba este cargo antes de la catástrofe.
Muy poca gente se atrevería a hablarme con tanta naturalidad...
Pero yo... me alegro de que lo hayáis hecho. Ser hija de un sumo sacerdote conlleva mucha soledad. Pese a ser una Daeva ascendida... me siento como un pájaro enjaulado con las alas recortadas.