Quién iba a sospechar que aquí no hay ninguna entrada al Refugio de Tiamat...

Hoy, las tropas de Tiamat aguardan su fin.

No obstante, no debemos bajar la guardia hasta que no quede ni un solo Balaúr en pie.

El descuido conduce directamente a la derrota.

(Termináis la conversación).