Sánctum siempre ha enviado oficiales de intendencia a aquellos lugares donde se precisa ayuda. Mis recompensas para hechiceros, invocadores, clérigos y cantores garantizan que recibamos la ayuda de los mejores Daevas.
Las Monedas de oro aportan mejores recompensas que las de plata. Cuantas más monedas tengáis, más valiosa será la recompensa. ¿Cuántas monedas me traéis?
¿20 Monedas de oro? ¡Magnífico!
Aquí está la recompensa por vuestros esfuerzos. Espero que sepáis darles buen uso.
¡Me enorgullezco de conocer a alguien que de verdad haya reunido 40 Monedas de oro!
Cuánto tiempo y esfuerzo... Debéis de ser increíblemente constante y paciente.
Espero que esta recompensa os resulte útil. Me inclino ante vos, [%username].
Gracias por las 8 Monedas de plata.
Aquí tenéis la recompensa. Espero que la uséis con sabiduría.
14... 15... 16 Monedas de plata.
Aquí tenéis vuestra recompensa. Gracias por vuestro duro trabajo.
Espero que tengáis la oportunidad de darle uso.
Ja, ja, ja. Me temo que os habéis equivocado.
Yo no me encargo de los[f:"las"] [%userclass]. Hablad con Belacade.
Recompensar a Daevas es mi deber y sirve a toda Elísea. Visitadme cada vez que hayáis reunido suficientes monedas.
Os podré recompensar siempre que hayáis conseguido 8 o 16 Monedas de plata o 20 o 40 Monedas de oro.
¡Os buscaré con la vista, [%username]!
¡Vaya! No tenéis suficientes monedas.
¡Seguid demostrando lo que valéis y llevad a cabo más misiones!