¡Que la sombra de Asfel os ampare!
Aquí abajo no huele a rosas, ¿eh?
Cuando acaba mi turno, puedo salir a respirar aire fresco, pero los presos no.
Tal vez no sirva de guarda, pero me dan pena... Todos los que están aquí no son más que víctimas de su propia debilidad.