Casi todos creen que administrar un almacén es aburrido. Pero yo no estoy de acuerdo.
Es un trabajo de mucha responsabilidad y muchos Daevas me confían sus pertenencias.
Además, me parece fantástico que, gracias al contacto permanente con los más diversos objetos, puedo mejorar mis servicios.
En Pangaea, solo deberíais fiaros de vuestros aliados.