Un placer.

Tenía un amante.

Cuando lo conocí, ya estaba casado con una mortal y tenía hijos con ella.

Por eso debo esperarlo.

Al contrario que yo, su mujer y sus hijos son mortales. Por eso he decidido desaparecer durante una vida y olvidarlo mientras su familia viva.

Queremos encontrarnos aquí cuando sus parientes fallezcan y se quede solo.

Seguís escuchando. Termináis la conversación.

Es una historia triste.

Su mujer, que debía morir por su cualidad de mortal, ascendió más tarde a Daeva.

Él dijo que no podía abandonarla.

¡Hasta pronto!