No podía hablarlo con nadie más, pero hay algo en vos que... Sabía que podía confiar en vos.

Ya me habéis hecho un gran favor y me habéis devuelto la esperanza, pero mi amor sigue estando petrificada.

Confiad en el destino.

Ya lo sé. Sin embargo, no puedo echarme a descansar y esperar que el destino lo haga todo por mí sin más.

¿Podríais acudir a [%dic:STR_DIC_N_Kistig] de nuevo cuando haya transcurrido un tiempo? Yo no puedo irme de aquí y quién sabe cuándo volveréis vos por esta zona.

Solo quiero asegurarme de que haya alguien en cuanto encuentre un remedio para la maldición. Y tiene que... Solo tiene que...

Aceptar Rechazar

No sé quién debería estar más agradecido: Sinigala o yo.

Pese a toda mi palabrería de enamorado, no olvidéis que está en juego la vida de una Daeva. Tengo tantas cosas que decirle...

Sea como sea, esperemos que [%dic:STR_DIC_N_Kistig] haya hecho algún progreso.

Le preguntaré.

Lo se, lo sé. Estamos en guerra, hay mucho más que una Daeva en juego. Mis superiores ya me han dicho todas esas cosas.

Pero si no puedo ni proteger a Sinigala, ¿cómo voy a proteger Atreia? ¿Cómo voy a sacrificarla en el altar del bien común? Ella merece vivir tanto como cualquier otro.

Por favor, si no queréis ayudarme a mí, al menos ayudadla a ella.

Tengo que pensar en Asmodia ante todo.

¡Oh, el[f:"la"] amigo[f:"amiga"] de Nep! Está impaciente por conseguir el remedio, ¿no? Esa legionaria debe de ser imprescindible para los esfuerzos de la guerra...

Bueno, habéis llegado en el momento justo. Tenemos un problema...

¿Cuál? ¿Tengo que conseguiros algún ingrediente?

¡No, qué va! Acabo de descubrir un antídoto que debería funcionar. Es oscuro, pero más poderoso que cualquier cosa que hayamos probado hasta el momento.

Solo hay un... una curiosa complicación.

Poco después de marcharos, llegó otro mensajero y me pidió ese mismo antídoto.

¿Eh? ¿Para quién?

Para el centurión Vili de la Fortaleza de Morfugio. No tenía ni idea de que hubiera alguien más con esta maldición... ¿Y vos?

Vos llegasteis primero, así que no le di ninguna respuesta en firme, pero sí que voy a tardar algún tiempo en fabricar otro antídoto y la petición de Vili era muy insistente.

Vos sabréis más que yo al respecto. Tanto el legionario [%dic:STR_DIC_N_Nep] como el centurión [%dic:STR_DIC_N_Vili] lo necesitan. Por favor, decidid a quién dárselo primero.

Al final, todo acaba complicándose...

Tengo que reconocer que últimamente estoy algo distraído por la urgencia de Sinigala. Si me enviasen así a la batalla...

Espero que, llegado el momento, podamos lanzarnos juntos a la batalla, aunque sea como compañeros...

¿Os ha dado Quístig algo para ayudarla?

Tomad. Pero el centurión Vili... ¿No debería dárselo a Vili mejor...?

¿Eh? ¿El centurión Vili de Morfugio? Eso quiere decir que...

No tiene ningún sentido ocultarlo: el centurión Vili es mi padre. Él era ya Daeva cuando conoció a mi madre, así que nos dejó hace ya mucho tiempo.

¿Y por qué se interesa él por Sinigala?

Hace poco que retomamos el contacto, o sea que sí conoce mis sentimientos por ella. En cualquier caso...

Bueno, Sinigala... También siente algo por él. Él la ha rechazado varias veces, pero parece que al final ha acabado enamorándose...

¿Por qué quiere ayudar mi padre a Quístig? ¿Por ella o por mí? Sea como sea, lo único importante es que Sinigala sobreviva. Gracias.

Vaya, pero si es [%username]. Hace mucho que no hablamos.

Como veo, habéis estado trabajando en vuestras habilidades. Bien. Seguro que también habéis servido en el Abismo.

Pero me da que esto no es una visita de cortesía, ¿verdad?

Tomad. Quístig envía esto. Pero, ¿por qué...? ¿No debería dárselo a Nep...?

¿Quístig ya ha preparado el antídoto? ¡Magnífico! ¿Pero por qué sabíais que...?

¡¿Qué?! ¡Oh! ¿Y me lo habéis dado a mí en lugar de a Nep? Si llego a saber que él también lo había pedido, jamás habría...

Sí, nos conocemos. Nep es mi hijo. Yo era ya Daeva cuando conocí a su madre y me destinaron aquí antes de llegar a conocerlo.

¿Y por qué queríais el antídoto?

He conocido a Sinigala. Seguro que Nep no os lo ha dicho, pero ellos ya tenían una relación. Sin embargo, esa relación se enfrió y ahora se me insinúa a mí.

No sé por qué. Por supuesto, la he rechazado: nunca he sido el mejor padre del mundo, pero no soy un desalmado.

Después me he enterado de lo que le ocurrió en el Desfiladero de Silentera. Sabía que eso le dolería a Nep: quizá sus sentimientos por él hayan cambiado, pero seguro que los de él, no. Por eso encargué el antídoto.

Pero parece que ahora he vuelto a hacer daño a mi hijo.

Viajar a Morfugio y hablar con [%dic:STR_DIC_N_Kistig]

Decidir si dar la Medicina de restauración a [%dic:STR_DIC_N_Vili] o a [%dic:STR_DIC_N_Nep]

Llevar la medicina a [%dic:STR_DIC_N_Nep]

Llevar la medicina a [%dic:STR_DIC_N_Vili]

Buscad a Quístig en Morfugio y averiguad si ha encontrado la manera de romper la maldición de Sinigala.

Nep os pidió que buscaseis a Quístig para ver si había encontrado algún remedio contra la petrificación de Sinigala.

En efecto, había encontrado un antídoto. Por otra parte, el centurión Vili de la Fortaleza de Hielo de Morfugio también había solicitado uno.

El alquimista dejó en vuestras manos la decisión de a cuál de los dos dar el antídoto.

Nueva misión: [%questname] Activa: [%questname]