¡Arieluma!
Tenéis una suerte bendita. Mi canto no se puede escuchar en cualquier lugar, sino solo en Sánctum, donde están los soberanos.
Bah, ¿cómo os atrevéis a escuchar mi canto con vuestros incultos oídos? ¡Podría cantar tan bien como una roca!
¿Por qué no proseguís vuestro camino y escucháis el balido de un Cures?
Son esos ignorantes que no entienden de arte. ¡Regalé a sus oídos el placer de mi voz celestial y dijeron que no tenía talento! ¡Yo!
Bah, conozco a ese tipo de gente.
Ellos no tienen ningún don, por lo que critican a los verdaderos artistas. ¡Solo son buscasombras envidiosos y llenos de odio!