Trabajo, trabajo y más trabajo... ¡Nada más que trabajo!

Esos Balaúres... Dijeron que pagarían bien y que dejarían en paz a mi familia.

Pero tengo que trabajar todo el tiempo. Aún no he visto ni un mísero Quina... y tampoco a mi familia.

¿De verdad seguirán con vida o me habrán engañado todo este tiempo?

Nunca se debe confiar en los Balaúres.